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Volver de la "muerte": grandes empresas a punto de desaparecer buscan su lugar en el mundo

Un grupo selecto de mega compañías estadounidenses que solicitó la ley de quiebras de dicho país, peleó contra las inclemencias económicas
03/11/2013 - 12:32hs
Volver de la "muerte": grandes empresas a punto de desaparecer buscan su lugar en el mundo

¿Quién no tuvo en los años ´90 una cámara de fotos de Kodak? ¿Quién no soñó con viajar por el mundo en un avión de American Airlines?

Tanto estas como otras marcas estadounidenses que fueron referentes y líderes de una época, hace pocos años se declararon en quiebra y estuvieron a punto de cerrar sus "persianas".

Más allá de sus balances negativos y de afrontar un período de incertidumbre, varias de estas compañías lograron sobreponerse y volver al mercado a competir.

Es decir, pudieron seguir en carrera por meritos propios y por el apoyo financiero de privados y, en algunos casos, del propio gobierno de Estados Unidos.

Además, tuvieron la posibilidad legal de atenerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de dicho país.

Esta normativa le permite a una empresa reorganizarse antes de que los acreedores se queden con una parte o la totalidad de sus bienes, al tiempo que le otorga la posibilidad de ir pagando con ingresos futuros.

Así, algunas compañías sobrevivieron a una quiebra y salieron, incluso, mejor posicionadas por la experiencia vivida, otras se desvanecieron en el olvido.

Este famoso "capítulo 11" implica un proceso de reorganización corporativo, por el cual la empresa no va necesariamente a disolverse o desaparecer, sino que puede resurgir reforzada, como ocurrió con General Motors, y tener mayor solvencia.

Los casos más representativos que han salido adelante y luchan por ocupar nuevamente su glorioso lugar son los siguientes, según un artículo de CNN Expansión.

El caso Kodak

A comienzos de septiembre pasado, Kodak, el gigante de la industria fotográfica, anunció que finalmente había salido de la quiebra en la que se declaró en enero de 2012.

Sin embargo, lo hizo como una empresa más pequeña y muy distinta a la legendaria firma que cambió el mundo de la captura de las imágenes.

Agobiada por una deuda de más de u$s6.700 millones, la compañía se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de Estados Unidos, después de años en los que no supo sacar provecho a sus propios inventos, como la cámara digital, a la que no explotó en profundidad por miedo a afectar su negocio de película tradicional.

Como parte del plan de salida de la suspensión de pagos, todas las acciones comunes de Kodak fueron canceladas, al tiempo que la firma emitió nuevos títulos entre quienes participaron del rescate.

Durante este último año y medio, la compañía se ha dedicado a la venta de múltiples de sus áreas de negocio, como su servicio online para compartir fotografías o sus patentes tecnológicas, por las que obtuvo u$s525 millones, cifra que estuvo bastante lejos de los 2.000 millones de dólares que esperaba recaudar inicialmente.

También la empresa fotográfica de Rochester (Nueva York), que fue fundada en 1880 por el inventor George Eastman, logró una línea de crédito de u$s895 millones de los bancos JPMorgan Chase, Bank of America y Barclays para financiar sus operaciones luego de finalizar con la suspensión de pagos.

En la actualidad, Kodak está centrada en la impresión comercial, es decir, servicios de imagen para negocios.

Asimismo, se prevé que la compañía solicite a alguno de los principales mercados de valores de Nueva York que sus acciones vuelvan a cotizar en bolsa, algo que podría comenzar a ocurrir a mediados de noviembre en los mercados secundarios.

De nuevo en la pista de despegue

Otro caso emblemáticos es el de American Airlines, en el que AMR, matriz de AA, se declaró en quiebra en noviembre de 2011.

Si bien este desenlace negativo no causó una gran sorpresa en el mercado, debido a las severas complicaciones financieras que atravesaba el sector de la aeronavegación internacional, de todos modos fue un impacto para el mundo de los negocios por lo que representaba la marca.

Principalmente, es una de las aerolíneas con más historia, y fue bandera de Estados Unidos durante casi todo el siglo XX.

Su derrumbe comenzó cuando su cotización registró una caída de 95% y la firma no pudo escapar de la quiebra.

Ahora trata de revertir su suerte, con la intención de convertirse nuevamente en la mayor aerolínea del mundo.

