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Este fue el resultado de los 10 "planes para todos y todas" que lanzó el Gobierno en década K

Si algo caracteriza al kirchnerismo es querer demostrar que la culpa de los altos precios la tienen los empresarios. Y que las cosas pueden ser más baratas
31/05/2013 - 09:48hs
Este fue el resultado de los 10 "planes para todos y todas" que lanzó el Gobierno en década K

Primero fueron los "créditos para todos", incluidos en el Plan Inquilinos que impulsara Néstor Kirchner durante su mandato presidencial.

Luego vino el de las heladeras, el de los autos 0km, bicicletas, televisores LCD, el de carne porcina, el de los supermercados y hasta el de las milanesas.

Si algo ha caracterizado al oficialismo, ha sido su voluntad de promover iniciativas orientadas -al menos en su génesis- a darle impulso al consumo en los más variados segmentos de actividad.

Ahora, tras un largo derrotero del "para todos", el kirchnerismo revalidó la apuesta con una canasta de indumentaria y calzado que, de la mano de bajos precios, se ofrece en los supermercados.

El nuevo plan, bautizado como "Ropa para todos", consiste, según Marco Meloni, titular de Fundación ProTejer, en un "kit" que incluye prendas (jean o pantalón de gabardina, zapatillas, zapatos, medias, camisa y remeras) a la módica suma de 300 pesos.

Esta iniciativa invita a repasar cuáles han sido los resultados de los más de 10 planes de este tipo que el Ejecutivo ha puesto en marcha en estos últimos años.

1. Inquilinos, el primer intento

Para encontrar el debut de los planes "para todos" ideados por el kirchnerismo, hay que remontarse a agosto de 2006 cuando, en compañía de la por entonces ministra de Economía, Felisa Miceli, Néstor Kirchner presentó el Plan Inquilinos.

La iniciativa contemplaba el otorgamiento de créditos de hasta $300.000 para la compra de un inmueble.

La idea era que los bancos otorguen ese dinero a plazos de hasta 20 años y con una cuota similar a la de un alquiler.

Sin embargo, no se tuvo en cuenta -por ejemplo- que a una familia que pagaba $700 por una locación le correspondería un crédito de $80.000 y que esa cifra sólo le alcanzaba para un monoambiente en la zona sur de Capital.

Así las cosas, la propuesta al año de haber sido presentada oficialmente terminó por desmoronarse.

Según la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), apenas su pudieron otorgar unos 10.000 créditos.

2. Frío de heladeraEn 2008, el Gobierno volvió a la carga con otra propuesta destinada a impulsar el consumo: el Plan Canje de Heladeras, también conocido como "Heladeras para todos".

En su debut, durante el último tramo de ese año, la iniciativa permitió agotar el stock de los comerciantes en sólo dos días. Claro que no fue muy difícil batir ese récord, porque las unidades que se dispusieron para la venta fueron muy escasas.

El entusiasmo de los interesados duró muy poco, ya que en el fin de semana posterior al lanzamiento los modelos "en oferta" desaparecieron.

El stock era tan acotado que casi nadie logró canjear su viejo equipo por uno nuevo.

A los pocos meses, las mismas cadenas reconocían que nunca pudieron reponer la reducida entrega inicial. Las listas de espera de interesados se fueron acrecentando y, a la par, se generaron inconvenientes en la fabricación que terminaron echando por la borda la iniciativa.

Se vendieron apenas entre 2.000 y 3.000 unidades. Más de la mitad, a través de Garbarino, Frávega y Red Megatone. El resto, en comercios más chicos y cadenas de supermercados.

Así, quedó muy lejos el objetivo inicial que era el recambio de unos 100.000 equipos.

3. Autos, con velocímetro en ceroA principios de 2009, y tras los tropiezos de los planes hipotecarios y el de heladeras, el Gobierno puso en marcha otra iniciativa, esta vez para estimular las ventas de autos 0km.

¿Quién la financiaría? Una vez más, la caja "salvadora" de la Anses.

