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Sepa cómo la tecnologí­a "hiperconectada" cambiará su vida en los próximos años

Visionarios y gurúes tecnológicos compartieron las formas en que diferentes tendencias informáticas modificarán la existencia de millones de personas
18/04/2013 - 07:41hs
Sepa cómo la tecnologí­a "hiperconectada" cambiará su vida en los próximos años

Si usted es usuario de uno de los 918 millones de teléfonos móviles inteligentes que se venderán este año en el mundo, según la consultora IDC, conozca cómo ese dispositivo y la tecnología “hiperconectada” que tiene embebida cambiará su vida en los próximos años.

Algunos ejemplos: recibirá en su celular ofertas personalizadas del supermercado cuando regrese a su hogar y reciba allí a sus amigos. O si requiere asistencia médica de emergencia, el móvil enviará automáticamente un SMS o e-mail a su pareja o familiar más cercano para avisar a cuál hospital será trasladado.  

Este proceso transformador y transversal fue descripto en profundidad durante el primer día de “The Be Mobile Conference”, que se realiza esta semana en la ciudad estadounidense de Miami, organizada por el fabricante de celulares BlackBerry.

Con la participación de periodistas de 60 medios de América latina (entre ellos, iProfesional) y expositores provenientes de 15 países, las sesiones tienen un denominador común: son mucho más importantes las aplicaciones y las actividades que el usuario realiza en su equipo y entre éste y otras máquinas que el hardware en sí.

¿Por qué el centro de este proceso es el teléfono móvil inteligente o “smartphone”?  Es el dispositivo tecnológico con mayor alcance masivo, y que posee múltiples sensores que habilitan a tecnologías como, entre otras, el análisis de datos (“Big data”), la computación en la nube (“cloud computing”), y las comunicaciones entre máquinas (M2M, sigla en inglés por “machine to machine”).

No se trata de un fenómeno propio de los Estados Unidos, Europa o Asia. El uso de los teléfonos inteligentes se duplicará en América latina en los próximos tres años, según informó Wes Nicol, director regional de América latina para BlackBerry.

El ejecutivo puso este ejemplo: en los Estados Unidos, para 2014 el uso de Internet desde dispositivos móviles superará a los de los equipos de escritorio, y recordó que “un hogar (norteamericano) promedio tiene 24 dispositivos portátiles”.

En la misma conferencia, William Stofega, director del Programa de Tecnologías y Tendencias de Dispositivos Móviles de IDC, estimó que este año se venderán 81 millones de “smartphones” en América latina.

Este analista resaltó que mientras el mercado de los países desarrollados occidentales se está saturando, América latina “tiene mucho espacio de crecimiento” y se prevé un aumento exponencial entre el 2012 y 2017.

“Teléfono dependencia”El escritor inglés y “visionario” tecnológico Alan Moore describió el lugar preponderante que el teléfono móvil en particular y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en general tienen en la vida de las personas.

Aunque no reveló la fuente de sus datos, este investigador aseguró que en una encuesta el 61% de los encuestados dijo que lo primero que se fijan de ellos es el celular, al cual miran 150 veces al día, un número que supera los 200 si es un propietario de un “smartphone”.

El mundo está cubierto por redes móviles en un 80%, señaló Moore, lo que conforma un “ecosistema que respira vivo alrededor del planeta”, y a través de la cual circula “una explosión increíble de datos interconectados”.

Un ejemplo de este proceso de interconexión son las ciudades inteligentes (“Smart Cities”), con sensores del tránsito y el clima. 

Estos centros urbanos tecnologizados (ejemplos, Río de janeiro y Estocolmo) serán una de las causas por las cuales entre 2013 y 2016 aumentará 22 veces la cantidad de información entre máquinas, sin intervención humana, dijo Moore.

Esta explosión de datos generados por los millones de propietarios de dispositivos móviles (recuerde el dato del inicio: este año se venderán 918 millones de “smartphones” conectados a Internet) permitirán utilizarlos para manejar situaciones de crisis a partir de reportes enviados por los propios usuarios.

Un ejemplo de esto fue en 2011 el terremoto y el tsunami en Japón, o los recientes atentados en la ciudad estadounidense de Boston, con fotos, videos y textos emitidos por testigos de estos episodios.

Sin embargo, Moore esbozó un paso más allá: a través de la captación y el análisis en tiempo real de esas masas de datos se predecirán conflictos sociales con algoritmos específicos.

Recordó al respecto lo sucedido en los atentados en la estación madrileña de Atocha el 11 de marzo de 2004, cuando el entonces gobernante Partido Popular le endilgó la autoría al terrorismo vasco (ETA). Los ciudadanos rechazaron por las redes sociales esa adjudicación, lo que permitió entrever un abrupto cambio de posición electoral a pocas horas de las elecciones que luego le dieron el triunfo al socialismo. La novedad es que se podrá hacer estas predicciones en tiempo real.

