iProfesionaliProfesional

"Haz lo que yo digo, no lo que yo hago": el relato y la otra verdad sobre la suba de precios

"Los precios no los ponen los trabajadores ni el Gobierno, los fijan los empresarios", sentenció la Presidenta, culpándolos de la inflación
10/06/2013 - 10:01hs
"Haz lo que yo digo, no lo que yo hago": el relato y la otra verdad sobre la suba de precios

Predicar con el ejemplo es una recomendación que los expertos hacen en todos los órdenes de la vida: desde los educadores hasta los médicos, desde los expertos en management hasta los técnicos de fútbol. 

Todos repiten hasta el hartazgo que cuando un dirigente pretende que sus dirigidos adopten una conducta determinada, es mucho más eficaz actuar de manera coherente que apelar a discursos, arengas o amenazas.

Nada puede sonar más contradictorio que un empresario predicando una política de acción y conduciendo a la compañía en dirección contraria. O acusar a un tercero por determinadas conductas inadecuadas y luego realizar lo mismo.

En el plano político es muy común observar contradicciones, que cobran más relevancia si provienen de los funcionarios. Y más aun si éstas vienen de la propia Presidenta.

En sus últimos discursos, Cristina Kirchner dirigió sus ataques a los ejecutivos de empresas, haciéndolos responsables por la inflación del país.

"Los precios no los ponen los trabajadores ni el Gobierno; los precios los fijan los empresarios y los grandes monopolios", sentenció la jefa de Estado.

Así, Cristina dejó en claro que para ella la alta inflación no tiene que ver con la maquinita de imprimir billetes, con el elevado gasto público o con desaciertos en materia de política económica.

Bajo su óptica, se explica por la "codicia" y hasta por cierta "pereza" empresaria, producto de directivos que, en vez de querer ganar más produciendo una mayor cantidad, optan por hacerlo subiendo los precios.

Ante ello, el Gobierno ve necesario reforzar los controles y establecer, por ejemplo, un congelamiento. Si la Cámpora y la militancia K se ocupa monitorear los acuerdos, mejor.

En este contexto de empresarios "culpables y especuladores", conviene repasar entonces qué sucede del otro lado, es decir, de aquél en el que el Estado es el que decide los incrementos.

La lógica diría que -a la hora de predicar con el ejemplo- el Gobierno K debería ser el abanderado. Pero, si se repasa lo que sucede en la práctica, esto no es tan así.

En efecto, si se analiza la evolución de aquellos precios y tarifas que dependen de la gestión estatal, se llega a una "ingrata" sorpresa: varios de ellos registraron aumentos que se movieron muy por encima de la inflación.

Y aquí viene otra desagradable sorpresa, ¿qué inflación? Lamentablemente no la del INDEC -que es la que debiera ser tomada por los funcionarios como "dogma de fe"- sino la real. Es decir, la que estiman las consultoras privadas y que paradójicamente es criticada con tanta virulencia por la administración kirchnerista.Haz lo que yo digo

El Gobierno podría predicar con el ejemplo en una vasta cantidad de sectores.

Desde los precios de la nafta de YPF hasta las comisiones por cuentas y tarjetas en el Banco Nación, pasando por las tarifas publicitarias de la Televisión Pública -incluidas la del polémico programa "6-7-8"- y hasta las tarifas de Aerolíneas Argentinas o de Aysa.

Lo cierto es que -lejos de la "responsabilidad social" que se le reclama a los empresarios- el Estado argentino ha venido ajustando precios de manera sorprendente, tanto en los servicios propios como en los que prestan los concesionarios que están bajo su órbita.

Para ilustrar esto con algunos ejemplos, iProfesional elaboró el siguiente listado de aquellos rubros en los que los aumentos parecerían ser "políticamente correctos":

1. Caso YPF

El caso de la petrolera es uno de los que más polémica genera, por la forma en que aumentó sus tarifas tras la nacionalización.

Recientemente la compañía "actualizó" un 9% el valor de las naftas. Y causó curiosidad la forma en que lo hizo.

En efecto, avanzó en nuevos incrementos a las pocas horas de que el Gobierno anunciara que iba a establecer topes a los valores del combustible. "Ni corta ni perezosa" aumentó automáticamente hasta el máximo permitido.

