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¿Qué es el "dólar cable" y cómo funciona esta operatoria para fugar divisas?

Este mecanismo para sacar del país a los billetes verdes no declarados se acentuó a partir de la profundización de las restricciones cambiarias
05/06/2013 - 09:00hs
¿Qué es el "dólar cable" y cómo funciona esta operatoria para fugar divisas?

Desde que debutara el cepo cambiario, en octubre de 2011, se han ido sumando restricción tras restricción con el objetivo de ir tapando las grietas por las cuales se filtran las divisas.

Pero, tal como suele suceder cuando se aplican prohibiciones, los particulares van recurriendo a distintas alternativas -algunas más costosas que otras- para hacerse de ese bien que les resulta de difícil acceso.

Claro que deben pagar para ello un precio mayor al que correspondería de no existir tales obstáculos.

En tal sentido, uno de los mecanismos que ha cobrado mayor vigor en estas épocas de cepo es el denominado "dólar cable".

¿Qué es? Se denomina de esta manera a la operatoria por la cual los particulares ingresan o transfieren divisas desde y hacia el exterior. Para ello, recurren a una cueva, que es la encargada de realizar este tipo de operaciones y "cerrar puntas".

Cómo es la operatoria

En líneas generales, aquellos que envían fondos al exterior lo que hacen es concurrir a una financiera, efectivo en mano, para solicitar que acrediten esos fondos en la cuenta de un beneficiario que ellos designen.

La palabra clave en esta operatoria es "confianza", ya que -además del riesgo propio de trasladar los billetes- tienen que entregar el monto a un intermediario, "cruzar los dedos" y aguardar que éste realice la transacción, algo que sólo constatará cuando vea el dinero reflejado en la cuenta de destino.

Como en toda operatoria de intermediación financiera, un factor que adquiere relevancia es la "comisión por el servicio" que se paga.

Desde el mercado señalan que en el caso del "dólar cable" los particulares abonan un 2% -si es que quieren sacar fondos del país- y reciben un 1,5% en caso de que quieran ingresar divisas.

Estos porcentuales puede variar un poco dependiendo quién es el cliente y, fundamentalmente, cuál es el lugar de destino.

La cifra actual resulta ser bastante inferior al cobrado en el segundo semestre de 2012, cuando las cuevas que se encargaban de este tipo de operatoria llegaron a solicitar hasta un 7 por ciento.

En números:

Para los que sacan divisas: el billete paralelo cotiza a $8,50. Si a esta cifra se le suma la comisión por adquirir esos billetes y depositarlos fuera del país, su valor asciende en números redondos a $8,70

Para los que entran dólares: quien desee repatriar, por ejemplo, u$s50.000 de su cuenta en el exterior, obtendrá por la transferencia un "bonus" que rondará los u$s750.

La ganancia del intermediario (0,5%) surge de la diferencia del porcentaje entre lo que cobra por fugar divisas y lo que paga por ingresarlas.

¿Cuál es su principal preocupación? Mantener nivelada su posición en dólares, pues para que el negocio cierre lo que más le conviene es que esos billetes verdes -en realidad- no entren ni salgan físicamente del país.

"Hoy se está cobrando ese porcentaje para Estados Unidos y el Caribe, pero el monto puede subir si el dinero debe enviarse a Europa o Asia", reveló una de las fuentes consultadas.

De acuerdo con sus dichos, esta comisión se ubica en un mínimo histórico, porque los cambistas hoy día necesitan hacerse de más billetes (stock) para operar el blue.

"Algo similar ocurre cuando se trata de ingresar fondos. Cuando en la plaza faltan dólares suben la comisión que pagan, tomando a esta operatoria como un servicio para el cliente", afirmó.

¿Cuánto es el monto promedio de las transacciones? La fuente señaló que "en general se parte de los u$s40.000, pero las mejores comisiones se consiguen a partir de los u$s100.000".

Una de las preguntas más frecuentes que realizan los clientes es qué hacen los cambistas con el dinero que reciben. Y aquí es donde los caminos se bifurcan.

