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Locales vací­os "al por mayor", reflejo de la dura realidad de quienes alquilan un negocio a la calle

Los espacios sin rentar se instalaron con fuerza y ya forman parte de la "escenografía" urbana y del interior. Las persianas se cierran junto a la ilusión
18/05/2013 - 11:30hs
Locales vací­os "al por mayor", reflejo de la dura realidad de quienes alquilan un negocio a la calle

Al recorrer las distintas calles de Buenos Aires, se observa la preocupante "escenografía" que trajo la fría economía a lo largo de todo este último tiempo: la cantidad de locales comerciales vacíos, que especialistas del sector ya tildan de récord.

Señalan que hay que remontarse, al menos, unos diez años para dar con una situación comparable a la actual.

Sucede que la combinación de factores negativos -como la incertidumbre económica, la inflación, el cepo al dólar y la fuerte baja en la rentabilidad- sigue cobrándose más y más damnificados.

Y esto se observa no sólo en puntos de venta emplazados en lugares que podrían llamarse secundarios o de poco tránsito. También, en aquellos otros que tiempo atrás gozaban de una sostenida demanda.

Tal es así que -por citar un simple ejemplo- hoy se dan situaciones como las que se registran en la zona delimitada por Callao, Cerrito, Santa Fe y Alvear, donde iProfesional constató la existencia de más de medio centenar de locales vacíos.

Un panorama similar se visualiza en calles que han sido siempre referentes, como Montevideo, Uruguay o la propia peatonal Florida, zona en la que ya es común toparse con varios negocios sin actividad en pocas cuadras.

"El nivel de vacancia viene elevándose cada vez más. Hoy está cómodamente por encima del 10 por ciento. Y esto pese a que los valores de alquiler, en la mayoría de los casos, casi no sufrieron modificaciones", afirmó a iProfesional Juan Cruz Beccar Varela, gerente de la división retail de LJ Ramos.

"La gran mayoría siente con fuerza la caída del consumo. Además, hay rubros que se ven afectados por las trabas a las importaciones y otros por las restricciones al dólar, como las casas de cambio", agregó.

Para Beccar Varela, hay algo más preocupante aun: "No hay ningún indicio que nos permita decir que esto vaya a cambiar".

Desde la Cámara Inmobiliaria Argentina, su presidente, Roberto Arévalo, también atribuyó los cierres a la situación económica: "La economía está amesetada y los comercios no tienen capacidad de reacción a la oferta ni respuesta a la demanda".

"La incertidumbre pesa cada vez más en las decisiones de compra de particulares y empresas a la hora de tener que decidirse por alquilar un local. Se vende menos y, como contrapartida, la subas de costos es permanente, tanto de sueldos como de mantenimiento, a lo que se suma un presión impositiva récord", aseguró a iProfesional.

También el descenso en ventas tiene que ver con la disminución en el flujo de turistas que visitan el país. Y sus efectos negativos se hacen particularmente visibles en aquellas zonas que reciben más afluencia de este segmento.

Un caso es el de la avenida Alvear que, según los expertos consultados, aparece como una de las más afectadas, ya que siente el doble efecto de la menor actividad turística y las trabas a productos importados.

En ese área proliferan los espacios vacíos (por ejemplo, sólo entre las calles Parera y Schiaffino hay cuatro). Negocios que, en su momento, fueron ocupados por marcas de lujo como Louis Vuitton o Ralph Lauren.

Más en el centro de Buenos Aires -entre el 3.500 y el 5.000 de la Avenida Corrientes- hoy es fácil contabilizar un promedio de un local por cuadra con las persianas bajas, cuando años atrás había cola de espera.

Florida, en tanto, también exhibe un panorama preocupante. Según un relevamiento privado, en las seis cuadras que se extienden desde la plaza San Martín hasta la avenida Corrientes se acumulan unos 14 espacios sin operar, en una de las zonas que siempre ha estado entre las de mayor demanda en todo el país.

En paralelo, alrededor de media docena de comercios han colgado sus carteles anunciando un cercano "cierre definitivo".

"La menor actividad se siente en zonas como la calle Florida o Santa Fe, entre Callao y plaza San Martín", detalló Arévalo, al tiempo que agregó que en la actualidad, si un local se queda sin inquilino puede llegar a transcurrir no menos de 90 días, si es que finalmente luego es ocupado.

Se busca inquilino

"Hace unos años, el nivel de vacancia era de apenas el 1%, incluso un 2% en algunas zonas. Hoy está cómodamente por encima del 10%", señaló con preocupación Beccar Varela, de LJ Ramos.

