iProfesionaliProfesional

Gobierno usará más dólares para que argentinos traigan electrónica que para importar energí­a

La microimportación, ese "deporte" que practican particulares que viajan y traen productos de afuera, genera fuerte alarma. Precios y comparativos
11/07/2013 - 09:56hs
Gobierno usará más dólares para que argentinos traigan electrónica que para importar energí­a

Uno de los ingredientes esenciales en la construcción del relato K es la atmósfera de épica que lo rodea, en parte generada por una mística apoyada en un discurso bien aceitado que, desde que se iniciara la era kirchnerista, viene haciendo hincapié una y otra vez en conceptos que calan hondo en el inconsciente colectivo.

"Reindustrialización", "defensa del empleo nacional" o "redistribución de la riqueza" forman parte de ese cúmulo de expresiones que nutrieron y siguen nutriendo ese relato. 

Sin embargo, este discurso oficial bien orquestado no puede evitar chocar contra una realidad que parece "empeñada" en contradecirlo. Un nivel de empleo en el sector privado que no crece y sectores productivos "subsidiando" a consumidores, debido al atraso cambiario,  forman parte de esa realidad que tan esquiva le es al Ejecutivo.

En esta misma línea se da la paradoja de que, pese a que tiempo atrás el viceministro Axel Kicillof había advertido que los dólares no se iban a usar más para las compras de "bienes suntuosos", en este 2013 la demanda de divisas para viajar al exterior y salir de shopping superará con holgura al monto destinado a la importación de energía. 

En efecto: contrariando gran parte de ese relato oficial que tanto viene pregonando en pos de la reindustrialización y del cuidado del empleo nacional, este año el Gobierno podría terminar entregando más dólares a turistas para que éstos "tarjeteen a full" en los malls de Miami que a financiar la compra de gas, petróleo y derivados.

Según estimaciones de la consultora M&S, en 2013 ingresarán a la economía unos u$s2.000 millones de la mano de los extranjeros que arribarán al país. Como contrapartida, los argentinos que crucen la frontera se gastarán unos u$s10.000 millones, lo que arrojaría un déficit de u$s8.000 millones.

Paralelamente, según estimaciones de Econométrica, el saldo entre exportaciones e importaciones del complejo energético será de u$s7.000 millones, es decir, unos u$s1.000 millones menos.

El movimiento de argentinos viajando y haciendo shopping en el exterior superará incluso la cifra que se estima perderá este año el Banco Central en concepto de reservas.

En efecto: considerando que al 31 de diciembre de 2012 la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont tenía un "colchón" de u$s43.300 millones y que este año, de acuerdo a proyecciones de Abeceb, el mismo podría desinflarse hasta los u$s36.000 millones, esto implicaría una contracción de u$s7.300 millones.

Un dato clave es que, de los u$s10.000 millones que este año se desembolsarán en el exterior, 7 de cada 10 dólares estarán relacionados con compras que exceden a la actividad turisítica.

En buen romance: los argentinos gastarán más en bienes de consumo que en pasajes y alojamiento. 

En este sentido, los artículos electrónicos resultan un buen "termómetro" para analizar el "poder de fuego" a la hora de salir de shopping fuera de la Argentina.

Al respecto, según un reciente relevamiento realizado por CAMOCA, entidad que nuclea a empresas del rubro tecnológico, en 2012 ingresaron al país  unos 970.000 equipos portátiles en las valijas de los turistas, lo que implicó una meteórica e impactante suba del 200% respecto al año anterior y de casi el 900% en relación al 2010, cuando apenas se habían contabilizado 100.000 unidades, tal como se observa en el siguiente gráfico:

Este fenómeno, conocido como "microimportación" -es decir, el auge de argentinos "tarjeteando" la compra de tecnología en el exterior para traerla al país, aprovechando la diferencia de precios-, es de tal magnitud que esta modalidad supera incluso al ensamble nacional, que tanto fogonea el relato. 

En efecto: las notebooks, netbooks y tablets que ingresaron en los equipajes de los argentinos o que entraron sin ser declaradas en 2012, superaron holgadamente a todas las unidades producidas en las plantas de Tierra del Fuego, polo donde el año pasado se ensamblaron unos 740.000 equipos.

Además, llegaron casi a duplicar el número de unidades que produjeron las compañías instaladas en otras provincias -como Buenos Aires o Santa Fe-, que registraron unos 537.000 dispositivos, tal como se observa en el siguiente gráfico:

Precios para el asombro

Las causas que explican esta meteórica suba de la microimportación en los últimos años están vinculadas con la enorme diferencia entre los precios vigentes en suelo argentino y los que se exhiben en otros países donde hay un mejor acceso y mayor rotación de la tecnología, como Estados Unidos, con brechas que pueden llegar a ser de más del triple.

Esto se puede observar claramente al trazar una radiografía de los valores que hoy por hoy un turista puede encontrar en Best Buy -el retail más reconocido de Estados Unidos- frente a los de las clásicas cadenas de la Argentina dedicadas a la venta de artículos electrónicos.

Así las cosas, si se considera un producto de alcance masivo, como una cámara digital marca Nikon de 16 megapíxeles, se observa que en la Argentina cotiza a $2.400, lo que equivale a unos u$s450 al tipo de cambio oficial: 

En tanto, ese mismo modelo en un local de Miami cotiza a unos u$s139 -impuestos incluidos-. Es decir que el mismo modelo de cámara termina resultando 3,2 veces más cara en un comercio porteño.

