Un reciente informe realizado por el IERAL de la Fundación Mediterránea manifestó que "en 2012 un 34,9% de los asalariados formales en cargos técnicos y un 28,7% de los operarios habrían sido alcanzados".

Por el contrario, el estudio muestra que "para el año 2003 como para 2007, los asalariados formales alcanzados por el impuesto eran básicamente aquellos que desempeñaban ocupaciones que requerían destrezas profesionales".

Visto desde otro punto de vista, el informe detalla que "mientras en 2003 un 20,1% de los asalariados que pagaban ganancias eran Operarios, dicha participación en 2012 subió hasta un 47,7% del total, habiéndose contraído significativamente la participación de los puestos requirentes de habilidades profesionales entre los que tributan, desde un 43,1% en 2003 al 23,7% en 2012".

El trabajo también elabora una respuesta a la pregunta ¿qué ha ocurrido con la relación entre subas de salarios nominales, antes y después de pagar Impuesto a las Ganancias, y el poder adquisitivo de los trabajadores en los últimos años?.

Al respecto, señala que "el insuficiente ajuste por inflación en el impuesto le privó un 31% del aumento en el poder adquisitivo de su salario real en el período 1998-2013" a un asalariado que trabaja en la administración pública, cuyo salario es 1,5 veces el salario promedio de su sector.

En el ejemplo, se tiene en cuenta que el trabajador recibió un aumento del 28,7% en el poder adquisitivo de su ingreso antes de pagar Ganancias, entre 1998 y 2013, pero que se traduce en sólo un 19,8% si se lo mide después de abonar el gravamen.

"En el extremo, a los trabajadores del sistema financiero el insuficiente ajuste por inflación les habría privado de gozar de cualquier suba en el poder adquisitivo de sus salarios punta a punta en el mencionado período", concluye el informe.