En sólo un mes, las acciones líderes ganaron 18%, lo mismo que entre enero y julio
Seguramente, agosto será un mes que muchos inversores no olvidarán. No es para menos, ya que el Merval avanzó más del 17%. Es decir, casi la mitad de todo lo ganado en el año.
Un porcentaje más que interesante si se tiene en cuenta que los contextos interno y externo no son, precisamente, un "lecho de rosas".
En el orden internacional, las bolsas se vieron afectadas por la amenaza que proviene de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), en el sentido de que planea dejar de lado su programa de expansión monetaria.
La primera consecuencia que generó esta potencial medida fue la salida masiva de dólares de la mayoría de los mercados de los países emergentes, con el consiguiente impacto en las cotizaciones.
Esto dio lugar, en segunda instancia, al inicio de una nueva versión de la "guerra de las monedas", que se refleja en la pérdida de valor de numerosas divisas.
Finalmente, sobre el cierre del mes surgió otro elemento negativo para los mercados internacionales: el recrudecimiento del conflicto en Siria y la posibilidad de un ataque conjunto de varios países, que luego se fue desvaneciendo ante la falta de acuerdos y apoyo.
Por otra parte, en Argentina los bonos y de acciones siguieron evolucionando en función del tipo de cambio.
Una situación que había alcanzado su máxima expresión en los meses precedentes, antes de la violenta intervención oficial de mayo último -a través de la venta masiva de títulos y la prohibición de realizar ciertas operaciones-, que hizo retroceder al dólar e incidió negativamente en dichos mercados.
Como era de esperar, una vez que desapareció esta presión, comenzó a observarse una notoria recuperación de los precios, en especial de aquellos papeles ligados al billete estadounidense, que retomó en agosto su rally ascendente.
Cabe recordar, no obstante, que a principios de mes entró en vigencia la nueva Ley del mercado de capitales, lo cual generó gran preocupación por las implicancias que podría acarrear el polémico artículo 20, que habilitaba a la Comisión Nacional de Valores para intervenir empresas cotizantes ante denuncias de socios minoritarios.
Aunque para los inversores fue un alivio luego que, hace pocos días atrás, este punto fue suspendido a través de una medida cautelar dispuesta por la Justicia.
Asimismo, incidió negativamente, en particular en el mercado de bonos, el fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York referido al juicio que enfrenta al Gobierno con los fondos buitre, y que en primera instancia tuvo como primer efecto concreto la decisión de reabrir el mecanismo de canje de deuda, para lo cual se necesita la aprobación del Congreso.
Pero no todas fueron malas noticias, ya que el temor de que se dispusiera gravar la renta financiera quedó de lado una vez que las autoridades económicas declararan enfáticamente que no alcanzarán con algún tipo de gravamen a los títulos cotizantes en el mercado nacional.
En cambio, se aplicará un impuesto a las ganancias del 15% para las acciones que no coticen en la Bolsa y un 10% al pago de dividendos.
En este contexto de vaivenes, el Merval trepó un 17,2% el mes pasado y los títulos públicos hasta un máximo del 9% en el caso del Par con legislación de Nueva York.
Agosto, un mes para el recuerdo
La reacción positiva que insinuó el mercado accionario a partir de la segunda quincena de julio se vio reforzada en agosto.
De esta manera, la variable clave fue el blue, que terminó con una suba del 7%, por lo que todas las operaciones financieras que ganaron menos que ese porcentaje se vieron relegadas en dólares.
Del conjunto de acciones que componen el panel líder, los papeles que mostraron las mayores subas fueron los bancarios, destácandose el Grupo Galicia, que ganó un 34%, Macro (31%) y Francés, con el 30 por ciento.
En cuanto a los títulos públicos, los resultados fueron mucho más acotados, ya que se vieron limitados por las noticias provenientes de la Corte de Nueva York. En este orden, los que lograron las mejores performances, ya que superaron el avance del blue, fueron el Par en dólares (9%), el Bonar VII (10%) y el Boden 2015, con el 6%.
En este segmento merece un párrafo aparte el Cedín, debido a su bajo nivel de aceptación (sólo reunió unos u$s50 millones) y que aún no logró ser negociado en el recinto bursátil.
Algo parecido ocurre con el Baade, que pese a las presiones oficiales, tampoco pudo despertar la adhesión de particulares y empresas.