Ya en el primer semestre del año, el plan dio muestras de su poco éxito: se concretaron apenas el 5% de las 100.000 operaciones previstas para el primer período.

El plan surgió con la idea de reactivar la venta de vehículos, a través de créditos accesibles apalancados con el aporte de recursos de la entidad.

En una primera instancia, las concesionarias habían visto con buenos ojos la iniciativa oficial, por sus efectos directos e indirectos en cuanto a la captación de nuevos clientes.

Pero, al año de su puesta en marcha, vendedores de todo el país reconocieron que no se había modificado el "velocímetro" de ventas.

Las estadísticas reflejaron esos dichos: a nivel nacional -según los registros de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA)- 2009 cerró con un total de apenas 13.000 vehículos comercializados bajo el paraguas de la Anses. Finalmente, el propio mercado se encargó de ponerle fin al plan.

4. Taxis y camiones

La industria automotriz también tuvo otros planes "para todos", como aquellos orientados a taxis y camiones.

Corría el 2009 y entre la catarata de anuncios oficiales apareció la iniciativa para renovar este tipo de vehículos.

"Aquí estamos, al pie del cañón, como siempre, con mucha fuerza, con mucha convicción, sabiendo que estamos en el camino adecuado y soportando lo que haya que soportar para ponernos también junto a los argentinos el país al hombro", decía la Presidenta en la presentación de la iniciativa.

En la práctica, la misma consistía en que los interesados puedan abonar un 50% del monto al contado y, en forma previa a la recepción del vehículo, el saldo en 24 cuotas fijas al 11% anual. Sin embargo, pasó algo similar que con los 0km de particulares.

En un principio, los taxistas que alquilaban se habían interesado. Luego, la falta de precisiones hizo que éstos se inclinen por otro tipo de financiamiento, como el ofrecido por las automotrices en sus planes de ahorro.

La iniciativa no despegó y curiosamente nunca fueron difundidos ni los modelos ni los precios ofrecidos por cada línea.

Los camioneros, en tanto, también tuvieron otro plan para renovar utilitarios y camiones.

Sin embargo, las restricciones de dicho plan llevaron a que sólo fuera la firma Iveco la única empresa privada que ofreciera vehículos pero sin grandes resultados a la vista.

5. Bicicleta pinchada

Si hubo una iniciativa oficial para autos, taxis, camiones y utilitarios, ¿por qué no para bicicletas?

En marzo de 2009, el kirchnerismo se propuso otorgar beneficios para la renovación de bicis que, a los pocos meses "se pinchó", de acuerdo con lo expuesto por Enrique Españón, por entonces secretario de la Cámara Argentina de Comercio Minorista y Mayorista de Bicicletas (Commbi).

Esta vez, la apuesta apuntaba a promover la demanda y a facilitar la renovación de unas 200.000 unidades existentes. La idea contemplaba precios acordados con la participación de toda la cadena, con rebajas en los valores de entre el 22% y el 41%, según el modelo.

¿Cómo era la operatoria? Consistía en entregar la bicicleta usada en comercios habilitados para acceder a una unidad nueva, en 12 cuotas fijas con un interés del 11% anual.

"Se ha trabajado mucho en este tema, en un esfuerzo conjunto con la cadena de comercialización", decía en su entonces la actual ministra de Industria, Débora Giorgi.

El programa contemplaba cinco modelos pero, paradójicamente y en simultáneo con esta iniciativa, el Gobierno comenzó a trabar las importaciones de insumos -como neumáticos y rayos- lo cual afectó a los fabricantes de estos rodados.

El plan se mantuvo vigente durante ese año sin grandes resultados. Y se multiplicaron los casos de bicicleteros que certificaban que nunca habían podido ofrecer el aparente beneficio oficial.

6. LCD para muy pocos

En julio de 2011 hizo su debut otro plan de resultado dispar: "LCD para Todos". La consigna era sencilla: acercar a los sectores de menores ingresos tecnología de punta a bajo precio y financiación a largo plazo.

