Rumores de desdoblamiento cambiario llevaron al blue a 8 pesos pero una "mano oficial amiga" lo bajó diez centavos
Tras la pausa impuesta por el feriado del 31 de enero, el mercado cambiario inició febrero con la misma tónica que había finalizado el primer mes del año, ya que mientras que el billete verde en el segmento oficial continuó avanzando a paso lento, en el marginal todo es vértigo ya que llegó a sobrepasar los 8 pesos.
Aunque luego de unas horas, tras la intervención de "algunos amigos del Gobierno", descendió a los $7,92, el mismo precio que el cierre previo.
"Algunas ventas de dólares de operadores afines al Gobierno hicieron que el dólar aflojara un poco", dijo un operador que prefirió no ser mencionado.
"Fue una forma de tranquilizar los ánimos por el fin de semana. La tendencia alcista no varió. Si las manos amigas siguen interviniendo y aparecen los dólares para que la divisa no supere la barrera de los 8 pesos, que genera muchas inquietudes, seguramente se fijará un piso de $7,90 o quizá algo menos", advirtió otro cambista a iProfesional.com.
Igualmente, la brecha cambiaria entre el blue y el valor de la divisa fijada por el Banco Central se encuentra en casi un 60 por ciento.
Mientras tanto, el dólar oficial se negoció a $4,94 para la compra y $4,99 para la venta en las casas de cambio del microcentro porteño.
"La demanda estacional por vacaciones y la presión de inversores privados e institucionales para hacer frente a sus compromisos comerciales y financieros, como también las coberturas de posiciones, pesan sobre el mercado de cambios", manifestaron algunos operadores del mercado.
También Jorge Todesca de la consultora Finsoport coincidió: "El público le está dando la espalda al peso frente a la muy importante emisión monetaria", y consideró como negativo los pronósticos que estiman un incremento en el déficit comercial.
Sobre el bajo interés del argentino hacia la moneda nacional, Aldo Pignanelli, ex presidente del BCRA, dijo: "Salvo las grandes empresas que tienen que tenerlos y los colocan a plazo fijo, hoy nadie quiere un peso. Los tenedores minoristas están intentando despegarse de este billete, no va a la inversión, no va al consumo, no va a las compras, está yendo al dólar. Realmente lo que aumentó fue la demanda para atesoramiento".
En la misma línea, otro ex directivo del Banco Central, el economista Alfonso Prat Gay, criticó: "El propio cepo le puso un frío enorme a una parte de la economía".
Este viernes el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció que "es muy posible" que, después de las elecciones legislativas de octubre, "se produzca un desdoblamiento del tipo de cambio".
"El Gobierno no tiene bajo control a la economía", dijo Lavagna, y agregó que "cada mes enfrenta problemas mayores".
Esta versión coincide con las estimaciones de bancos de inversión de Wall Street, que advirtieron por un posible desdoblamiento del dólar en tres variantes: financiera, comercial y turística.
"Aumentan las probabilidades de un desdoblamiento: que el Gobierno blanquee el blue y sea legal para transacciones corrientes, y deje el oficial para exportadores e importadores", diagnosticó Ezequiel Aguirre, estratega cambiario del Bank of America Merril Lynch.
El economista de Goldman Sachs Alberto Ramos coincidió en que "el riesgo de desdoblamiento siempre existe". Aunque estimó que esto se enmarcaría en una decisión política: "Dada la resistencia a adoptar una política convencional, el Gobierno puede adoptar un tipo de cambio múltiple. Bajaría un poco la presión sobre el tipo de cambio y las reservas".
Pero el experto aclaró que éste es un paliativo que no soluciona los problemas fundamentales. "Depreciar tiene un costo político que el Gobierno no está dispuesto a pagar", concluyó Ramos.
Al respecto, muchos analistas ponen en duda que se concrete este pronóstico de "oficializar al blue", ya que el estilo de gestión kirchnerista no se caracterizó por sincerar los problemas estructurales del modelo.