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Argentinos duplicaron la financiación de compras con tarjetas de crédito en el exterior

El monto total superó los u$s220 millones, pese a la aplicación del adicional del 15% sobre la facturación. Temen que se eleve dicho porcentaje
12/02/2013 - 11:56hs
Argentinos duplicaron la financiación de compras con tarjetas de crédito en el exterior

El uso de la tarjeta de crédito para consumir en el exterior pegó un salto como nunca se había observado. Sólo en un mes los argentinos financiaron sus compras en el extranjero por una suma superior a los u$s220 millones, un salto que prácticamente duplicó en sólo un mes el volumen que se venía operando por este medio de pago.

Según informa el propio Banco Central de la República Argentina, el stock financiado con tarjetas en dólares llegaba en el arranque de febrero a u$s447 millones.

Las cifras oficiales, de todas maneras, muestran sólo parcialmente lo que sucede con el consumo en el exterior, ya que los saldos en dólares son traspasados a pesos en el resumen mensual. De esta forma, el público no queda endeudado en moneda extranjera sino en la local, aunque la tasa de financiación es más alta para los que no cubren la totalidad del resumen.

La explicación de semejante salto son dos aspectos: uno tiene que ver con el factor estacional, es decir, la necesidad de recurrir a la tarjeta para los gastos realizados en las vacaciones. Pero también juega un fuerte rol el incremento de la brecha cambiaria, ya que los gastos en dólares se pagan al tipo de cambio oficial (o sea $5) y no al valor del mercado informal ($7,60). Para los consumidores resulta mucho más barato usar la tarjeta y luego pagar en pesos que gastar directamente en dólares.

Si bien la estacionalidad juega su parte, vale como dato que en enero de 2012, es decir, en las vacaciones pasadas, el salto en el uso de la tarjeta por vacaciones había llegado a sólo u$s80 millones, con lo que ahora fue casi tres veces mayor.

Ni siquiera el 15% que recarga la AFIP por el uso de la tarjeta fue suficiente como para desalentar las compras en moneda extranjera. Sucede que la brecha entre el oficial y el "blue" se amplió tanto que para los consumidores sigue siendo un gran beneficio utilizar el plástico, que finalmente es uno de los pocos instrumentos para acceder al dólar oficial.

La compra de dólares está oficialmente prohibida desde julio, cuando el BCRA dispuso suspender "temporariamente" la adquisición de divisas para atesoramiento.

El uso de tarjeta de crédito para financiar consumo en el exterior es una vía de pérdida de reservas para el Banco Central. Sucede que las administradoras de tarjeta deben girar los dólares al exterior para hacer frente a los pagos que efectúan los consumidores. Y si bien no se trata de una cifra sustancial, es parte del drenaje que sufrió la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont en el arranque del año.

La caída de reservas acumulada en 2013 ya se aproxima a los u$s1.000 millones. Otros canales de pérdida de reservas relacionadas con el turismo pasan por la compra de pasajes aéreos y cualquier tipo de paquete turístico que se contrate con el exterior. En la medida en que la transacción se efectúe con una agencia de viajes local, no lleva el recargo del 15 por ciento.

La AFIP, por su parte, tendría todo listo para recordarles a quienes viajaron al exterior que deberían incluir en su próxima declaración de Ganancias la obligación de demostrar los ingresos para justificar el viaje. Y de paso, enfatizar que los gastos realizados con la tarjeta en el exterior quedan todos registrados y, por ende, deben ser debidamente explicados.

La idea del organismo recaudador es desincentivar el uso de tarjeta en el extranjero, especialmente en el caso de aquellos que no tienen ingresos suficientes declarados.

El recargo del 15% tuvo un efecto favorable para desincentivar el uso de la tarjeta cuando la distancia entre tipo de cambio oficial y el paralelo era del 30%, pero ahora que la brecha se amplió a más del 50%, está claro que quedó desactualizado.

Distintas fuentes oficiales aseguran, según Ambito, que no está previsto incrementar el sobrecargo en las operaciones realizadas el exterior ni ponerles un límite a las transacciones efectuadas con plásticos (algo que sucede en Venezuela hace años). Sin embargo, todo dependerá de cómo evolucionen las reservas y de las compras que efectúe el Banco Central en los próximos meses.

Si el cepo cambiario no alcanza como está diseñado actualmente para que mejore el stock de reservas, no se pueden descartar nuevas medidas, aunque cualquiera de las que se adopte terminará perjudicando a la clase media, algo inconveniente en un año electoral.