La firma, que busca salir del Capítulo 11 de la ley de protección de quiebras a través de una fusión con US Airways Group, se ha vuelto más competitiva al renegociar contratos de aviones, rebajar la cantidad de directivos y congelar los planes de pensiones para reducir sus costos.

De esta manera, American Airlines revirtió su delicada situación y tuvo ganancias por u$s289 millones en el tercer trimestre del año, frente a una pérdida de u$s238 millones en el mismo lapso de 2012.

Sin embargo, no todas son buenas noticias. El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó en agosto una demanda para bloquear la fusión con US Airways, por lo que el juicio por el caso está programado para iniciar el próximo mes.

El argumento que expusieron los magistrados estadounidenses es que cambió la suerte financiera de la compañía aérea desde que solicitó protección por quiebra, situación que significa que ahora ya no necesitará de la fusión para salir adelante.Compañía asegurada

El icónico grupo de seguros American Internacional Group (AIG) es otro de los ejemplos de los colosos que cayeron y luego se levantaron.

La compañía se hizo más eficiente años después del polémico rescate que recibió por parte del gobierno de Estados Unidos, en el 2008.

Cabe recordar que en septiembre de ese año, durante la crisis financiera mundial, Washington salvó a la aseguradora y a otras instituciones de la bancarrota por temor a que su colapso fuera desastroso para la economía mundial.

Los préstamos federales superaron la friolera de u$S182.000 millones.

Sin embargo, el Tesoro vendió sus últimas acciones en la aseguradora en diciembre y los títulos de la firma acumulan una ganancia de 50,49% en lo que va del año.

Dos automotrices que vuelven a ser referentes

El sector automotor, de gran importancia para la economía estadounidense, también fue muy golpeado por la crisis internacional de hace cinco años.

Entre los casos más significativos se encuentran Chrysler, General Motors, y su antiguo brazo financiero, Ally Financial, que recibieron u$s80.000 millones en ayuda entre 2008 y 2009.

En la actualidad, Chrysler, bajo la administración de Fiat, presentó en septiembre pasado su documentación para una Oferta Pública Inicial (OPI) de acciones en Wall Street.

La OPI probablemente tendrá lugar en el primer trimestre de 2014, de acuerdo con el presidente ejecutivo de ambas marcas, Sergio Marchionne.

Las ventas de Chrysler en Estados Unidos subieron 1% (143.017 vehículos) en septiembre, el mejor mes en seis años.Por otra parte, en cuanto a General Motors, para su reestructuración se creó una compañía nueva, con el nombre General Motors Company, que en la actualidad posee los activos más importantes de la vieja GM, que pasó a llamarse Motors Liquidation Company para su liquidación.Para salvarla del naufragio, el gobierno estadounidense le inyectó en total u$s50.000 millones, y a cambio de ese aporte se quedó, en ese momento, con el 60% de las acciones.

A pesar de todas las calamidades vividas por la empresa, ésta consiguió recuperar su liderazgo en el mercado mundial, relegando a Toyota al tercer lugar.

Hoy, la firma está enfocada en las ventas al exterior, con China como su mercado clave, donde posee una participación del 15%, y en donde presentará un total de 17 modelos nuevos en todo este año.

Entre las marcas que posee se destacan Chevrolet, Opel y Cadillac.

Pasteles americanosHostess Brands es la mega compañía fabricante del pastel relleno de crema Twinkies, que es muy popular en Estados Unidos. Se declaró en quiebra en noviembre de 2012, y fue autorizada a liquidar todos sus bienes: 33 panificadoras, 30 marcas de pan, 565 centros de distribución, unas 5.500 rutas y 570 negocios en todo Estados Unidos.

Sin embargo, la salvación llegó en marzo de este año: un juez de bancarrota en Estados Unidos aprobó la venta de la marca Twinkies y otros activos de la firma a las empresas Apollo Global Management y Metropoulos. Así, los pastelitos volvieron a los negocios de Estados Unidos.

El monto de la transacción fue de u$s410 millones e incluyó otras marcas como Ho Hos, Ding Dongs y Zingers.

Para tener una noción de este coloso, cuando Hostess Brands se declaró en quiebra en noviembre del año pasado, allí trabajaban unas 18.500 personas.

Sin embargo, únicamente alrededor del 20% al 25% de esos empleos se recuperarán cuando todas las marcas estén activas y funcionando de nuevo, según las estimaciones de una analista de la industria panificadora en la firma IBISWorld, Natalie Everett.

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