Comer sano en la Argentina hoy cuesta $40 diarios a un adulto y $3.700 mensuales a una familia tipo (compuesta por un matrimonio y dos hijos), un 25% más caro que en 2012, según una investigación de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El informe se basó en un relevamiento de precios hecho por los alumnos de la carrera en diferentes comercios de la ciudad de Buenos Aires, el costo de una alimentación saludable, es decir, que permitiese alcanzar el puntaje ideal del Indice de Alimentación Saludable (IAS).

Esta alimentación saludable incluye gran variedad y cantidad de lácteos (leche, yogurt, quesos), verduras, frutas, cereales, harinas, pastas, legumbres, pan, carnes de todo tipo y aceites. Así, haciendo una suma general, comer bien a la familia entera le cuesta $3.700 por mes.

Este equipo de especialistas de la UBA ya viene haciendo este mismo trabajo cada año desde el 2010. Esta misma canasta saludable en 2012 salía $2.750. Quiere decir que este año subió un 25%. En 2011 su valor era de $2.147. Y en 2010 su costo había sido de $1.576, un 135% menos que la de hoy.

Si bien este año no lo han hecho, en los años anteriores, el equipo de nutricionistas de la UBA comparaba su propuesta de canasta con la que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Las diferencias entre ambas siempre eran abismales.

Por ejemplo, en 2010, mientras el organismo oficial decía que una familia tipo podía comer con $510 al mes, la UBA hablaba de casi $1.600: un 200% más.

En 2011 la diferencia entre ambas canastas era casi de cuatro veces ($578 contra $2.150 ). Y el año pasado $667 contra $2.750, otra vez, cuatro veces más.

Este año la brecha no fue marcada por la UBA pero si se la compara, es aún mucho mayor: entre $3.700 y $716, cinco veces.

La gran diferencia entre las dos canastas no es sólo su valor monetario sino su objetivo: mientras que la del instituto estadístico oficial mide cuánto cuesta comer sin caer en la pobreza, la elaborada por los especialistas en alimentación de la UBA apunta a determinar cuánto dinero hace falta para alcanzar una buena nutrición.

Así, mientras la UBA habla de incluir en la dieta diariamente cuatro porciones de lácteos, la canasta del INDEC no llega a dos. Lo mismo pasa con las frutas y las verduras: la Universidad habla de consumir cuatro y cinco porciones, y el organismo oficial, sólo una.