Con un precio en las cuevas de $8,90, el blue va de la mano del "dólar convertibilidad"
Hace ya más de dos años que el Gobierno decidió sepultar los últimos vestigios de la ley de Ccnvertibilidad creada por Domingo Cavallo, es decir la obligación de que las reservas estén cubiertas en un 100% por la base monetaria.
Hoy esa relación apenas llega al 60% (es decir que cada vez hay más pesos en relación con el stock de divisas del Central) y la tendencia continuará en descenso en los próximos meses. Considerando el actual nivel de base monetaria ($329.600 millones) versus el stock de reservas (u$s37.061 millones, según el valor al 9 de agosto), surge que el tipo de cambio de equilibrio para volver a una cobertura del 100% entre ambas variables es de 8,89 pesos.
Este valor es asombrosamente parecido al valor que se opera del dólar en las cuevas y que el último viernes finalizó en $8,85. Quiere decir que las diferencia entre el "dólar convertibilidad" y el que se opera en el mercado informal es inferior al 1 por ciento.
Para la titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, comparar la base monetaria con reservas es un enfoque "monetarista", que obedece a una mirada económica de los 90. De la misma manera, consideran que la caída de reservas es justificada porque se utiliza para pagar deuda, mientras que el crecimiento en la cantidad de dinero en la economía no es inflacionario.
Sin embargo, el seguimiento de cómo evolucionan la base monetaria y las reservas ha resultado ser el mejor predictor de lo que sucederá con el dólar que se opera en las cuevas. Es evidente que los inversores tienen en cuenta (en forma más o menos consciente) la evolución de ambas variables para estimar a cuánto debería cotizar el dólar paralelo.
A fin de 2012, por ejemplo, la relación de base y reservas arrojaba un tipo de cambio de equilibrio de $6,74, mientras que el dólar en las cuevas había cerrado a $6,80, otra vez una diferencia ínfima.
Y al cierre de 2011, cuando el cepo cambiario se había instalado hace apenas dos meses, el "dólar convertibilidad" se ubicaba en $4,80, es decir un valor similar que en aquel momento mostraba el dólar en las cuevas. La diferencia con el oficial era entonces inferior al 10%, mientras que ahora se ubica en el 57%.
Con estos datos, es interesante proyectar cómo puede terminar el año tanto para la base monetaria como para las reservas. De esta forma, es posible aproximarse al valor que podría tener el dólar en las cuevas para fin de año. En el caso de las reservas, tras el pago de u$s2.070 millones del Bonar VII en septiembre las reservas bajarían a cerca de u$s 35.000 millones.
Y en el mejor de los casos el Central conseguiría mantener ese nivel hasta fin de 2013. En lo que respecta a la base monetaria, es razonable proyectar que acumulará un incremento del 35% interanual. Considerando el cierre del año pasado puede estimarse que llegaría a $415.800 millones. En este caso el cálculo es algo más complejo, sencillamente porque el BCRA ya tiene un plan monetario anual, o al menos no lo divulga.
Tomando en cuenta estos supuestos, es decir una base de $415.800 millones y reservas por u$s35.000 millones, el valor que surgiría del tipo de cambio es de $11,85. Sin embargo, no está claro que el dólar que se opera en las cuevas pueda crecer hasta estos niveles. Implicaría, por lo pronto, un aumento adicional de casi el 34% hasta fin de año, lo que al menos teóricamente resulta exagerado.
Además, la suba del paralelo sería muy superior a la inflación proyectada para los últimos meses del año. Claro que se trata sólo de un ejercicio teórico. Aún está por verse cuál es el recorrido de las reservas y si el Central está en condiciones de moderar la emisión monetaria justo en el momento más "caliente" del año, es decir ante la proximidad de las elecciones y la llegada de fin de año, que es cuando más aumenta la necesidad de emisión para financiar al Tesoro. Se dio en 2012 y se repetirá este año, concluye Ambito Financiero.