•La primera opción es que se intente compensar la "salida" de fondos de la cuenta de un cliente hacia el exterior, con la de otro que desee ingresarlos al país.

•De no poder calzar ambas operaciones, es habitual que opten por transferir los fondos desde una cuenta del propio corredor radicada en un banco en otro país a la de destino.

•Otra posibilidad es buscar compensar los capitales disponibles en el mercado local con algún colega que sí disponga de saldos afuera.

Tarea complicada: tarifar el destinoNo es lo mismo tarifar una comisión para quien quiera transferir fondos a Panamá que a Dallas o a Shangai.

La mención de esta última ciudad no es arbitraria, pues precisamente ese destino en China es uno de los más requeridos.

¿Por qué? Porque en muchas ocasiones los importadores de productos de esa procedencia se ven obligados a tener los fondos depositados al momento de efectuar sus compras.

En este tipo de destinos las comisiones se pueden elevar según las circunstancias en varios puntos porcentuales, debido a que la transferencia puede dilatarse más de lo común, al tiempo que no todos los bancos de destino están habilitados para este tipo de transacciones.

Otros clientes típicos son quienes dinero cash no declarado ante el fisco y desean enviarlos al exterior, como también quienes pretenden cerrar una operación inmobiliaria, como por ejemplo en Miami.

Éste es, precisamente, uno de los mayores riesgos a los que el particular puede estar expuesto y en donde resulta clave (otra vez) la palabra "confianza".

"Todo acá se hace de palabra, no hay ningún comprobante que acredite la operación", aseguró el responsable de una conocida financiera.

¿Dólar cable igual a conta con liqui?

Pese a que muchas veces se considera que el dólar cable es lo mismo a la operatoria de "contado con liqui" (comprar bonos o acciones en el mercado local y venderlos en el exterior en dólares) lo cierto es que ambas operatorias distintas.

La razón de su diferencia se debe a que:

•Los fondos que se negocian en el primero (dólar cable) suelen no estar declarados, en contraposición de los que recurren a la operatoria legal del contado con liquidación.

•Otra distinción es que, para este último, se requiere comprar y vender títulos o acciones que operen simultáneamente en la Bolsa de Buenos Aires y en Wall Street. En tanto que para el "dólar cable" sólo se requiere contar con el capital "físico".

Además para el "contado con liquidación" resulta necesaria una cuenta en un banco del exterior y contar con la intervención de agentes y sociedades de bolsa.

Lo habitual es que se efectivice a través de dos mecanismos posibles:

•Mediante papeles de empresas locales que también cotizan en Nueva York bajo la forma de ADRs (American Depositary Receipt).

•Mediante títulos públicos argentinos emitidos en dólares, con buenos niveles de liquidez en ambas plazas. En este caso, los preferidos para estas transferencias son el Boden 2015, el Bonar VII y el Bonar X.

El valor del "conta con liqui" surge de la diferencia entre el precio de compra (en pesos) en la plaza local y el de su posterior venta en el exterior (en dólares).

¿Cómo se determina su valor?

Cada ADR se compone de un número determinado de acciones, que varía según el papel.

Así, por ejemplo, los de Tenaris se conforman de dos acciones, mientras que los de Banco Francés de tres y los de Macro de diez.

Para graficar el cálculo del "conta con liqui", puede considerarse a Banco Francés, una de las preferidas:

•En la bolsa de Buenos Aires una acción cotiza a $11,50.

•En Wall Street, el precio de cada uno de estos papeles es de 1,39 dólares.

•De la comparación ($11,50 vs. u$s1,39) surge un tipo de cambio implícito de $8,27.

•Este es el valor del dólar "fuga" para cada uno de los títulos de esta compañía bancaria.

Claramente que la diferencia entre este último valor y los $8,70 del "dólar cable" responde, casi exclusivamente, al factor "origen" de los fondos. Es decir, la procedencia "poco clara" del dinero se termina pagando un 6 por ciento más.

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