Brasil alteró la legislación del ICMS (Impuesto a la Circulación de Mercaderías y Servicios) de productos importados para la venta entre los Estados provinciales y esto podría derivar en que el flujo de exportaciones argentinas a Brasil disminuya considerablemente en el 2013

Por medio de la resolución N° 13 del Senado Nacional, el gobierno Brasileño disminuyó el ICMS. Lo curioso (y creativo) es que esta disminución de impuestos, termina por aumentar el costo de los productos importados, incluyendo los que son originarios de Argentina.

Desde hace varios años, y con la intención de atraer inversiones productivas, cada Estado de Brasil, fue otorgando beneficios fiscales que, sin autorización del Consejo Nacional de Politica Fazendaria no tenían validez jurídica. 

Estos beneficios fueron ampliados para simples operaciones de importación, y Estados como Espiritu Santo  por medio del programa FUNDAP- y Santa Catarina -por medio del programa Pro-Emprego- permitieron que empresas importadoras paguen menos ICMS en la importación y menos ICMS en la venta, pero que a la vez transfieran el mismo ICMS indicado en la factura (12% o 7%)

En la práctica, las empresas "beneficiadas" obtienen una ganancia marginal de entre el 3% y hasta el 7,5% por el uso de estos beneficios.

En la intención de terminar con esta práctica denominada "la guerra de los puertos" es que a partir del 1° de enero de 2013, entró en vigencia la resolución N° 13 del Senado Nacional de Brasil, en que se altera la forma de tributar el ICMS cuando una empresa brasileña importa en un estado de la federación y vende ese producto en otro Estado.

Actualmente, cuando una empresa brasileña importa un producto, por ejemplo, en el Estado de San Pablo, tributa en la importación el 18% de ICMS (las alícuotas de ICMS de importación son de entre el 17% y 18% para el 99% de los productos).

Al vender este producto a otro Estado, la alícuota del ICMS puede ser del 12% (cuando la venta es efectuada para los Estados considerados "ricos") o del 7% (cuando la venta es efectuada para los estados considerados "pobres"). 

Con la nueva legislación, a partir de ahora, todos los productos importados y productos de fabricación nacional que tengan en su componente más que el 40% de insumos importados, continuarán pagando el 18% en el ICMS de importación y el 4% de ICMS en la venta a otros Estados (sin diferencia de estados ricos o estados pobres). 

Esto va a generar una acumulación de ICMS "crédito" para las empresas importadoras, y en la imposibilidad de recuperar este crédito de impuesto (ya que por ser impuesto provincial no puede aplicarse al pago de otros impuestos), se convertirá en costo para quien importa, aumentando el precio del producto importado.

El impacto es tan grande que la única forma de no quedarse con créditos fiscales de ICMS sería vender el producto con un margen de ganancia promedio próximo al 360% (inviable en un mundo competitivo como el actual). 

Para complicar más aun la vida del importador, cuando una empresa acumula créditos fiscales y desea solicitar la homologación del crédito por parte del Estado, debe solicitar una inspección y en la mayoría de los casos, aun con los registros contables en regla, la empresa será multada por alguna falta administrativa.

El ICMS representa al 20% del total de la carga tributaria nacional y equivale a una recaudación comparable al 7% del Producto Interno Bruto de Brasil.

El Gobierno nacional está trabajando para que esta modalidad tributaria de alícuota del 4% entre los Estados se extienda en algunos años para todos los productos nacionales.

Lo cierto que al ser aplicable sólo para productos importados, la medida traerá consecuencias impredecibles para los importadores brasileños de productos, sean insumos industriales o bienes de consumo final. Lo mismo sucederá con los exportadores cuyo destino es el mercado brasileño. 

Para los primeros, porque el aumento de crédito de ICMS sin poder ser compensado será trasladado al costo del producto. Esto podrá traer una preocupación para el gobierno brasileño que tanto trabaja para tener la inflación bajo control.

Para los segundos (exportadores de productos a Brasil) porque la primera medida que los importadores están tomando es parar las compras, hasta poder medir el impacto económico y financiero de esta nueva legislación.

La medida no se aplica a:

1.Mercaderías o bienes sometidos a cualquier proceso de transformación, beneficio, montaje, acondicionamiento, re-acondicionamiento, renovación, que tengan un contenido de importación menor al 40%

2.Mercaderías o bienes importados del exterior que no tengan similar nacional, definido por la lista publicada en la Resolución CAMEX N* 79 de 1/11/2012

3.Bienes producidos en la Zona Franca de Manaus

4.Operaciones que destinen gas natural importado del exterior a otros Estados

Análisis de los importadores y formas de disminuir el impacto de la nueva medida

La primera medida que han tomado los importadores es disminuir los pedidos y las importaciones efectivas, hasta que se pueda medir el impacto de la misma en los números de cada empresa.

La elevación de los créditos fiscales de ICMS, que en la práctica son prácticamente imposibles de recuperar, obligan a trabajar con varias opciones:

a.Abrir filiales de sus empresas, colocándose más próximos de sus consumidores finales. De esta forma, empresas con clientes en el Estado de San Pablo, se verán obligados a tener sucursal en este Estado, para que el ICMS en la importación (del18%) sea igual al ICMS practicado por las ventas para el mismo Estado (18%).

b. Abrir operaciones en Estados que aun conserven beneficios (ya no mas fiscales sino financieros), como el Estado de Santa Catarina, en el que es posible importar pagando el 1,6% de ICMS para que en el momento de venderle a otros Estados, el traslado del 4% no genere créditos fiscales acumulados

c. Iniciar o aumentar el proceso productivo con insumos importados para quedar excluidos del mínimo de 60% nacional.

Un estudio de la FIESP -Federación de Industrias del Estado de San Pablo- concluyó que, como el cálculo de costo nacional, permite incluir los costos no comerciables de producción (sueldos, energía, tributos y margen de ganancia) y estos costos no comercializables representan el 44,1% de la producción de la industria de transformación, la participación del insumo importado puede alcanzar el 71,5% del total, conseguirán quedar por debajo del 40% importado exigido por la norma ( el 71,5% sobre el 55,9% que resta a los 44,1% de costos no comercializables, representaría el 39,96% del total del producto)

Conclusiones

Si bien la medida no fue implementada para "devolver favores al Gobierno argentino" -que por medio de las restricciones a las importaciones de productos brasileños consiguió disminuir en casi 80% del déficit de la balanza comercial bilateral- lo cierto es que esta medida absolutamente nacional, impactará en las importaciones que las empresas brasileñas llevan a cabo, inclusive de Argentina.

Queda la duda de cuál será la reacción del gobierno de Argentina. Si colocara más restricciones para nuevamente - y artificialmente- equilibrar la balanza comercial, o intentará negociar para que los productos Argentinos sean considerados como nacionales a efectos del ICMS en la venta a otros Estados (tal como lo determina el acuerdo del Mercosur).

Tanto la Secretaría de Comercio Interior del Secretario, Guillermo Moreno, como la Embajada Argentina en Brasil, fueron alertadas personalmente por los autores sobre esta medida, pero no hemos conseguido respuesta sobre las acciones a tomar por parte del gobierno Argentino hasta el momento.

(*) Gustavo Segré y Germán Segré

Socios -Directores de Center Group

Profesores de Relaciones Internacionales de la Universidad Paulista - São Paulo - Brasil

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