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Inversiones en la era K: cuáles son los dos paí­ses que aún apuestan en Argentina y por qué

Restricciones cambiarias, expropiaciones y la imposibilidad de girar divisas modificaron fuertemente el origen de los desembolsos en el país. Los cambios
28/05/2013 - 09:45hs
Inversiones en la era K: cuáles son los dos paí­ses que aún apuestan en Argentina y por qué

En momentos en que el kirchnerismo celebra diez años al frente Gobierno, resulta interesante trazar un balance y analizar cómo se movieron las inversiones a lo largo de un período caracterizado por numerosos vaivenes.

Los expertos dejan en claro que en la era K hubo etapas bien diferenciadas, que coinciden justamente con la presidencia de Néstor Kirchner y con la gestión de Cristina al frente del Ejecutivo.

En primer lugar, es notorio el cambio que se dio respecto al origen de las empresas que hicieron su desembarco en la Argentina.

  • En un primer momento, las inversiones provinieron de España, Estados Unidos y Holanda.
  • Luego, el escenario pasó a estar claramente dominado por Brasil.
  • En esta última etapa, llegaron de la mano de compañías de China y Canadá, principalmente.

Los cambios, según la consultora Abeceb, se movieron en línea con etapas muy distintas por las que atravesó la economía local a lo largo de la gestión kirchnerista.

El período inicial, remarcaron los analistas, es el que se extendió del 2003 al 2008. Estuvo marcado por la "abundancia" y se caracterizó por tasas de crecimiento elevadas en prácticamente todas las ramas de actividad. 

Contribuyó un relativo buen ambiente de negocios, sumado a la baja inflación de los primeros años.

Es precisamente en ese lapso, de acuerdo con datos del Banco Central, en el que se produjo un importante desembarco de compañías españolas. En 2006, por ejemplo, llegaron a inyectar a la economía local unos u$s21.000 millones.

Eran tiempos de auge para la Argentina, el país contaba con "superávit gemelos", un tipo de cambio competitivo y las reservas del BCRA no paraban de engrosarse.

Cabe destacar que -además de España- hubo otros protagonistas que lideraron las inversiones externas, como Estados Unidos, que en 2006 llegó a desembolsar unos u$s12.000 millones en la plaza local.

En tanto, las firmas holandesas se subieron al tercer lugar del podio, con el ingreso de poco más de u$s5.300 millones.

Fue en esa misma época en la que empezaron a proliferar los proyectos de compañías brasileñas, que decidieron venir de "shopping" a la Argentina, avanzando sobre un muy amplio abanico de sectores.

Así las cosas, en poco tiempo, marcas con verdadero "ADN" nacional pasaron a estar bajo dominio de capitales de ese país, tales como Alpargatas, Quilmes, Loma Negra o Acindar, que se habían sumado al movimiento iniciado por Petrobras.Vientos de cambioSegún Abeceb, un punto de inflexión se dio en momentos coincidentes a la reelección de Cristina.

El cambio de la situación económica se fue haciendo más que evidente: se estaban erosionando los superávit gemelos e iba quedando atrás la abundancia de dólares, "reduciéndose así los grados de libertad de la política económica", destacaron desde la consultora.

"Producto de una incertidumbre más acentuada -de la mano de estos menores márgenes y de un contexto externo convulsionado- la economía argentina comenzó a dar signos de desaceleración", recalcaron los expertos de Abeceb.

"La inversión comenzó a caer y el país dejó de generar puestos de trabajo en el sector privado", añadieron.

En esos momentos, según datos del Banco Central, España continuaba liderando las inversiones en la Argentina, pero estaba perdiendo cada vez más terreno, con un 24% de participación.

El segundo lugar correspondía a Estados Unidos, con activos y desembolsos por casi u$s17.000, mientras que Holanda mantenía el tercer lugar, con desembolsos por u$s7.300 millones.Brasil y Chile, en tanto, en el bienio 2010-2011 (pre-cepo) ocupaban el cuarto y quinto puesto en el ranking de inversiones directas y control de activos en la Argentina.

Sin embargo, a partir de 2012 el panorama pasó a ser completamente diferente.

El ambiente de negocios se fue complicando producto de un combo que incluía desaceleración, cepo al dólar, cerrojo importador, alta inflación, pérdida de competitividad, imposibilidad de girar divisas y cambios en las reglas de juego.

Todo esto fue minando el ingreso de capitales privados al país. A este mal clima se le sumó otro "hito" que marcó a fuego el 2012: la forma en cómo se expropió YPF, compañía que, hasta ese entonces, estaba en manos de la española Repsol.

Esto -además de generar un conflicto diplomático- reavivó el debate sobre la seguridad jurídica en Argentina en el campo de los negocios, y puso sobre el tapete la falta de reglas claras.

El Gobierno, con sus políticas, fue sumando conflictos externos con una gran cantidad de naciones, llegando a tener disputas nada menos que con unos 47 países (ver nota: Por la obsesión con el dólar, la Argentina suma conflictos y se pelea con el mundo).