Incluso, si se le suma el recargo del 20% en concepto del llamado "dólar tarjeta", la diferencia seguirá siendo considerable: 168%.

En el caso de los videojuegos, una consola como la Sony PS3, en un Best Buy de Estados Unidos se está vendiendo a u$s289 con impuestos, precio que, sumado el recargo oficial del 20%, se eleva hasta los u$s346.

Como contrapartida, esa misma consola en la Argentina se vende a un valor equivalente a los u$s700. Es decir, que el comprador que adquiera este producto en un comercio local, terminará abonando el doble que uno que optó por hacer shopping en Estados Unidos.

Para los productos de Apple la ecuación tampoco resulta ventajosa: la flamante Mini iPad, por ejemplo, en su versión de 64 GB, es posible adquirirla en un comercio de Miami por u$s684, incluyendo impuestos y "dólar tarjeta".

En tanto, en la Argentina, ese mismo dispositivo se vende a $6.500 pesos, lo que equivale a unos u$s1.200 al tipo de cambio fijado por el BCRA, es decir, un 76% más costosa que en el país del norte.

Además, comprar este mismo modelo en la Argentina terminará resultando casi un 50% más que en Estados Unidos aun considerando los impuestos aduaneros que se cobran en el aeropuerto de Ezeiza. 

El caso de Apple es útil para ver cómo se fueron elevando los precios en dólares en la Argentina. 

Sucede que, un año atrás, los artículos de la familia de la manzanita costaban, en cualquier comercio porteño, entre un 50% y un 60% más que en Miami, sin considerar el efecto "dólar tarjeta" o los impuestos aduaneros. En cambio, en la actualidad, la brecha es de más del 100%. 

Otro caso interesante es el de los smartphones "liberados": en Estados Unidos es posible adquirir un Samsung Galaxy Note II a u$s682, incluidos los tributos de ese país: 

Como contrapartida, en la Argentina, el mismo equipo liberado se está ofreciendo al equivalente de u$s1.300, es decir, un 90% más caro. 

Diferencias de similares magnitudes se pueden observar en otras tabletas, notebooks, televisores y videocámaras.

A continuación, un cuadro que resume los valores vigentes para ambos países, así como la incidencia del "dólar tarjeta" y los impuestos aduaneros.

Precio y también calidad

En este contexto cabe aclarar que la "microimportación" no sólo crece por las diferencias de precios, sino que ésta se ve impulsada por la realidad que atraviesa el mercado argentino: las continuas restricciones a las importaciones y los altos impuestos a los productos del exterior generan que los equipos ofrecidos en el país "atrasen" varios meses e incluso años respecto de los modelos que se consiguen afuera.

Es que el plan oficial para el desarrollo de tecnología en el sur del país terminó generando una suerte de mercado cautivo para las compañías instaladas en Tierra del Fuego, ya que éstas no deben lidiar con la competencia importada.

El consultor Enrique Carrier detalló que "actualmente en el mercado interno se ofrecen computadoras con procesadores i3 como la gran novedad cuando, hace un año en Estados Unidos, ya estaba en desuso. Sin dudas, gran parte de la gama de productos que se comercializan localmente ya quedaron obsoletos en el mundo y esto alienta a que la gente busque productos electrónicos en otros países".

En el siguiente cuadro se pueden observar las grandes diferencias en la calidad y cantidad de la oferta del mercado estadounidense y la que se registra en la Argentina.

Así las cosas, mientras que sólo en Best Buy hay disponibles casi 30 marcas de notebooks -cada una con un gran número de modelos- en el país, las cadenas más importantes, en conjunto, apenas superan las 15.

Otra diferencia está en la capacidad de los equipos y el nivel de actualización de los mismos. Mientras que en la cadena más grande de los Estados Unidos casi un 35% de las unidades tiene 6 o más GB de memoria RAM, en la Argentina ese nivel no supera el 5%.

Paralelamente, considerando aquellas portátiles con procesadores Intel, en Estados Unidos, 3 de cada 10 dispositivos ya están equipados con las versiones i7, en tanto que en la Argentina la proporción se reduce a menos de 1 de cada 10 unidades.

Para Carrier la protección fueguina perjudica al consumidor y alienta a que cada vez más argentinos estén pensando en adquirir tecnología fronteras afuera: "El esquema hace que resulte tentador viajar y traer artículos electrónicos, por la simple razón de que en otros países es posible encontrar dispositivos más avanzados y a menor precio".

En este contexto, los expertos vienen advirtiendo que el Gobierno está decidido a aguarle la "fiesta" a los argentinos que quieran viajar y hacer shopping en el exterior. 

"Es casi un hecho que después de las elecciones de octubre el Ejecutivo va a tomar algún tipo de medida que hará más caro el turismo fuera del país, como desdoblar el mercado cambiario e imponer un dólar especial para esta actividad", destacaron desde Econviews.

"En momentos en que el Banco Central no para de perder reservas, es casi un hecho que el Gobierno aplicará restricciones cada vez más duras. Por eso, el que esté pensando en viajar, que lo haga ahora. En unos meses va a ser mucho más costoso en término de pesos", acotaron desde la consultora, dejando en claro que el "déme dos" que resurgió en los últimos años, podría quedar en el recuerdo como una de las recurrentes épocas de "plata dulce" de la historia argentina. 

Temas relacionados