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Billetera "mata" relato: el Gobierno otorga ventajas a Chevron para que se asocie con YPF

A un año y tres meses de la nacionalización, llega el primer acuerdo con un socio privado para explorar Vaca Muerta, sujeto a facilidades negadas a otros
16/07/2013 - 10:09hs
Billetera "mata" relato: el Gobierno otorga ventajas a Chevron para que se asocie con YPF

El día de las buenas noticias para YPF parece haber llegado. 

Hoy, un año y tres meses después de la reestatización, por fin podrá concretar un acuerdo de inversión con un "peso pesado" de la industria petrolera global.

El tema se había convertido en una verdadera obsesión para el Gobierno, que era consciente de que, sin la participación de un gran jugador, resultaría imposible hacer efectiva la explotación de los hidrocarburos no convencionales que encierra la reserva neuquina de Vaca Muerta.

Los intentos por atraer a un socio de relevancia resultaron particularmente complejos, dada la situación vulnerable a la que quedó expuesto el país luego de la expropiación a la española Repsol.

La posibilidad de que cualquier empresa que se asociara con el Estado argentino pudiera sufrir un embate en los tribunales internacionales resultaba un factor de por sí disuasivo, incluso para firmas acostumbradas a operar en ámbitos altamente inestables.

Consciente de esta dificultad, el Gobierno hasta llegó a promover un acuerdo con la "expulsada" Repsol, para que la española fuera accionista en un joint venture orientado a explorar Vaca Muerta. Pero la respuesta desde el otro lado fue inflexible.

Esto, en el contexto de una cada vez más abultada cuenta dolarizada a pagar por la importación de combustibles. De hecho, en los primeros cinco meses del año, el resultado neto del comercio exterior en este rubro implicó la salida de más de u$s2.000 millones.

De manera que Chevron fue escalando -casi de manera obligada- en la consideración de los funcionarios K: primero fue un candidato más, luego un muy buen candidato y finalmente el único candidato posible.

Y, de manera inversamente proporcional, mientras fue creciendo la necesidad de pactar con la firma, fueron disminuyendo los requisitos exigidos por el Gobierno para que ésta estampe finalmente la firma en el contrato.

Es así que este desembolso, que será de u$s1.500 millones -pese a que le permite al Ejecutivo mostrar un primer avance para la extracción a gran escala en esa zona de la Patagonia- le supone un alto costo político.

Sucede que si bien el acuerdo permite mostrar que hay interés por parte de jugadores internacionales de invertir en el país, no es menos cierto que la incursión de esta petrolera le quita un poco de aire al relato oficial en cuanto al "nacionalismo" energético que ha venido pregonando desde que YPF fuera quitada a la española Repsol.

Es que el desembarco de la estadounidense Chevron representa la entrega (con concesiones) de la llave a una parte de las riquezas apenas explotadas de Vaca Muerta, la "joya" más preciada de la compañía estatal.  

Por lo pronto -para poder avanzar en el acuerdo- el Ejecutivo tuvo que ceder y otorgar "facilidades" impensadas, liberando a la firma de parte de las restricciones que fueran implementadas en este segundo mandato de Cristina.

No sólo eso, hasta tuvo que hacer la "vista gorda" ante lo sucedido con esta misma petrolera en Ecuador, tierra de un socio político de Cristina como lo es Rafael Correa.

El acuerdo de explotación -que será en principio por cinco años-, llega acompañado por un decreto publicado el lunes en el Boletín Oficial que, curiosamente -bajo el título "Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos"- permitirá a Chevrón sortear uno de los mayores obstáculos levantados por el propio Gobierno: el acceso a los dólares. Billetera mata relato

Cualquier casualidad es pura coincidencia. Pero lo cierto es que el discurso oficial parece haberse vuelto, al menos en este caso, moldeable y flexible a las exigencias y circunstancias.

La flamante normativa (divulgada pocas horas antes del acuerdo de hoy) establece que todas las empresas que inviertan más de mil millones de dólares en cinco años podrán exportar después de ese plazo "el 20% de la producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos producidos en dichos proyectos".

Ese porcentaje no sufrirá retenciones impositivas. En efecto, el texto establece "una alícuota del 0% de derechos de exportación".

Además, dispone que las compañías "tendrán la libre disponibilidad del 100% de las divisas provenientes de la exportación de hidrocarburos",siempre y cuando hayan cumplido con las condiciones anteriormente mencionadas.

En el caso de que se obligase a las empresas a vender sus productos en el mercado interno -ante el riesgo de desabastecimiento- el nuevo régimen compromete al Gobierno a abonar la diferencia que exista entre el precio local e internacional, para así evitar que las empresas vean afectada su rentabilidad.Un acuerdo poco soberano

Antes de pactar con YPF, Chevron no escatimó en exigencias para asegurarse el retorno de su inversión. En efecto, pidió flexibilidad y libertad para:

  • Exportar la gran mayoría de lo que se extraiga.
  • Que sea libre de retenciones.
  • Poder girar libremente utilidades.
  • Tener derecho a reclamar ante tribunales internacionales incumplimientos contractuales.

En virtud del decreto comunicado este lunes, el kirchnerismo parece haber cedido a todas las exigencias de la multinacional.

Meses atrás, el 19 de diciembre, YPF y Chevron habían firmado un primer convenio tendiente a la exploración de un área de 290 kilómetros cuadrados, la cual comprende Loma La Lata y Loma Campana.

Lo que se decidió en ese momento fue armar un joint venture: YPF aportaría la concesión de Vaca Muerta, mientras que ambas firmas compartirían los costos de explotación, además del know how y tecnología.

