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Cumplió un mes de vida: lo bueno, lo malo y lo feo del plan precios congelados

El Gobierno insiste con la misma fórmula de hace unos años para domar la inflación, esperando un resultado distinto esta vez. ¿Qué cambios trajo el plan? 
04/03/2013 - 09:38hs
Cumplió un mes de vida: lo bueno, lo malo y lo feo del plan precios congelados

Hace poco más de un mes, el Gobierno ponía en marcha su remanido "plan casero" para moderar la inflación.

Una vez más, presionó a los principales supermercados del país para que éstos dejen "congelados" los precios de sus productos por un período inicial de dos meses.

De algún modo, les "endosó" el problema inflacionario que la propia administración kirchnerista supo crear, al obligarlos a no aumentar el valor de la mercadería mientras que -por otro lado- los costos laborales siguen escalando por encima del 20% y la presión impositiva no da tregua.

En este contexto, la noticia para los argentinos resultaba cuanto menos "sospechosa", por el mero hecho de la dificultad que encontrarían las cadenas de retail para cumplir con semejante "hazaña".

Conscientes del gran desafío que implicaba el compromiso que habían tomado frente a Guillermo Moreno, los supermercados pusieron en marcha una serie de estrategias a fin de evitar dos consecuencias inmediatas del "plan freezer":

  • El desabastecimiento en las góndolas.
  • La caída en ventas, producto del "cepo publicitario" que acompañó la medida.

En tanto, el Gobierno festeja de antemano y está a la espera de poder anunciar una abrupta baja del índice inflacionario en febrero que, según ya se anticipa, podría rondar el 1% (desde el "fatídico" 3% real de enero).

Sin embargo, a cuatro semanas de anunciado, el "plan freezer" dista de ser la panacea.

En primer término, porque no se lo ve como sustentable, habida cuenta del alza prevista en los costos laborales y la fuerte presión impositiva.

En segundo orden, porque al haber atado la medida a cuestiones políticas -como la no publicación de avisos en medios masivos- hizo que la misma tuviera un impacto negativo en los mostradores y cajas registradoras. ¿Qué pasó en los comercios?Febrero no fue, precisamente, un mes propicio para las grandes cadenas de supermercados y de electrodomésticos, que debieron sufrir el embate oficial sobre los precios y la prohibición, no escrita, de difundir avisos en medios gráficos masivos.Tampoco lo ha sido para el comercio minorista en general. Al respecto, un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) reveló que casi el 70% de los establecimientos de Capital Federal reportó una baja en la comercialización medida en volumen, en comparación con el mismo mes del año pasado.

El reporte se desprende de un índice elaborado por la entidad construido a partir de encuestas efectuadas a comerciantes porteños de 15 rubros diferentes, distribuidos en las distintas áreas de la Ciudad.

"Viene creciendo el consumo en almacenes y eso pasa cuando el gasto pasa a ser día a día en lugar de a través de compras grandes", explica el economista jefe de la CAC, Gabriel Molteni.

¿Qué pasó los precios?En cuanto a los precios, tal como diera cuenta iProfesional.com, el congelamiento funciona más a pleno cuanto más cerca esté el punto de venta de la lupa oficial.

En el caso de las grandes cadenas, sí se observan muy pocas variaciones en una amplia gama de artículos.

Distinta es la situación, por ejemplo, de los comercios más alejados de la Ciudad de Buenos Aires o del interior del país.

Según el Indice de Precios Barriales, que releva 300 puntos de venta, los alimentos aumentaron 3,71% en febrero en el conurbano frente al mes anterior.

"Los precios siguen aumentando", señala Isaac Rudin, a cargo de la investigación.

El consumidor compulsivo, en retiradaLa afluencia de público también juega un rol clave a la hora de "juzgar" el acuerdo de precios. En este sentido, pisan fuertes dos conceptos fundamentales:

• La mayor dificultad de las marcas para mantener algunas ofertas

• La menor información para atraer a los llamados "consumidores oportunistas compulsivos".

En relación al primer punto, Emiliano Schwartz, de la consultora Tomadato sostiene: "Los empresarios hoy están a la expectativa de cómo evoluciona el plan oficial".

"Hay menos promociones y en algunos supermercados han sido sacadas por completo", indica a iProfesional.com Fernando Aguirre, directivo de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS).

El empresario agrega que "ahora los súper se están reorganizando y acomodando su estrategia comercial al nuevo escenario, viendo si continúan con la rebaja en algunos artículos o, por ejemplo, si pueden seguir ofreciendo el 2x1".

En cuanto a la menor difusión de avisos, Schwartz sostiene que "el hecho de no poder publicar altera la demanda en forma negativa, por la caída del consumo compulsivo".

Es decir, la referida a compra de aquellos productos en los que se prioriza la oportunidad (de adquirirlos a buen precio o como parte de una promo) a la verdadera necesidad de contar con ellos.Los súper y las marcas hacen su juego La aparición de algunos faltantes, la menor información con la que cuentan los compradores, la confusa adhesión de los proveedores de las cadenas y el cortoplacismo del plan oficial son algunos de los puntos que critican los expertos en consumo.

Y alertan que hay gran incertidumbre por lo que pueda ocurrir una vez que los precios se "descongelen". Por lo pronto -y luego de varios meses de fuertes incrementos de precios- el "plan freezer" se presentó como una suerte de "bálsamo" para los consumidores.

Sin embargo, para poder cumplir con lo acordado con el Gobierno, tanto los supermercados como las marcas debieron "barajar y dar de nuevo" en varias cuestiones.

Por el lado de los súper, éstos avanzaron en:

Eliminar las ofertas sobre aquellos productos que se presentan como tentadores para ser "sobre estockeados".

