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Las empresas de capitales brasileños atraviesan un mal momento en la Argentina

Desde el país vecino se hicieron eco de los sucesivos problemas que enfrentan diversas compañías. Madereras, petroleras y frigoríficos, entre los afectados
21/06/2013 - 13:08hs
Las empresas de capitales brasileños atraviesan un mal momento en la Argentina

La pérdida de las concesiones ferroviarias de la brasileña ALL, anunciadas en Argentina el 5 de junio, está lejos de ser un episodio aislado en cuanto a las inversiones de grandes empresas de Brasil en el país vecino.

En previsión del empeoramiento de la crisis económica para Argentina en el 2014, por lo menos otras tres empresas ya han expresado la voluntad de reducir su presencia en el país, según los consultores que prestan servicios a los inversionistas brasileños.

Según consignó el diario brasileño Valor, la retracción de la inversión brasileña más importante fue la suspensión de la minera Vale y su proyecto Río Colorado, en Mendoza. La desinversión representó el despido de 2.700 empleados.

Con esto, la empresa Odebrecht perdió su principal cliente en el país. También fueron afectadas las firmas Andrade Gutierrez y Camargo Correa, dueña de la cementera Loma Negra.

En abril, Duratex, manufacturadora de productos de madera, cerró su planta en Argentina. La petrolera estatal Petrobras vendió, por 35 millones de dólares, el 48.5% que poseía en la distribuidora eléctrica Edesur. JBS ha cerrado cuatro de sus cinco unidades de procesamiento de carne y Marfrig planea cerrar dos plantas.

En el otro extremo, Brasil Foods, en el mercado de aves de corral, hamburguesas y margarina, y Randon, en el sector del equipamiento vial, hicieron recientes inversiones en Argentina y no se quejan de los resultados que están obteniendo.

El matutino brasileño hizo hincapié en que, desde el 2011, la Argentina experimenta una crisis monetaria y fiscal. El proceso llevó al país a restringir el acceso de divisas extranjeras y a limitar el comercio exterior. Las remesas de utilidades y dividendos, que sumaban 4.500 millones de dólares en el 2011, disminuyeron a 280 millones de dólares en el 2012. En febrero del año pasado, las importaciones comenzaron a ser controladas y las reservas cayeron de 47.000 millones de dólares a 38.600 millones de dólares.

"La alta posibilidad de un ajuste en el 2014 cambiará la ecuación de costos y el precio de los activos", dijo Mauricio Claverí, economista de la consultora Abeceb.

"El escenario no es el de un colapso inminente, pero sí se aproxima un ajuste, para evitar un panorama claro de recesión el próximo año", dijo Maximiliano Castillo, de la consultora ACM.

La posibilidad de una devaluación desalienta la expansión y la entrada de nuevos actores al mercado. Restricciones cambiarias hacen compleja la operación de venta.

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