Fondo buitre acusa a la Argentina de poner en riesgo las finanzas globales
Gracias al respeto que merece el sistema legal de Estados Unidos los emisores de bonos de todo el mundo, incluyendo a la propia Argentina, regularmente ahorran cientos de puntos básicos en intereses anuales simplemente por el hecho de emitir bonos regidos por la ley de Nueva York y sus cortes.
"Argentina es el mejor ejemplo en el mundo de cómo un país no debe tratar a sus acreedores. El sistema financiero global está en riesgo por recompensar esta conducta y no por hacer cumplir los contratos", escribió hace unos días Mark Brodsky en el Financial Times.
Es el dueño de Aurelius, un fondo que creó en 2005 y que bautizó en honor del estoico emperador romano después de nueve años bajo la tutela de Paul Singer. Sí, el mismo que embargó la Fragata y que encabeza Elliott, el fondo buitre que junto a Aurelius hoy batalla contra la Argentina y pugna por cobrar u$s1.300 millones.
La carta de Brodsky, bajo el título "Es la Argentina la que pone en riesgo las finanzas globales", viene a cuento de una columna del magnate mexicano David Martínez, dueño del fondo Fintech, que entró en el canje y que hoy está en la esquina opuesta del ring, junto con otros pesados de la industria como el fondo Gramercy. Sus pagos se ven amenazados por la orden de embargar cualquier desembolso a bonistas para pagar a los fondos buitres, dice un artículo de El Cronista.
"¿Por qué el juez no advirtió a los acreedores de sus intenciones en los fallos sobre la reestructuración de 2005? Ni por un momento nadie que haya participado pensó que podía ordenar que sus pagos de intereses fueran utilizados para satisfacer los reclamos de los holdouts. Con este precedente, ¿por qué un acreedor aceptaría una quita en su deuda? Uno puede relajarse y recibir la totalidad de su reclamo del flujo de pagos destinado a quienes ayudaron a crear una condición financiera sustentable", denuncia Martínez, también accionista de Cablevisión, en una nota titulada "Los jueces de EE.UU. ponen en riesgo las finanzas globales".
Todos los buitres, gigantes entre los fondos de cobertura, son en realidad especialistas en deuda en problemas. Pero hoy la Argentina los enfrenta en un verdadero duelo. "Primero, el señor Martínez asegura que la decisión del juez Thomas Griesa impedirá las reestructuraciones soberanas. Toda la evidencia empírica indica lo contrario. Por ejemplo, luego del fallo, Grecia llevó adelante una reestructuración mayor que la de Argentina y Belice completó una reestructuración consensuada de todos sus bonos con ley Nueva York", apunta Brodsky, egresado de leyes de Harvard al igual que Singer, apodado alguna vez el "George Soros republicano".
Una anécdota resume su fama de duro: Aurelius compró u$s5 millones en deuda de Dubai World a mitad de precio y fue el último holdout. Se mantuvo firme en su rechazo de la oferta luego de que todos los demás acreedores habían aceptado. Eventualmente, el emirato le compró al fondo su tenencia por casi todo su valor antes que litigar en los tribunales.
En sus años en Elliott, es conocido el episodio en el que obligó a un juez federal a recusarse en un caso de bancarrota al argumentar que se había reunido en forma separada con las partes.
"Desafía la credulidad sugerir que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner provocará un default de miles de millones de dólares -exponiéndose a una nueva crisis económica y la posibilidad de que ella y su partido deban dejar el Gobierno- antes que pagar u$s1.300 millones, una pequeña fracción lo que el país paga anualmente a otros bonistas. Por el contrario, la Argentina ha transmitido en forma repetida a los mercados que seguirá pagando la deuda vigente", lanza el ejecutivo.
La visión de Martínez, por supuesto, está en las antípodas. Y si bien su argumentación se centra en la aberración que supone pisotear derechos de terceros (bonistas del canje), no deja de elogiar la estrategia K.
"En la mayoría de los casos, los países deciden pagar para evitar el acoso. El liderazgo argentino, que sabe cómo dar pelea, optó por defenderse de los fondos más litigiosos del mundo, que hoy quieren cobrar. Estos fondos están buscando beneficiarse de la mejora en la capacidad de pago de Buenos Aires como resultado de las pérdidas que asumió la mayoría en el canje".
Hasta hace poco, Martínez también estaba enfrentado a Elliott en los tribunales por el caso de Vitro, la mayor fabricante de vidrios mexicana. Pero la empresa acaba de cerrar un acuerdo después de más de dos años de litigio. Fintech lo hizo posible al comprar los bonos de todos los fondos en litigio en una operación que el propio Martínez calificó como "empate", ya que los demandantes consiguieron un retorno pero moderado.
"Participé en casi todas las reestructuraciones soberanas de los últimos 25 años [...] Las predicciones escatológicas son comunes en estos momentos. Recuerdo claramente cuando México y Brasil eran desestimados como casos perdidos por funcionarios que asumían que nunca recuperarían acceso a los mercados globales", sostiene Martínez en su artículo.