Dar un lugar más protagónico en sus estantes a los artículos de etiqueta propia y a las segundas líneas de productos.

Por el lado de las marcas, las mismas apuntaron a:

Racionalizar la entrega de varios tipos de mercadería. Es decir, dosificar el reparto en un lapso mayor de tiempo.

Reordenar su logística de distribución, para así cumplir primero con los establecimientos que pueden ser más factibles del monitoreo de Guillermo Moreno y dejar relegado al resto.

Diversificar su mix de productos para que así sean menos los alcanzados por el plan congelamiento (es decir, apuntar a más variedad de envases y a un mayor foco en sus líneas premium).

Darle más impulso a los envases chicos y de precios más reducidos. Es así como tienen en carpeta la preparación de nuevos packs que se alejen de los controles de precios.

"Las empresas están pensando en sacar al mercado nuevos envases más chicos y de menor costo", anticipa en diálogo con este medio Adrián Kittner, desde eConsultora.Los consumidores buscan su réditoEl "plan freezer" también ha modificado ciertos hábitos de compra de la clase media. Es que los argentinos tratan de aprovechar al máximo esta "promo oficial".

La búsqueda de paquetes más grandes y el adelantar algunos consumos están a la orden del día, en detrimento de las mencionadas "compras compulsivas o de oportunidad".

"Muchas personas adquieren en un mes lo necesario para dos o tres", señala a iProfesional.com el economista Mariano Otálora.

Sin embargo, en su intento de "hacer negocios comprando", los argentinos se topan con un problema: ya no tienen tan a mano la información sobre descuentos y promociones.

"El hecho de que todas las cadenas no publiquen sus ofertas en los medios masivos impresos hace que hoy la gente esté más desinformada", alerta Martín Leal, profesor de Finanzas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).Un parche contra la inflaciónA la hora de evaluar los resultados del acuerdo de precios, se escuchan voces contrapuestas.

El Gobierno quiere mostrarlos como una victoria para así al menos ejercer influencia en las paritarias que se están cerrando hoy día. Pero los analistas dudan del éxito del "plan freezer" a largo plazo.

Sostienen que no resuelve el problema de los incrementos de precios sino, más bien, posterga la búsqueda de una solución de fondo.

"Hasta el día de hoy, los acuerdos moderaron el nivel de aumentos que se venían registrando en los últimos meses, pero no los eliminaron del todo", apunta Héctor Polino, titular de la asociación Consumidores Libres.

Además, señala que, previo al "freezer" oficial, las marcas ya habían retocado algunos precios para así hacerse de un "colchón" que les fuera útil una vez recibido el "telefonazo" de Moreno, algo que muchos directivos ya preveían.

Polino recuerda la fuerte suba registrada en enero, que fue aún superior a la del mismo mes de 2012.Grietas del plan freezerConsultados sobre las fallas que pueda tener el polémico acuerdo -que hoy sopla la velita de "un mes"- los expertos en consumo señalan algunas limitaciones:

Tiempo de duración: "Al ser por un período de tiempo tan breve, esta medida tiene un alcance muy corto", dice Polino.

Falta de información suficiente: "Como al anunciar el acuerdo no se publicó un listado de precios, los compradores no saben exactamente a qué valor se congelaron los artículos", añade. "Además -recalca- sin las publicidades en medios masivos se le quita al consumidor un punto de referencia para orientarse".

Actores involucrados: el experto explica que "ésta es una medida que hace foco en un solo eslabón de la cadena y que está acotada sólo a algunos actores". Recuerda que "es importante el papel de los productores y del sector industrial, que aún no se comprometieron a mantener los precios".

Sobre este último punto, los expertos coinciden en que el acuerdo -que oficialistas celebran y defensores del consumidor tildan de insuficiente- se apoya sobre un eje endeble: la conducta que tomen los fabricantes.

"Si los productores no mantienen su lista de precios intacta, se cae toda la estructura", alerta Aguirre a iProfesional.com.

Y agrega que, sin este eslabón, la cadena que da soporte al congelamiento de precios no funciona ya que "el supermercado no se puede hacer cargo de todo".El "cepo" publicitarioEl "cepo" a los avisos de promociones en supermercados -que vino de la mano de los acuerdos de precios- perjudicó a los principales medios impresos.

Pero los expertos advierten que, de rebote, un segundo actor salió perdiendo con esta medida: la clase media.

"Por querer complicar a dos o tres diarios perjudican a millones de consumidores que ahora no cuentan con suficiente información", se queja Polino.

Y agrega que, en este punto, se genera una paradoja: la medida, que tendría que beneficiarlos acaba por afectarlos.

"El perjudicado es el consumidor que es, en teoría, el destinatario de estas políticas del Gobierno", opina el experto.El "efecto Cenicienta"Todavía resta un mes de "precios congelados", si bien ya se anticipa que el Gobierno buscará extender el compromiso de los súper.

"Es muy probable que se vaya prorrogando", pronostica Aguirre desde la CAS.

Sin embargo, tarde o temprano, el día post-congelamiento va a llegar y ahí recién se va a poder dar un "veredicto" sobre la efectividad de la medida a largo plazo.

"Probablemente, cuando llegue este día, se produzca un aumento retroactivo de los precios", apunta Leal.

Lo que sí es seguro es que una vez que se acabe el "hechizo", se harán necesarias medidas para resolver el verdadero problema de fondo, que es la inflación.

Una palabra que es clave y que, paradójicamente, fue la gran ausente en las más de tres horas de alocución de Cristina Kirchner el pasado viernes en el Congreso.