Otro campo donde las TIC estarán cada vez más presentes, según Moore, es el cuidado de la salud, en pacientes de enfermedades crónicas, e incluso en los niños. Por ejemplo, existen espacios recreativos (“Smart Playgrounds”, plazas con juegos que miden el ejercicio de los chicos. 

En sintonía con pronósticos similares de otros analistas, el escritor vaticinó la próxima “muerte” de la transmisión de televisión por culpa de Internet y en especial YouTube, y vaticinó que en 2015 se venderán bienes por 30.000 millones de dólares por las redes sociales y en los dispositivos móviles.

Otra tendencia identificada por Moore es la sincronización del usuario con otros usuarios de redes sociales y móviles, descripta como “pinwheel”.

Se trata de “caminar con los zapatos de otras personas y ver el mundo a través de los ojos de otros”. ¿Cómo? Simplemente viendo lo que esas personas han compartidos en espacios públicos sobre el lugar y la situación dónde se encuentran, a la manera de lo que ya ocurre con redes de geolocalización como FourSquare.

Debajo, la exposición completa de Moore, grabada por el enviado especial de iProfesional a Miami:

http://www.youtube.com/watch?v=HHe_il47Ax8&feature=youtu.be

Umbrales tecnológicos“Estamos en medio de una serie de eventos umbrales que abrirán una nueva era de las comunicaciones. Cuando uno atraviesa un umbral, ya no hay regreso posible a lo anterior”. La afirmación de Andrew Lippman, fundador del famoso laboratorio de medios (MediaLab) del célebre Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) suena pretenciosa, pero a la luz de los diferentes procesos que describió resulta ajustada.

Por ejemplo, el crecimiento indetenible de la lectura en pantallas, como libros electrónicos y tabletas y “smartphones”, la irrupción del teclado informático en el living de la casa gracias a los televisores inteligentes (“Smart TV”), 

Pero no es un cambio que protagonizarán élites. En los próximos tres años, según Lippman, unas 5 mil millones de personas tendrán un teléfono móvil inteligente. Y además, este cambio se acelerará por su adopción a edades cada vez más tempranas.

El investigador del MIT lo puso en estos términos: la principal tecnología del siglo XX fue el automóvil. Recién a los 16 años se podía (y puede en general) tener una licencia para conducir un coche. En cambio, señaló que hoy es usual ver a niños de cuatro años interactuando con “smartphones” y tabletas.

Lippman propuso un abordaje al mundo hiperconectado a través de un proceso general como el “entendimiento digital”, provocado por cuatro tendencias que maduran a la vez y se dan en conjunto.

La primera de esas tendencias es la analítica, conocida más como “Big Data”, aunque no por la gran cantidad de datos sino por la profundidad y el alcance del análisis.

Por ejemplo, los supermercados, que recaban datos de sus clientes desde hace décadas, podrán interrelacionar esos registros con la información médica de sus clientes y su geolocalización y su historial de consumos.

La segunda tendencia es la aplicación de tecnologías desde el punto de vista de la psicología conductista, que deriva en la economía de las conductas. 

Así, a partir de registros de la epidermis o la tensión arterial u otras manifestaciones de un estrés nervioso o de inicio de pánico, se podrán predecir y prevenir hechos provocados por conductas irracionales.

La tercera tendencia es la masificación de los sensores y las tecnologías que precisan la ubicación, el movimiento y la temperatura de personas y objetos, y la cuarta, la interrelación e interacción del usuario con su ambiente físico a través de las TIC.

Ejemplos de estas dos últimas tendencias es el automóvil autónomo de Google, el Google Car, cuyos prototipos ya recorrieron unas 300 mil millas a modo de prueba. 

Debajo, la exposición completa de Lippman grabada por el enviado especial de iProfesional a Miami:

http://www.youtube.com/watch?v=VhOTE8ifkvk&feature=youtu.be

Nuevos derechosEste mundo hiperconectado supone nuevos marcos legales y cambios tecnológicos básicos que aseguren su permanencia. Por ejemplo, Lippman mencionó que “la conectividad debe ser un derecho humano”, una categoría que ya se contempla a nivel constitucional en la provincia argentina de San Luis.

También reconoció el investigador del MIT que hace falta una tercera red, punto a punto, que permita a los usuarios conectarse entre sí en situaciones de crisis, cuando Internet o la red general se caen.

Este mundo hiperconectado genera además dos niveles de relaciones, según Lippman: el real del ambiente físico y cotidiano, y el artificial o virtual que puede tener alcance mundial.

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