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Del "traje a rayas" a la "ropa blanca" para evasores, mientras la clase media paga impuestos

La presión impositiva no para de crecer. Pero esta situación se contrapone con el proyecto de blanqueo de capitales anunciado por el Gobierno
12/05/2013 - 13:01hs
Del "traje a rayas" a la "ropa blanca" para evasores, mientras la clase media paga impuestos

Todo cambia en el mundo de la moda.

Si en otra temporada se había llevado los aplausos un modelo de "traje a rayas" -aquel que, al asumir la Presidencia, prometía Néstor Kirchner para los evasores-, una década después los herederos encargados del diseño prefieren vestir, a ese mismo público en situación irregular, con "prendas blancas" que se dan sin cargo.

La metáfora, se refiere al plan de "exteriorización voluntaria" de dólares no declarados anunciado por el Gobierno el miércoles pasado, que aparece como la contracara de la creciente presión que la AFIP y las políticas económicas ejercen sobre la clase media y media baja que tiene sus ingresos y bienes en blanco.

Los impuestos a las ganancias y al patrimonio y las cuotas del monotributo hoy se pagan sobre bases imponibles desactualizadas frente a la inflación. Avanza además la modalidad de pagos a cuenta, que obliga a saldar obligaciones antes de tiempo y con riesgo de quedar con saldo acreedor.

Y los contribuyentes quedan en la mira de controles que, si bien son inobjetables en sí mismos, alcanzan puntos controvertidos, como el caso de la presunción de que ciertas familias tienen servicio doméstico no declarado, según consigna el diario La Nación.

O las intimaciones del Banco Central por haber obtenido dólares en el exterior mediante mecanismos habilitados. (Lea más: Traer plata negra se puede, sacar dinero blanco no: ¿cómo defenderse ante intimación por retirar dólares en el exterior?).

Desde el lado de las cuentas públicas, la recaudación logró crecer en buena medida de la mano de un esquema impositivo que suma distorsiones.

En abril, según observa la economista Soledad Pérez Duhalde a La Nación, de la consultora Abeceb.com, el IVA por consumo interno creció muy por debajo de la inflación (13,6% interanual), en tanto que Ganancias, "que ya incluye a quienes no deberían tributar por el salario real que cobran", tuvo un incremento de 40,5%, que superó a la suba generalizada de precios.

Por todo ello, más allá del análisis de los resultados del blanqueo, no pocos advierten que un mensaje contradictorio y desalentador se desploma sobre la sociedad cuando se le perdona todo a quienes conscientemente evadieron.

Con el proyecto, que ya ingresó al Poder Legislativo para su debate, el Gobierno se propone recibir dólares que estén guardados -y sin declarar- dentro o fuera del país, para canjearlos por un instrumento financiero: el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) que emitiría el Banco Central, o el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade), que tendría su versión pagaré y que abonaría intereses en forma semestral, de 4% anual.

Los funcionarios del área económica defienden la medida al decir que los fondos que están fuera del circuito económico formal podrían hacer un aporte positivo. Se apunta, en particular, al sector energético y al inmobiliario, que sufre una parálisis por la generalizada prohibición de comprar dólares dispuesta por el Gobierno, que aparece derrotado en su lucha por pesificar las operaciones.

"Para que se invierta, el primer examen a pasar por un gobierno es dar confianza", señala César Litvin, presidente del Instituto Tributario, que sostiene que, al llevar fondos al exterior, un ahorrista considera que ésa es una forma de "proteger su patrimonio", más allá de la cuestión impositiva. Y entonces habrá que ver si se cree que existe una situación propicia para hacer volver el dinero.

"Se estima que el bono que vencerá en 2016 tendrá un precio de negociación en el mercado secundario de entre 75 y 85 centavos por dólar; eso es un costo alto para que la gente se entusiasme", evalúa el ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews.

Y agrega que la medida responde a dos objetivos del Gobierno: reactivar el malherido sector de la construcción y juntar dólares, en un contexto de reservas en baja.

"Los blanqueos generan la discusión sobre la equidad", reflexiona el economista.

En declaraciones al matutino porteño, Litvin sostiene que la medida debería llegar acompañada por un descuento impositivo en favor de los cumplidores, para evitar la desmotivación. "Debería ser algo importante, no un caramelito", refuerza.

Además, las transferencias de fondos quedarán exentas del impuesto sobre créditos y débitos bancarios, una de las cargas consideradas más distorsivas entre las que pesan sobre personas y empresas.

¿Cómo es la situación actual?

  • En Ganancias, la deficiente actualización del menor ingreso alcanzado por el impuesto y el congelamiento de los parámetros que definen qué alícuota paga cada contribuyente, provocan que por la suba nominal de salarios, jubilaciones o facturación de autónomos, se eleve la tasa efectiva del tributo (el porcentaje del ingreso con el que se queda el fisco) aun cuando el poder adquisitivo sea igual o inferior.
  • En Bienes Personales, la base para tributar ($305.000) no se ajusta desde 2007. "En los '90 para tributar había que tener al menos dos departamentos de dos ambientes en Capital; con uno de tres no se llegaba; la base actual equivale a un monoambiente", grafica Andrés Méndez, de AMF Economía.
  • El monotributo, por su parte, mantiene congelados desde hace más de una década los montos de facturación tope para estar en cada una de las escalas y tampoco se actualiza el ingreso máximo para estar en el sistema. Sobrepasar esa cifra empuja al contribuyente al régimen de autónomos, con un costo comparativamente mucho más alto.

"Algo va a llegar -responde Eduardo Levy Yeyati, de Elypsis, consultado respecto de los posibles resultados-; hay dinero que en algún momento se quiere blanquear, básicamente para poder consumir." El tema, agrega, es que la adhesión "implica confesar que se estuvo evadiendo y uno puede pensar que quedaría en una lista de la AFIP".

Entre las curiosidades, dice Levy Yeyati a La Nación, está el hecho de que sólo se ingresará en el plan con moneda extranjera.

Relata un tributarista que en una comunicación enviada a un monotributista se lo instaba a informar cómo cubría los gastos con su nivel de facturación, cuando, en realidad, la persona percibía un salario en blanco como principal fuente de ingresos. "El problema está cuando frente a esas cosas alguien se entera de que hay otro monotributista que se compra la máquina de imprimir billetes", ironiza Méndez, en referencia al caso de supuesta corrupción que involucra al vicepresidente, Amado Boudou.