Según un informe de la consultora de Federico Muñoz, desde la expropiación en 2012 el precio de la nafta subió un 41%.

Es decir unos 11 puntos incluso por encima de la "criticada" inflación real (30%), expuesta por la consultora de Graciela Bevaqua, titular del INDEC antes de la intervención del organismo en 2006.

¿Qué sucedió si se compara con la suba de precios oficial, que fue del 10,5%? En este caso las cifras son aun más inquietantes ya que el aumento de las naftas casi que la cuadruplicó.

La moderación salarial que pregona el Gobierno, tampoco parece ser escuchada por la firma ahora nacionalizada. Pese a sus problemas de caja, los directivos han decidido aumentarse los sueldos un 67% este año.2. Caso Aerolíneas Argentinas

Otro caso controversial dentro de las firmas manejadas desde el Gobierno es el de la línea aérea de bandera.

La empresa es mirada muy de cerca por varios exponentes de la oposición por sus incesantes pérdidas y la enorme montaña de subsidios que recibe. 

Bajo gestión oficial viene de cerrar 2012 con un rojo de u$s900 millones y los analistas consideran muy difícil que este año ese déficit se ubique por debajo de los u$s1.100 millones, un nivel récord desde que el Gobierno tomara el control.

Lo interesante es que, en la actualidad, el 70% de las pérdidas operativas corresponden a vuelos de argentinos a Miami, México, Europa y Oceanía.

En otras palabras: el grueso de los fondos que recibe para cubrir el déficit no se destina a mantener vuelos de cabotaje o rutas estratégicas que interconectan provincias, sino que el mismo se está utilizando para financiar el boom del turismo en el exterior.

Otro punto a destacar es que, de movida, cada pasajero que viaja a Miami es subsidiado por el Gobierno con unos u$s650.

Pese a la millonaria ayuda estatal que recibe, Aerolíneas Argentinas es otra de las que no predica con el ejemplo y no se viene con "chiquitas" a la hora de aumentar.

Según Muñoz, desde que fuera estatizada ajustó los precios un 176% (por ejemplo para vuelos desde Córdoba, Mendoza o Bahía Blanca), para una inflación real del 151%, según cifras de Bevaqua.

 

¿Qué pasa si considera la inflación Indec acumulada desde 2008 (56%)? Siguiendo el ejemplo anterior, desde la estatización de la firma los pasajes casi que triplicaron la suba oficial del índice.

En declaraciones a iProfesional, Federico Muñoz explicó que "el estudio se hizo sobre los precios y tarifas publicados por la propia Aerolíneas e YPF en el Boletín Oficial". 3. Caso Aysa

En el caso del reestatizado servicio de agua, también hubo modificaciones bruscas en los precios. Pero, a diferencia de los ejemplos anteriores, el incremento no fue por una suba de la tarifa sino por el impacto de la eliminación de los subsidios para una porción de los usuarios.

El gasto promedio estaba en torno a los $25. Luego de la quita -a inicios de 2012- pasó a $75, reflejando un alza del 200%. Es decir, un número aproximado a la inflación que se había acumulado desde 2003 hasta el momento del ajuste.

Lo cierto es este abrupto repunte dejó algo en claro: al no aportar el dinero el Estado, la firma debió recurrir necesariamente al aumento de precios para soportar la fuerte suba de costos. 

Según un informe de la consultora Idesa, la firma que maneja el agua y las cloacas tuvo en 2012:

  • Ingresos genuinos por $800 millones anuales.
  • Pero necesitó de aporte estatal por tres veces más ($2.500 millones). 

La consultora da cuenta de otro dato curioso: si se suman los subsidios a AYSA y a Aerolíneas Argentinas se llega a un total de casi $10.000 millones, una cifra que le compite a la que se destina al programa de Asignación por Hijo ($11.169 millones).4. Caso TV Pública

En el caso de la televisión estatal y considerando la embestida del Gobierno contra algunos medios o, por ejemplo, intentando frenar las subas de la tv por cable, cabe la pregunta: ¿cómo evolucionó la tarifa en el canal estatal?

En primer lugar, el icónico programa oficialista "6-7-8" ajustó sus precios un 29% en un año.

