A la cabecera de la cama donde se encuentra internado Hugo Chávez permanece su hija mayor Rosa Virginia y su esposo el ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza. 

Es que, por cuestiones legales clínicas, le corresponde a ella tomar las grandes decisiones sobre la salud del mandatario como la de desconectarlo eventualmente de la máquina que lo mantiene vivo artificialmente.

Desde el día 10 de diciembre todas las decisiones jurídicas, políticas, sociales, económicas, familiares y hasta sentimentales del titular del ejecutivo venezolano se trasladaron a Cuba, informó ABC.es.

Pero el mandatario no se encuentra en condiciones -en coma inducido- para hacerle frente a tantas responsabilidades, presentes y futuras, como su investidura el 10 de enero para el cuarto mandato (2013-19) que ganó el 7 de octubre.

Toda su numerosa familia (sus padres, cuatro hijos reconocidos públicamente, seis hermanos y una larga lista de sobrinos tíos y tías), quisieron visitarlos para saludarlo y despedirse, previendo lo peor.

Pero no pudieron y sólo el vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, pudo tomar su mano, que según él Chávez apretó con fuerza y le rogó que diga la verdad sobre su situación.

El yerno Arreaza escribió el jueves en su cuenta de Twitter que "el equipo médico nos explica que la condición del presidente Chávez sigue siendo estable dentro de su cuadro delicado", después de anunciar la llegada del gobernador Adán Chávez.

En efecto, el hermano mayor del presidente venezolano, viajó el jueves a La Habana para visitarlo en la clínica donde permanece internado desde su operación el pasado 11 de diciembre.

Una visita que los analistas interpretaron como el adiós definitivo de Adán a su hermano menor, informó ABC.es.

"El comandante Chávez sigue batallando duro y le envía todo su amor a nuestro pueblo. Constancia y paciencia!!!", agregó Arreaza al comentar que estaba en compañía del vicepresidente Maduro y su mujer, Cilia Flores, procuradora de la República bolivariana.

Maduro no volvió el día 2 de enero a Caracas, como había anunciado, y decidió quedarse en La Habana, tal vez para saber de primera mano lo que iba a hablar su rival Diosdado Cabello con las autoridades cubanas.

Y es que Cabello también viajó el jueves de imprevisto a Cuba cuyas autoridades están preocupadas por saber cómo van a quedar con las nuevas autoridades venezolanas y sus negocios que pasan de u$s6.000 millones anuales en caso de que faltara Chávez.

Pero no solamente los representantes del gobierno venezolano y familiares de Chávez quieren verlo en Cuba. También los universitarios y políticos. La rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia García Arocha, anunció que junto a otros académicos, recomiendan que se forme una comisión integrada por profesores y médicos venezolanos para que viajen a Cuba y comprueben el estado de salud del presidente Hugo Chávez.

El vicerrector Nicolás Bianco propuso la conformación de este grupo de personas, que estaría integrado por el presidente de la Academia Nacional de Medicina, dos médicos designados por el Ejecutivo, un miembro de la Federación Médica Venezolana y uno de las universidades autónomas.Los políticos también quieren integrar esa comisión como el alcalde metropolitano Antonio Ledezma y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski. Todos quieren ir a Cuba para ver al presidente venezolano mientras en Caracas continúan los rezos y las plegarias por su salud en las plazas e iglesias.