Balance de los primeros ocho meses
El avance del Merval en agosto fue al mismo ritmo del dólar blue, aunque, como es habitual, se registró cierta dispersión entre los papeles que componen el Mercado de Valores de Buenos Aires.
En tal sentido, surgieron como claros ganadores Telecom y Siderar, con avances del 114% y 76%, respectivamente, al mostrar un alza muy superior al 37% que registró el blue a lo largo del año.
En tanto, las mayores bajas correspondieron a Petrobras y Comercial del Plata, que perdieron el 7% y 9%, correspondientemente.
Por el lado de los títulos públicos, los grandes ganadores del período fueron los cupones atados al crecimiento emitidos en euros, ya que avanzaron un 52%, seguidos por los bonos Par en dólares bajo legislación argentina, con el 40%.
En conclusión, en este lapso, los grandes ganadores frente al dólar y la inflación fueron los siguientes activos bursátiles:

Mercados del exterior
En tanto, los mercados internacionales, en lo que va del año, muestran una clara tendencia a favor de las bolsas estadounidenses, ya que el Nasdaq subió el 16%, en tanto que el S&P 500 ganó el 15% y el tradicional Dow Jones creció poco más del 13%, pese al opaco desempeño del último mes.
En cuanto a las bolsas europeas, los magros rendimientos de agosto redujeron los acumulados de la mayoría de ellas. Pese a ello, el CAC francés, que trepó un 10% en el año, continúa siendo la más exitosa del viejo mundo, seguido por el DAX alemán que avanzó el 8%. Mientras tanto, la bolsa madrileña ganó apenas un 3,9%.
Muy distinto fue el panorama en las plazas latinoamericanas ya que, a excepción del Merval, que en términos de dólar ganó un 20%, mostraron fuertes bajas. Las mayores caídas las debió soportar el Bovespa de San Pablo, que perdió un 29% en 2013, seguido por los mercados chileno y mexicano, con descensos del 22% y 14%, respectivamente.
Por el lado de las materias primas, también existió una enorme dispersión en sus rendimientos en estos ocho meses, ya que, por ejemplo, el trigo perdió cerca del 17%, mientras que la soja logró recuperarse y cerrar con una suba del 1%. En cuanto al precio del petróleo, fue el que más avanzó a partir de la profundización de los problemas en Siria y Egipto, al subir más de 15%. En este contexto, la peor parte la tuvieron que afrontar los metales preciosos, ya que el oro retrocedió un 17% y la plata el 23%.
Qué puede suceder de aquí en más
Para Mauro Morelli, analista de Rava, "la reapertura del canje y el cambio de legislación que se debatirá en el Congreso de la Nación pueden percibirse como una clara oportunidad de compra de deuda soberana bajo legislación extranjera".
Según Morelli, "una situación de esta naturaleza puede implicar un desarme de posiciones ante el pánico o incertidumbre potenciada, incluso, por los apalancamientos de los inversores".
El experto de Rava afirmó además que "ante la nueva emisión de títulos con legislación nacional que reemplace los bonos dolarizados en plaza norteamericana, exigiéndoles un mismo riesgo a las emisiones nuevas de Global 2017, Discount o bonos Par, estaremos frente a una fuerte suba de estos últimos, que se podría traducir en subas entre el 10% y el 15%".
"Paralelamente puede suceder que los arbitrajes generen una corrección en las tasas de retorno de la deuda soberana, haciendo retroceder al Boden 2015 y el Bonar X, entre otros", concluyó Morelli.
Sabrina Corujo, economista de Portfolio Personal, sostuvo que "en las próximas semanas pesará la incertidumbre de los inversores en torno a la reapertura del canje de deuda, en particular por el tema del cambio de legislación de los títulos".
Según esta especialista, "éste es el driver que más peso tiene, dado que la justicia americana podría interpretarlo como un desacato y levantar el stay, lo que a su vez aceleraría los tiempos de un default".
Por otra parte, se especula que los agentes pagadores europeos, "como Euroclear y DTC serán muy cuidadosos a la hora de aceptar la custodia y facilitar el movimiento de estos bonos. De ser así, un mercado secundario para estos títulos estaría posiblemente limitado sólo a la plaza local", concluyó la analista de Porfolio Personal.