En mayo de 2012 la pauta de los domingos se vendía a $1.400 el segundo mientras que -según el tarifario de mayo/junio 2013- esta cifra ascendió a $1.800. Y no es el que más aumentó.Los programas "Desde la Tierra", "Caminos de Tiza", "Ejército Argentino" y "Los Siete Locos", subieron de $145 a $200 en mayo interanual. Es decir, nada menos que un 38%.5. Caso Camessa

El caso de las empresas eléctricas es otro ícono del congelamiento de tarifas post 2001.

Y eso se ha visto en ejemplos como los de Edenor o Edesur, que han llegado a mostrar pérdidas diarias promedio de $2,5 millones.

Esto obligó al Gobierno a mostrar "flexibilización" en materia financiera para evitar la quiebra de ambas compañías que, entre sus principales acreedores, tienen a Cammesa.

¿Qué es Cammesa? Es la empresa de capitales mixtos (privado y Estado) que administra el mercado y que, entre otras actividades, se ocupa de pagar por la electricidad a las compañías que la generan.

En ese sentido, si bien la gran queja de estas empresas apunta a la imposibilidad de actualizar las tarifas, está claro que los fuertes aumentos abusivos de Camessa, en la última década, tampoco ayudaron a las firmas energéticas.

Con un cálculo estimado de inflación acumulada en torno a 327% desde 2003 hasta 2012, la compañía avanzó en los siguientes aumentos, según lo publicado en una tabla de evolución histórica de tarifas del organismo.

  • Fuel Oil: desde enero 2003 a finales de 2012 lo ajustó un 450%.
  • Gasoil: en ese mismo lapso incrementó el metro cúbico 405%.
  • Carbón: el valor de la tonelada escaló un 3.005%.
  • Gas: la unidad de referencia se elevó un 513%.

6. Caso peajes

Otro caso son los peajes, donde el Estado es "dueño" de los caminos y, en muchos casos, otorga concesiones de explotación a los privados. En la práctica, todos los aumentos de precios deben contar con aprobación estatal.

Antes del "fin de semana XL" de Semana Santa, la empresa concesionaria de la Ruta 2 había conseguido aumentar sus precios entre un 13% y un 16%, de acuerdo con lo publicado en Boletín Oficial.

Pero este aumento no fue el único en esta autovía, ya que se sumó a la escalada de 53% que ya había tenido en 2012 en los principales peajes utilizados por los automovilistas que transitan esta ruta.

7. Caso Banco Nación

El banco "de bandera" opera en un mercado competitivo, junto con una gran cantidad de entidades públicas y privadas. Y, en consecuencia, realiza un activo marketing en procura de clientes que le provean las dos principales fuentes de ingresos bancarios: la tasa de interés por los préstamos y las comisiones por servicios.

Los costos por mantenimientos de cuentas -el "paquete" más común es caja de ahorro, más cuenta corriente más tarjetas de crédito y débito- pueden mostrar fuertes variaciones en la comparación entre entidades financieras. Pero hay algo en donde todas adoptan una misma política: cada año aplican un reajuste en las comisiones -a veces, en varias cuotas-.

Y el Banco Nación no se quedó atrás, con aumentos que acompañaron el promedio del mercado. Así, el año pasado las subas superaron el 25% de inflación que miden las consultoras privadas.

Este año, por expresa disposición de Mercedes Marcó del Pont, titular del Banco Central, se dio marcha atrás con una suba de 20% que pensaba ejecutarse en marzo y se estableció un "techo" del 10 por ciento.

Aun con ese semi congelamiento, el costo que cobra el Nación por su paquete básico -$35 más IVA por la caja de ahorro más tarjeta de débito- se ubica hoy un 60% por encima del de hace dos años. En otras palabras, acompañó con creces la inflación "real" del período.

Frente a los ejemplos mencionados, el interrogante está planteado: ¿son las compañías las responsables de aumentar los precios, tal como señala Cristina en sus discursos?

¿O es que tanto el sector privado como el estatal quedaron "rehenes" de una suba de costos que el propio Gobierno no logra frenar?

Paradojas de la Argentina de hoy día, que muestra al Ejecutivo culpando a las empresarios de los aumentos pero, a la vez, empeñado en mirar sólo un lado de la realidad.

Temas relacionados