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Rumores de desdoblamiento cambiario llevaron al blue a 8 pesos pero una "mano oficial amiga" lo bajó diez centavos

En el circuito marginal, la divisa estadounidense vuelve a subir otro escalón ante una demanda que no cede, y amplía la brecha con el oficial 
02/02/2013 - 09:00hs
Rumores de desdoblamiento cambiario llevaron al blue a 8 pesos pero una "mano oficial amiga" lo bajó diez centavos

Tras la pausa impuesta por el feriado del 31 de enero, el mercado cambiario inició febrero con la misma tónica que había finalizado el primer mes del año, ya que mientras que el billete verde en el segmento oficial continuó avanzando a paso lento, en el marginal todo es vértigo ya que llegó a sobrepasar los 8 pesos.

Aunque luego de unas horas, tras la intervención de "algunos amigos del Gobierno", descendió a los $7,92, el mismo precio que el cierre previo.

"Algunas ventas de dólares de operadores afines al Gobierno hicieron que el dólar aflojara un poco", dijo un operador que prefirió no ser mencionado.

"Fue una forma de tranquilizar los ánimos por el fin de semana. La tendencia alcista no varió. Si las manos amigas siguen interviniendo y aparecen los dólares para que la divisa no supere la barrera de los 8 pesos, que genera muchas inquietudes, seguramente se fijará un piso de $7,90 o quizá algo menos", advirtió otro cambista a iProfesional.com

Igualmente, la brecha cambiaria entre el blue y el valor de la divisa fijada por el Banco Central se encuentra en casi un 60 por ciento.

Mientras tanto, el dólar oficial se negoció a $4,94 para la compra y $4,99 para la venta en las casas de cambio del microcentro porteño.

"La demanda estacional por vacaciones y la presión de inversores privados e institucionales para hacer frente a sus compromisos comerciales y financieros, como también las coberturas de posiciones, pesan sobre el mercado de cambios", manifestaron algunos operadores del mercado. 

La tendencia alcista del billete paralelo también se produce por factores estructurales. Al respecto, Aldo Abram, economista de la Fundación Libertad y Progreso, consideró: "El blue no sube porque la gente quiera dólares, sino porque no quiere pesos. Es decir, no confía ni en las políticas del Banco Central ni en las del Gobierno".
"En el mundo sobran los dólares, mientras que acá sobra el despilfarro; por lo que faltan los recursos genuinos para comprarlos. El resultado es el cepo", agregó.
Respecto a la política oficial, Abram completó: "Por no cumplir con las ventas de 'dólares turistas', gestaron una corrida en el 'blue', potenciada por la huida de un peso que pierde valor. También se exprimió al BCRA quitándole la solvencia necesaria para evitar una escalada del dólar libre".
En cuanto a la elevada brecha cambiaria, el economista destacó: "Es señal del temor que suele sobreestimar los riesgos y parece sólo compatible con una inminente crisis, que no se ve".
Esta diferencia entre el dólar oficial e informal "de esta magnitud muestra la falta de pulso para manejar el mercado cambiario y sus implicancias económicas", sentenció el ex presidente del Banco Central Martín Redrado. 

También Jorge Todesca de la consultora Finsoport coincidió: "El público le está dando la espalda al peso frente a la muy importante emisión monetaria", y consideró como negativo los pronósticos que estiman un incremento en el déficit comercial.

Sobre el bajo interés del argentino hacia la moneda nacional, Aldo Pignanelli, ex presidente del BCRA, dijo: "Salvo las grandes empresas que tienen que tenerlos y los colocan a plazo fijo, hoy nadie quiere un peso. Los tenedores minoristas están intentando despegarse de este billete, no va a la inversión, no va al consumo, no va a las compras, está yendo al dólar. Realmente lo que aumentó fue la demanda para atesoramiento".

En la misma línea, otro ex directivo del Banco Central, el economista Alfonso Prat Gay, criticó: "El propio cepo le puso un frío enorme a una parte de la economía".

¿Se oficializa el desdoblamiento cambiario?

Este viernes el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció que "es muy posible" que, después de las elecciones legislativas de octubre, "se produzca un desdoblamiento del tipo de cambio".

"El Gobierno no tiene bajo control a la economía", dijo Lavagna, y agregó que "cada mes enfrenta problemas mayores".

Esta versión coincide con las estimaciones de bancos de inversión de Wall Street, que advirtieron por un posible desdoblamiento del dólar en tres variantes: financiera, comercial y turística.

Además, estas entidades, entre las que se encuentra Barclays, detallaron que, después de las elecciones legislativas de octubre, el Gobierno deberá modificar la política cambiaria y generar una cotización múltiple, para bajar la presión sobre el tipo de cambio y las reservas.

"Aumentan las probabilidades de un desdoblamiento: que el Gobierno blanquee el blue y sea legal para transacciones corrientes, y deje el oficial para exportadores e importadores", diagnosticó Ezequiel Aguirre, estratega cambiario del Bank of America Merril Lynch.

El economista de Goldman Sachs Alberto Ramos coincidió en que "el riesgo de desdoblamiento siempre existe". Aunque estimó que esto se enmarcaría en una decisión política: "Dada la resistencia a adoptar una política convencional, el Gobierno puede adoptar un tipo de cambio múltiple. Bajaría un poco la presión sobre el tipo de cambio y las reservas".

Pero el experto aclaró que éste es un paliativo que no soluciona los problemas fundamentales. "Depreciar tiene un costo político que el Gobierno no está dispuesto a pagar", concluyó Ramos. 

Al respecto, muchos analistas ponen en duda que se concrete este pronóstico de "oficializar al blue", ya que el estilo de gestión kirchnerista no se caracterizó por sincerar los problemas estructurales del modelo.

Sobre el asunto, Abram opinó: "Un desdoblamiento cambiario sería reconocer que el dólar oficial no refleja el valor del peso y blanquea el verdadero mercado para controlarlo".
"Blanquear el blue es reconocer el fracaso de la pesificación cultural. Too much", reflexionó el economista Enrique Szewach.
Lo cierto es que, más allá de que se concrete o no esta "legalización" del blue, en la city porteña este tipo de diagnósticos dejan su huella.
Algo que sí queda claro es que la pesificación forzosa que tiempo atrás alentó la administración kirchnerista va quedando en el pasado, tapada por la realidad que impone un blue que ya cotiza en los valores que, inicialmente, se preveían llegarían recién a finales del 2013.