En plena campaña, la oposición propone elevar el piso en el Impuesto a las Ganancias
Los distintos bloques que lideran encuestas preparan proyectos de ley para subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y empezar a gravar la renta financiera.
Cada vez más trabajadores pagan Ganancias porque el impuesto no se actualizó al ritmo de los salarios y la inflación y nunca intentó avanzar sobre la compraventa de bonos y acciones y los plazos fijos.
La semana pasada, el abogado de la CGT y diputado por el Frente para la Victoria, Héctor Recalde, adelantó que trabaja en un proyecto para alcanzar la renta financiera y subir el salario a partir del cual un trabajador paga Ganancias.
Ayer, el Frente Renovador, que encabeza Sergio Massa como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, enseñó los lineamientos de un proyecto propio, que plantea, también desgravar las utilidades de las pymes que reinviertan el capital. Alfonso Prat Gay (Juntos-Unen) presentó el año pasado su propia iniciativa.
En diálogo con la agencia NA, Recalde afirmó que la jefa del bloque del FPV, Juliana Di Tullio, le encargó avanzar sobre el tema, algo que había hecho el año pasado sin la venia del Ejecutivo. Sobre la renta financiera, dijo: “Algunos plantean plazos fijos a partir de $300.000, otros dicen $100.000, otros dicen tener en cuenta no solamente el plazo fijo, sino si tiene otras operaciones. Hay muchas variables, pero lo importante es que ya estamos trabajando”.
Massa encargó a los economistas que trabajan con él un proyecto alternativo. Miguel Peirano, el ex presidente del Banco Central Martín Redrado y Ricardo Delgado armaron los lineamientos. El borrador propone elevar el mínimo no imponible del trabajador casado con dos hijos de los actuales $11.563 brutos a $15.000 brutos y actualizar el índice de forma anual automáticamente en base a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
También se actualizarían las escalas del Monotributo y los pagos mensuales en función de ese indicador.
Quizás por incidencia de José Ignacio de Mendiguren, el hombre de la UIA que integra la lista de Massa, el proyecto desgravará por tres años las utilidades de las pymes que se reinviertan en la compra de bienes de capital. Es una réplica de un proyecto del ex ministro de Economía Roberto Lavagna que nunca fue tratado en el Congreso.
Los hombres de Massa sugieren gravar los plazos fijos de más de $250.000 de manera progresiva (15% el primer año, 20% el segundo, 25% el tercero y 35% a partir del cuarto) y de la misma forma la renta de títulos públicos y las ganancias por compraventa de acciones con operaciones menores a doce meses.
Se exceptuarían las emisiones de acciones y bonos para ampliar capital (por dos y tres años, respectivamente, y cinco para pymes) y las emisiones de YPF, por “necesidades estratégicas”.
Según Delgado, gravar la renta financiera arrimaría, en principio $7.000 millones al fisco, que compensarían en parte los $9.500 millones que se resignarían por subir el mínimo de ganancias y los $ 1.000 millones que dejarían de percibirse para beneficiar a las pymes. “El saldo $3.500 millones significan el 0,3% de la recaudación anual”, afirmó.