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Pronostican dos años duros, con mayor presión impositiva y más restricciones al dólar

El director de la consultora abeceb.com, Dante Sica sostuvo que este año podría cerrar con un crecimiento del PBI de entre 2,5 y 3 por ciento
07/08/2013 - 11:26hs
Pronostican dos años duros, con mayor presión impositiva y más restricciones al dólar

"Es como el perro que se muerde la cola. Ataca los efectos, pero no soluciona las causas."

Tras esa definición sobre la manera en que actúa el Gobierno en lo que a política económica se refiere, el director de la consultora abeceb.com, Dante Sica, trazó un pronóstico preocupante del tiempo que le resta a la gestión de Cristina Kirchner. "Vienen dos años duros", señaló.

El período, según su análisis, se caracterizará por una mayor demanda de dólares por parte del sector público y por limitaciones para el crecimiento de la actividad.

Y así, entre las medidas que podrían esperarse están una mayor presión tributaria y más restricciones para el turismo, lo que implicaría profundizar el modelo actual.

"Así como Maduro planteó el «papel higiénico o patria», acá vamos hacia el «Mar del Plata o muerte»", ironizó el economista. En otro escenario posible, dijo, el Gobierno podría ajustar tarifas, buscar financiamiento externo o, en una estrategia más riesgosa y no tan probable, devaluar en forma acelerada.

Sica expuso su visión durante un seminario organizado por la consultora para presentar su alianza con Isonomía Consultores. El director de esta firma, Juan Germano, sostuvo que entre los debates pendientes están el del rol del Estado en los servicios públicos, el sistema tributario y la reforma de la Justicia.

Sica sostuvo que este año podría cerrar con un crecimiento del PBI de entre 2,5 y 3%, y afirmó que, en general, sus números dan entre uno y un punto y medio por debajo de los del Indec. Además, proyectó que 2013 cerrará con reservas de entre 35.000 y 36.000 millones de dólares.

"Las reservas (por su caída), la inflación (con expectativas de agravamiento) y el dólar (que con un mercado desdoblado lleva a distorsiones) son los temas protagonistas del año y lo seguirán siendo", evaluó Sica. Las políticas tomadas, según el economista, son de represión y no logran solucionar problemas de fondo. "No se hace algo contra la inflación, sino que se atacan efectos; se clausuran cuatro supermercados por cuatro horas para dar la impresión de que se ocupan del tema", ejemplificó.

Respecto de las trabas para importar, consideró que "Moreno traba todo" y después ve quién se queja. Claro que no todos los productores llegarán a esa instancia, advirtió. "Ninguna fábrica se anima a decir que tiene que parar por no poder importar" insumos, afirmó.

Una cuestión de fondo que está en el eje de los desequilibrios, pero que no se está considerando, según advierten desde hace tiempo los analistas, es la política energética. Y las consecuencias se disparan cada vez con más fuerza (léase, con más ceros) en el balance fiscal y comercial.

Los subsidios otorgados por el Estado para los servicios energéticos llegaron al 2,5% del PBI en 2012, mientras que en 2005 representaban el 0,4%, y en 2010, el 1,9%. Pero como también se subsidia a otros sectores, como el transporte, el total de la erogación de fondos públicos para ese destino trepa al 4,6%, mientras que era de 0,7% siete años atrás.

Esa política contribuyó a que el sector público tenga hoy un déficit primario (antes del pago de intereses de deuda) de 0,59% del PBI, en gran medida contenido por la contabilización de ganancias del Banco Central y del fondo de garantía previsional. Sin los millones provenientes de estas fuentes, el desequilibrio alcanza el 1,94%, según abeceb.com.

"El año que viene no se va a poder mantener la tarifa plana (de servicios públicos) y a la vez aumentar la Asignación Universal por Hijo", advirtió Sica. Y agregó que será difícil atraer inversiones para la actividad.

Entretanto, subsisten altas tasas de pobreza y de informalidad, según la descripción de Daniel Arroyo, ex secretario de Políticas Sociales, quien también participó del seminario.

Según dijo, el gasto social llegará este año a $ 43.340 millones, y un desafío que se plantea es cómo "empalmar" la percepción de un subsidio personal con el ingreso en un puesto de empleo formal. La propuesta de Arroyo implica la existencia de un período con una superposición de ingresos -el social y el laboral-, hasta lograr la estabilidad en el empleo y la autonomía de los ingresos.

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