Los expertos del sector sostienen que la llegada de Chevron ayudará, en cierta medida, a aliviar el flujo de caja de la petrolera estatal, sostenido principalmente por la venta de combustibles.

Así, el desembolso de la estadounidense le otorgará -por primera vez desde su nacionalización- la posibilidad de acumular algo de fondos, sin tener la necesidad de llevar a cabo aumentos constantes en los surtidores.

"La demora en la llegada de inversores obligó a YPF a tener que soportar un mayor costo financiero en su operatoria. También le implicó mayores desembolsos, que tuvo que hacer por su cuenta para recuperar pozos y desarrollar nuevas cuencas", afirmó a iProfesional Horacio Lazarte, economista de Abeceb.com.

"Necesitaba fondos como fuera. Para ello, incluso tuvo que romper con la idea inicial del Gobierno de congelar los precios de las naftas. Esto derivó en una resolución que -aunque en su momento proponía estabilidad en los valores- en la práctica no hizo más que habilitar a la firma a aplicar más incrementos. Ahora estas subas deberían atenuarse", agregó.

De la indignación al pragmatismo

El acuerdo todavía no fue firmado y ya está generando todo tipo de críticas. En el ámbito político, dos sectores de la oposición ya hicieron pedidos de informes sobre la negociación con Chevron y reclamaron la presencia de Miguel Galluccio y de Axel Kicillof.

Por otro lado, comenzaron los previsibles reproches desde sectores que sufren una creciente presión impositiva, incluyendo altas retenciones a la exportación y la obligación de liquidar todas las divisas en el país.

Sin dudas, los funcionarios K tendrán que recurrir a sus mejores habilidades retóricas para justificar las concesiones otorgadas a Chevron y, sobre todo, para que no luzcan contradictorias con los duros conceptos que tuvieron un año atrás hacia Repsol.

Todavía hoy se recuerdan las frases de Kicillof en el Congreso, donde había descripto la actitud de los ejecutivos españoles como la de quien quería transformar a YPF "en una compañía en liquidación, en achicamiento" y que "no paró sistemáticamente de producir cada vez menos".

Un año después, los pobres números de explotación de la petrolera reestatizada dan pie a quienes afirmaban que el problema, más que Repsol, era la política energética diseñada desde el Gobierno.

Por eso, la justificación de beneficios impositivos y cambiarios para Chevron no será fácil de sustentar para los funcionarios. Esos mismos que antes habían argumentado que no se podía seguir negociando con Repsol porque trataban a la empresa como "una vaca lechera a la que iban a ordeñar hasta la muerte".

El legajo de Chevron

En lo que se refiere al "currículum" de la petrolera, Chevron arrastra como antecedente el haber sido condenada en Ecuador a pagar u$s19.000 millones por daño ambiental.

Ese mismo fallo derivó incluso en el embargo de los bienes de la firma en la Argentina. 

Pero fue el propio kirchnerismo, a través de Alejandra Gils Carbó, Procuradora General de la Nación, que logró destrabar la situación de la multinacional para asegurarse así la inversión.

"Ya no hay tiempo para perder millones. Ahora todo pasa por aceitar los mecanismos que aseguren la inyección de capital para que esto, además, le dé oxígeno a Galuccio, que hasta ahora sólo había aportado promesas", afirmó a iProfesional un ex funcionario de la Secretaría de Energía que pidió off the record.

"Vaca Muerta -añadió el experto- es una oportunidad para Chevron no sólo en lo comercial. Además, buscará mostrar que no depreda el medioambiente como se dice. En eso el CEO de la firma para Africa y la región, el iraní Alí Moshiri, está muy enfocado porque la condena de Ecuador le restó maniobra a la petrolera".

El perfil de la socia

Chevron es la sexta productora de petróleo de la Argentina, con casi un 5% de la oferta nacional, de acuerdo con números del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (Iapg).

La compañía fue constituida en EE.UU. bajo el nombre de Standard Oil Of California. En un período de más de cuarenta años, John Rockefeller la llevó a ser la petrolera más grande del mundo.

La firma hoy dispone de importantes yacimientos petrolíferos y de gas natural alrededor a nivel global, además de refinerías y buques tanque.

Desde 2009, el gigante aparece clasificado por la revista Fortune como el quinto privado con mayor caudal monetario del planeta.

El conflicto que se viene

Paralelamente al cierre del primer acuerdo concreto de inversión en Vaca Muerta, la Confederación Mapuche y las comunidades originarias asentadas en la zona aseguraron que no permitirán el ingreso de Chevron a su territorio, e impugnarán el acuerdo firmado con YPF por violar el derecho de consulta previa.

La petrolera estatal dice que esa zona no es de la comunidad. "No son tierras mapuches", dijo el domingo un vocero de la compañía petrolera en la única declaración que hubo sobre el tema.

En una conferencia de prensa celebrada en Neuquén, Jorge Nahuel, integrante de la Confederación, explicó que "no se puede realizar ningún tipo de proyecto de desarrollo o emprendimiento en nuestro territorio si no se cumple con un procedimiento legal. El estado está obligado a consultar, si no lo hace está violando la ley", en referencia a la convención 169 de la OIT.

Más allá de este conflicto por las tierras, el punto central de este acuerdo es que el Gobierno tuvo que ceder a las pretensiones de la petrolera estadounidense para así poder encontrarle socio a YPF. Una vez más, gana el pragmatismo y el relato cede ante la "billetera". 

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