Todo esto, lógicamente, fue haciendo mella en los planes de inversión de empresas extranjeras. Tal es así que, en 2012, los anuncios de desembolsos se desplomaron.

Otro punto a mencionar es que, tras imponerse el cepo al dólar, la mayor parte del aporte de firmas del exterior, en realidad, fue producto de las reinversiones forzadas de utilidades, dada la imposibilidad de girar divisas. Un mapa diferente

El panorama de desembolsos para nuevos emprendimientos se modificó notablemente luego de que España, Estados Unidos y Holanda decidieron sacar el pie del acelerador.

En este último tiempo, las empresas que participan activamente son principalmente aquellas que buscan sacar rédito de las bondades del suelo argentino, en cuanto a su riqueza en el contenido de materias primas.

Y así China y Canadá han ido ganando protagonismo.

El repliegue de Brasil fue más que evidente: en 2012, sus desembolsos se desplomaron 60%, en relación con 2011, y sólo destinaron u$s336 millones.Ese año la Argentina recibió apenas el 4% de las inversiones que las compañías brasileñas realizaron en todo el mundo.

"El cambio en el perfil inversor estuvo ligado al mal clima de negocios que se fue imponiendo en el país", destacó a iProfesional Carolina Schuff, economista de Abeceb.com.

"Hoy en día -añadió- los principales movimientos no provienen de nuestro principal socio comercial, sino de Canadá y China".

La analista señaló que después de 2011, el gigante asiático ganó mucho protagonismo tras el ingreso a la petrolera local Bridas, hasta entonces únicamente en manos de los hermanos Bulgheroni."España, en tanto, sólo se limitó a mantener su presencia vía ampliaciones de capital y desembolsos en infraestructura de Telefónica", especificó Schuff, quien aclaró que hubo un fuerte desaliento a la llegada de capitales de ese origen tras la crisis con Repsol.

Paralelamente, destacó que "desde el año pasado a la fecha, Brasil protagonizó menos de la mitad de anuncios y desembolsos que Canadá. Este último país junto con el gigante asiático (11%) encabezan los últimos movimientos en cuanto a inversión".La minería, una "joya" preciada

Durante la década kirchnerista, la minería aparece como el sector que más creció, evidenciando así el interés por extraer y exportar materias primas y recursos naturales.

Esto queda demostrado en los proyectos de inversión ejecutados en esta rama de actividad. Independientemente de la crisis con Vale, actualmente totalizan 614, contra apenas 18 de 2003.

El punto de inflexión se dio a mediados de 2005, con la mejora de los precios de los minerales y la mayor incertidumbre financiera global. En ese entonces, las inversiones de multinacionales comenzaron a volcarse hacia los metales preciosos y otros recursos considerados reservas de valor.

Esto fue lo que apuntaló la entrada de divisas al país, y así la inversión directa orientada a la minería creció a una tasa anual de casi el 50% entre 2007 y 2012.

En el caso de las exportaciones de minerales, que en 2003 equivalieron a $2.900 millones, el último año totalizaron $23.000 millones.

Otro ejemplo que demuestra el crecimiento explosivo de la actividad son los 1,2 millones de metros perforados, contra los 126.000 metros de hace diez años.

En la actual etapa K, la minería aparece como la que concentra el mayor interés de inversores en el país. La riqueza del suelo argentino ubica a China y Canadá a la cabeza de estos movimientos.

"Es importante señalar que los desembolsos en esa rama de actividad, en general, los realizan aquellas empresas que ya estaban instaladas en la Argentina. Es decir, no hubo grandes desembarcos. El aporte más significativo en 2012, por ejemplo, correspondió a la ampliación del proyecto Pascua Lama que hizo la Barrick Gold, que ya operaba en el país", añadió Schuff.

Veladero, considerada una de las explotaciones de oro más relevantes de la región, es otra de las incursiones de Barrick, un gigante con origen en Canadá.

Algo similar ocurre con la mina de oro "Bajo de la Alumbrera", que en su estructura accionaria incluye la participación de las canadienses Goldcorp y Northern Orion.Canadá también dice presente en la explotación de una de las materias primas del futuro: el litio.

A través de Lithium Americas, el país norteamericano ya se aseguró extracciones en la Puna argentina para los próximos años en sociedad con la autopartista Magna.

Lo mismo ocurre con TNR Gold, una minera canadiense que, a través de su subsidiaria Minera Solitario Argentina, se aseguró derechos de rastreo y explotación en la provincia de Salta.

Paralelamente, yacimientos de hierro, como Sierra Grande, se encuentran hoy en poder de firmas oriundas de China, como MCC."La minería es la actividad que hasta ahora parece sostenerse en medio de la incertidumbre. Por supuesto, la salida de la brasileña Vale no jugó a favor, pero el nivel de ganancias que obtiene el resto de las compañías sigue alentando la apuesta por Argentina", sostuvo a iProfesional un analista económico."La Argentina es rica en aquellas materias primas que demanda el mundo y es una gran reserva de minerales como el oro y el litio. Resta saber si el Gobierno aprovechará el envión internacional o, como en otros rubros, terminará anulando la ventaja que tiene el país por naturaleza", concluyó.