En un reciente diálogo con iProfesional, Armando Pepe, reconocida voz en el sector, expuso otro caso emblemático: la Avenida Callao.

En dicha avenida, que históricamente fue muy codiciada, entre Santa Fe y Marcelo T. de Alvear se registran no menos de media docena de locales cuyos propietarios buscan inquilino.

"Sólo se lograron alquilar apenas dos en un año, el de Mc Donalds y el de Starbucks. El resto está sin ocupar hace más de 12 meses", declaró Pepe.

"En Cabildo y Juramento tenés 7 locales vacíos cuando hasta hace algunos años no había ni uno sin alquilar. En la calle del oro, en Libertad, desde Bartolomé Mitre hasta Lavalle hay 4 cuando antes no encontrabas ni un zaguán", graficó.

Beccar Varela indicó que "lo que sorprende es que se trata de puntos para los que antes no había que esforzarse demasiado para encontrarle ocupante. No terminabas de ver el cartel de ‘Se Alquila' que ya tenías a alguien remodelando el lugar. Eso se terminó".

Los comerciantes venden cada vez menos y no les da la caja para soportar la suba en los costos operativos.

Según dan cuenta los ejecutivos, los alquileres de un negocio (de superficie promedio en una zona de relativa buena demanda) rondan entre los $15.000 a $20.000 mensuales, a lo que se le debe agregar el pago de expensas, ABL, luz, agua, entre otros gastos extras.

A eso hay que adicionarle una carga impositiva y una presión tributaria "feroz".

Esto hace que muchos inquilinos se decidan a bajar las persianas, incluso, pese a haberse gastado buena parte de sus ahorros en la redecoración previa a la apertura.

Otro caso testigo se observa en una zona que fuera muy codiciada años atrás, como la del ex bar La Imprenta, en Belgrano.

En esa calle, casi todos los locales cerraron y en sus alrededores los carteles de "Se Alquila" se encuentran, en una media, de uno o dos por cuadra.

En el interior, la misma escenografía En Rosario, la baja de persianas se concentra incluso en la peatonal de esa ciudad.

Al respecto, el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, declaró recientemente que han venido cayendo las ventas y la rentabilidad.

"El tema de los alquileres se está haciendo muy complicado. Además, no hay nuevos emprendimientos en vista", expresó.

Asimismo, Diab explicó que conseguir un inquilino se hizo muy difícil. "Antes se volvía a rentar en poco tiempo y eso ahora no está sucediendo", puntualizó.

En el caso de Córdoba, las inmobiliarias locales vienen alertando -desde principio de año- sobre una proliferación de locales sin inquilinos a la vista.

Esta situación, destaca un informe reciente del Observatorio de Actividad Comercial de la Cámara de Comercio de Córdoba, es producto de un mercado que se contrajo y hasta quedó con sobreoferta en cuanto a espacios.

También para la Cámara de Comercio de Córdoba los locales vacíos guardan relación directa con la caída en la rentabilidad.

En Salta, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria local, Daniel Betzel, alertó sobre cierres a gran escala en la capital provincial.

"Un empresario por mes debe pagar un promedio de $60.000, entre alquiler y el pago de salarios en blanco. Para obtener una ganancia, el local debe vender, como mínimo, $3.000 por día", argumentó.

"La actividad comercial en Salta está frenada. Este año hubo una caída en ventas en comparación al año anterior", resaltó.

Escenario complejo

Al momento de evaluar las variables que dan origen a este preocupante escenario, los expertos mencionan:

• Las trabas a los productos importados, que da lugar a una menor oferta de mercadería. Y esto ha afectado principalmente a negocios que ofrecen artículos de bazar, bijouterie, electrónicos, entre otros.

• El freno en el consumo, que se combina con la suba de salarios de empleados, presión impositiva, tarifas de servicios más caras y mayores gastos de mantenimiento del espacio.

• La mayor cautela de interesados en rentar, que hace que las operaciones de demoren o, directamente, se cancelen.

• La llegada de menos turistas al país, tras su progresivo encarecimiento del tipo de cambio legal y la crisis global que, además, hace que gasten menos.

Si se repasan los puntos mencionados, se llega quizá a un problema mayor, que es más de fondo, en coincidencia con los dichos de las fuentes consultadas: no hay indicios de que algunos de los ítems señalados vayan a revertirse en el corto plazo.