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El bloque K en Diputados prefirió homenajear a Chávez que oí­r las primeras palabras del Papa

  Cuando se supo que Bergoglio pasaba a ser Francisco, hubo tensión en el recinto. El oficialismo se negó a interrumpir el recuerdo del líder bolivariano  
14/03/2013 - 11:56hs
El bloque K en Diputados prefirió homenajear a Chávez que oí­r las primeras palabras del Papa

La elección del cardenal Jorge Bergoglio como el nuevo Papa no cayó bien en el kirchnerismo.

Pese a

la carta de felicitación de la presidenta Cristina Kirchner, el Gobierno demostró su malestar con pequeños gestos. En Canal 7 apenas tomaron la noticia, transmitió un flash informativo y luego mantuvieron su programación habitual en la que se emitía el programa infantil Paka Paka.

Pero más grave es la tensión que se generó en la Cámara de Diputados. Cuando el Vaticano anunció que el flamante pontífice era Francisco I, los diputados del bloque oficialista se negó a interrumpir su homenaje al líder venezolano, Hugo Chávez, fallecido la semana pasada.

"¡Hay Papa y es argentino!", anunció el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

La noticia, que había comenzado a correr entre las bancas segundos antes, conmocionó al recinto en plena sesión. En la bancada opositora estallaron los aplausos; algunos se estrechaban en abrazos. En el oficialismo, en cambio, el nombre de Jorge Bergoglio dejó a todos atónitos, con el rostro desencajado. Como si vivieran una derrota, describió el diario La Nación.

El diputado Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza) reclamó un cuarto intermedio en la sesión para escuchar las primeras palabras del flamante papa Francisco. Se sumó la diputada Graciela Camaño (Frente Peronista-Buenos Aires). No tuvieron suerte.

"¡Andá a escucharlo vos!", le respondió alguien desde la bancada oficialista. Hubo algunos gritos cruzados que no pasaron a mayores. La mayoría oficialista decidió continuar con la sesión y, con ella, el homenaje del Legislativo al recientemente fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

La oposición no se quedó quieta. En el radicalismo surgió la idea de redactar, allí mismo, un proyecto de resolución para expresar el beneplácito por la designación del cardenal Bergoglio. "Vamos a ver qué hacen ahora los kirchneristas", se solazaban algunos radicales.

En el oficialismo, mientras tanto, reinaba el desconcierto. El diputado Ricardo Buryaile (UCR-Formosa), secretario del bloque radical, se acercó al jefe de los diputados oficialistas, Agustín Rossi (FPV-Santa Fe), y le anticipó la intención de avanzar en el momento con la resolución de beneplácito.

Rossi pidió un tiempo para hacer las consultas respectivas. Un eufemismo para decir que debía llamar a la presidenta Cristina Kirchner, que, hasta ese momento, no se había pronunciado públicamente sobre la cuestión, y sólo lo hizo al finalizar un anuncio de entrega de viviendas en Tecnópolis, junto a gobernadores y ministros. Antes había hecho pública una fría carta de felicitación.

Poco después Rossi anticipó en el recinto que apoyarían la resolución. Así lo hicieron, casi al finalizar la sesión. Ella dice, textualmente: "Declarar en representación del pueblo argentino el orgullo, la emoción y el beneplácito que provoca la designación del cardenal Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana, papado para el que ha elegido el nombre de Francisco I. Independientemente de nuestras creencias, abogamos para que sea capaz de guiar, no sólo al pueblo católico, sino de contribuir a encontrar la paz en el mundo".

Para evitar situaciones incómodas, Domínguez hizo votar la resolución a mano alzada, sin identificación de los legisladores. Previamente la habían firmado todos los presidentes de los bloques.

No hubo debate. El oficialismo quiso, y así lo logró, que la cuestión no insumiera más que unos pocos segundos. "Por mayoría, la resolución queda aprobada", sentenció Domínguez, quien rápidamente pasó a otro tema.

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