El plan en cuestión comprendía la venta de televisores de pantalla plana de 32 pulgadas con sintonizador de TV digital incluido y en 60 cuotas, a una tasa de interés bonificada.

Un mes después, su expansión ya acusaba complicaciones para garantizar el abastecimiento y, en paralelo, dejaba a merced de las cadenas asociadas a la propuesta el definir cómo sería la venta de equipos.

Ya en octubre de ese año, iProfesional daba cuenta de la confusión reinante y explicitaba la preocupante falta de stock en los locales de electrodomésticos de todo el país.

El consultor Enrique Carrier alertaba sobre el final apresurado que iba a tener la iniciativa: "El inconveniente de los planes de este tipo es que se anuncian sin ajustar previamente la producción, lo cual deriva en la previsible falta de stock".

Hacia fines 2011, el panorama se presentaba mucho más complejo. La mayoría de los comercios apenas ofrecía un único modelo en alguna que otra sucursal.

Luego, con el arranque de 2012, el plan "LCD para Todos" directamente "se apagó".

¿El resultado final? Ni el Gobierno ni las cadenas que participaron de la iniciativa se animaron a detallar cuántas unidades se vendieron mediante este plan.

7,8,9,10... Cerdo, lácteos, merluza y milanesas

Pese a los continuos reveses o resultados dispares, el kirchnerismo nunca cesó en su intención de avanzar en planes tanto para incentivar el consumo como para -en determinados momentos- enfrentarse a las grandes cadenas del sector alimenticio en la lucha por el control de precios.

De ahí que, junto con la iniciativa "LCD para Todos", 2011 fue el año en el que también debutaron carne de cerdo y lácteos también "para todos".

Ambos planes representaron una continuidad del llamado "Pescado para Todos" que el oficialismo había implementado en 2010 para paliar los faltantes de merluza durante las Pascuas.

El de carne de cerdo y lácteos se basó en una iniciativa de Guillermo Moreno, implementada junto con la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP).

Contempló la disposición de dos camiones que, durante menos de un año, recorrieron el Conurbano ofreciendo dos canastas: 4 kilos de distintos cortes a $30 y otro a $40 con carne "premium".

Para el caso de los productos lácteos, se fijaron valores para una gran cantidad de artículos, desde la leche, pasando por quesos, yogures y postres. Se ofrecieron "paquetes" de mercadería a $25 y a $40.

En su momento, la Presidenta recorrió puestos levantados para el plan, probó algunos de los quesos que se comercializaron a precios menores a los de mercado, y hasta se animó a recomendar una dieta: "Primero hay que comer cerdo, luego carne avícola y después vacuna".

Pero, sin dudas, uno de las propuestas que despertó mayor cantidad de observaciones fue la de "Milanesas para Todos" que la administración K promocionara en febrero de 2011. Pese a la difusión, su vigencia no superó el año.

"Me llegó a Olivos una caja de 'Milanesa para Todos', de 1 kilo. Las probé en familia. Máximo (Kirchner) me preguntó si serán así para todos", aseveró Cristina, durante los primeros días de lanzado el nuevo plan.

"Chicas, las que no quieran cocinar, largan la milanesa en el sartén o en el horno. Está buenísima, yo comí", aconsejó.

Junto con este nuevo intento, también hubo espacio para pensar otras iniciativas tendientes a "combatir" los altos precios de las grandes cadenas. Una de ellas fue "Supermercados para Todos", que nunca logró ponerse en marcha.

Ahora, este 25 de mayo, debutó la "ambiciosa" propuesta "Ropa para todos".

"Si se revisa lo sucedido con todos los anuncios, se puede anticipar cómo terminará la historia con la ropa. Lamentablemente, a muchos empresarios no les queda otra alternativa que adherir. Ya sabemos cómo actúa Guillermo Moreno", comentaron a iProfesional fuentes del rubro textil.

Pero quizá eso no importe. Tal vez en esta oportunidad funcione y sea la excepción a la afirmación que Albert Einstein alguna vez dijera: "No hay mayor signo de locura que hacer la misma cosa una y otra vez y esperar que los resultados sean distintos".