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El freno en la economí­a afectó la rentabilidad de las grandes empresas

Los resultados del primer trimestre del año muestran una desaceleración de las ganancias, presionadas por la mayor inflación y la menor actividad
11/06/2013 - 15:02hs
El freno en la economí­a afectó la rentabilidad de las grandes empresas

El manual del hombre de negocios alerta sobre una combinación letal para las ganancias de las empresas. Ocurre cuando conviven una alta inflación, que sube los costos y no siempre puede ser trasladada de inmediato al consumidor final, con una caída en las ventas, que impide recuperar márgenes de rentabilidad mediante una mayor facturación.

Ese conjuro pesó, durante el primer trimestre del año, sobre los números de las principales empresas de la Argentina, desde aeroportuarias y siderúrgicas hasta alimentarias, petroquímicas y telefónicas, para citar algunos ejemplos. En tanto, los bancos y las terminales automotrices se mantuvieron al margen de esta tendencia, con ganancias reales superiores a las del año pasado.

De acuerdo con los balances de los primeros tres meses del año que las empresas enviaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en la mayoría de los casos las utilidades cayeron o crecieron en términos nominales por debajo de la inflación de los últimos 12 meses calculada por las consultoras privadas, en torno al 24 por ciento.

Aunque cada caso presenta características específicas, la tendencia afectó a empresas diversas, como Aeropuertos Argentina 2000, la concesionaria de Eduardo Eurnekian, que entre enero y marzo ganó $ 79,54 millones, 30% menos que en el mismo período del año anterior, y a la fabricante de papel Ledesma, que bajó casi un tercio su utilidad en el período, hasta los 23,57 millones de pesos.

"Está claro que hay una pérdida de rentabilidad por el proceso inflacionario. Habitualmente, la menor renta se compensa con la venta de mayores volúmenes. Pero cuando eso se cae, bajan los niveles de ganancias. Se incrementan los costos, cae la competitividad y, por lo tanto, la utilidad", explicó Dante Sica, director de la consultora abeceb.com .

La suerte de las alimentarias también fue mala. Mastellone, dueña de la marca La Serenísima, redujo sus pérdidas, pero mantuvo números rojos, mientras que SanCor anotó un quebranto de 142 millones de pesos, lejos de las ganancias de 2012.

En el rubro salvó la ropa Arcor, la única multinacional de origen argentino en el sector, que registró una utilidad por encima de los 200 millones de pesos. Ese número está 11% por encima del resultado de 2012, pero lejos de la inflación de los últimos 12 meses de acuerdo con los cálculos privados. En otros términos: la empresa de la familia Pagani ganó menos, en términos reales, que en el mismo período del año anterior.

Marina Dal Poggeto, del estudio Bein & Asoc., apuntó otras explicaciones en el caso de las alimentarias. "El control de precios (que aplicó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a partir del 4 de febrero) chocó con costos que siguieron en alza. Eso achica la rentabilidad", explicó.

Sica diferenció entre dos tipos de negocios: los que venden al mercado interno, con mayor margen de maniobra, y quienes exportan, atados a una inflación local en dólares en ascenso mientras los precios internacionales se mantienen más o menos estables. Un ejemplo son las empresas del grupo Techint. Siderar, productora de aceros planos (chapas), que abastece al mercado interno en su mayoría, ganó en el primer trimestre $ 284,3 millones, con una leve caída con respecto a 2012.

Pero Tenaris, el holding que agrupa a las fábricas de tubos de acero sin costura para la industria petrolera -la especialidad de Techint- que la empresa tiene en todo el mundo, ganó 422 millones de dólares en el primer trimestre, casi 6% menos que en 2012.

Uno de sus principales complejos productivos es Siderca, la planta que le dio origen a la empresa, en Campana. En el marco de la inauguración de una escuela técnica en ese partido, Paolo Rocca confirmó su plan de inversiones de u$s 300 millones en ese complejo productivo. Confió en que la demanda de sus productos se mantenga por la ayuda "de los precios del petróleo", que justifican los desembolsos.

Aunque muy moderado, el achicamiento de las ganancias llegó también a algunos exponentes del sector financiero, el segmento que más ganó durante la década kirchnerista. Un ejemplo es el Santander Río, el banco privado más grande de la Argentina, que incrementó sus ganancias en un 15% durante el primer trimestre.

El Macro y el BBVA siguieron la vieja costumbre de cosechar ganancias por encima de la inflación. También muestra números positivos la industria automotriz. Al cabo del primer trimestre, las terminales produjeron 176.003 unidades, 7,4% más que en el mismo período del año pasado. Sica, sin embargo, acota que "el sector se compara contra un mal año. En 2012 había caído mucho", recordó a La Nación.

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