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Efecto inflación: fabricar un auto en la Argentina ya cuesta u$s2.000 más que en Brasil

Lo afirmó el presidente de la cámara de empresas metalúrgicas cordobesas que participan de la industria automotriz, un sector que hoy está en crisis
17/10/2013 - 07:46hs
Efecto inflación: fabricar un auto en la Argentina ya cuesta u$s2.000 más que en Brasil

La crisis en la industria automotriz argentina parece no encontrar freno y este sector que supo ser uno de los pilares del "modelo kirchnerista", se encuentra con una caída de las exportaciones, suspensiones de personal, adelanto de vacaciones y enfrenta una inflación que la hace menos competitiva ante el mercado más importante de la región.

Hoy fabricar un auto en la Argentina cuesta u$s2.000 más que en Brasil. Así lo reconoció Emilio Etchegorry, presidente de la Cámara de Industriales y Metalúrgicos de Córdoba.

En tanto, Gastón Utrera, el economista que realizó el informe, sostuvo que esto se debe a que “el tipo de cambio con ese país es similar al de 1997 y si se incluyen retenciones es menor aún, y a eso hay que sumar que la presión tributaria se duplicó”.

La relación comercial muestra un atraso de alrededor de 40% de Argentina contra Brasil”, agregó el especialista a El Cronista.

Aunque el trabajo presentado por la entidad y realizado por el economista plantea que los empresarios entienden que un dólar competitivo sería, en promedio, de alrededor de $8, Utrera entiende que el problema “no se soluciona devaluando” y consideró necesaria la posibilidad de aplicar otras medidas como bajar las retenciones industriales.

Pero los costos altos no es una novedad en el sector. Durante el salón del Automóvil de Buenos Aires, que se realizó del 20 al 30 de junio de este año, los encargados regionales de las marcas que tienen plantas en el país coincidieron en que la Argentina estaba cada vez más cara para poder competir en los mercados externos.

Según explicó un hombre de la industria, además del conflicto coyuntural que existe hoy, el problema que se genera es que “mientras las plantas sigan perdiendo competitividad frente a otras de la región les será mucho más difícil acceder a nuevos proyectos, y una fábrica sin proyectos tiene poco futuro”.