En el ambiente ya se venía respirando cierta ansiedad e incertidumbre. 

Sin embargo, este martes, pocas horas después de conocerse los cambios dentro del equipo de Cristina Kirchner, terminó por hacer eclosión la "fiebre" entre argentinos que salieron en búsqueda de bienes o servicios dolarizados.

Tras oficializarse el nuevo Gabinete, y especialmente luego de confirmarse el arribo de Axel Kicillof como responsable de la cartera de Economía, el martes se vivió una jornada distinta en agencias de turismo y concesionarias de vehículos importados.

No es casual. Por el contrario: Kicillof es, dentro del equipo de la administración K, el funcionario que viene pugnando por un desdoblamiento del tipo de cambio. Y su encumbramiento como máxima autoridad del Palacio de Hacienda terminó por disparar todas las alarmas en el sector turístico y automotriz, dado que se reforzaron -más que nunca- las versiones de un dólar más caro para ambas actividades.

Así las cosas, a lo largo de todo el martes, en las agencias de viajes se vivió un día a pura adrenalina, con mucha más actividad que lo normal, ya sea por clientes que buscaban cerrar lo antes posible la compra de un paquete o un aéreo, como por aquellos futuros turistas preocupados por los rumores y que buscaban respuestas sobre posibles alcances de medidas oficiales. 

El hombre que disparó los temores

Desde su llegada a este Gobierno, Kicillof viene pregonando sobre la necesidad de restringir dólares para el turismo en el exterior o la compra de bienes suntuarios -como los autos de alta gama- con el fin de garantizar más recursos para hacer frente a la crisis energética.

Y el espaldarazo que recibió el lunes por la noche por parte de la Presidenta hace prever a empresarios que, de un momento a otro, se podría poner fin a la posibilidad de que argentinos sigan viajando al exterior de la mano de un tipo de cambio que muchos consideran "subsidiado" y, por si fuera poco, con la posibilidad de cancelar la compra hasta en 24 cuotas sin interés y en pesos.

El hecho de que se ponga un límite al "sueño" de las "vacaciones baratas" se constituiría en una suerte de "tiro de gracia" para las agencias de turismo que, año a año, se nutren de los millones de argentinos que hasta ahora decidían descansar fronteras afuera.

En este contexto, Rubén Sánchez, presidente de Majes Turismo, una agencia de Zona Norte con más de 20 años de trayectoria, confirmó a iProfesional que "este martes hubo compras de emergencia por la incertidumbre de que sobrevengan cambios con el dólar".

El directivo aseguró que "tras las elecciones ya venía creciendo el nivel de consultas, pero luego de conocerse los cambios de gabinete se dispararon. Hubo un furor de averiguaciones y cierres".

"Se vendió mucho, la gente quería contratar hoy mismo todo lo que fuera posible. Incluso, tuvimos casos poco comunes, como clientes que pagaron paquetes al Caribe o Europa en efectivo, porque preferían no usar la tarjeta por si mañana se fijan límites o algún otro tipo de restricción", relató Sánchez, quien agregó que el factor común, en todos los casos, fue la ansiedad y el temor a perderse la posibilidad de contratar un ticket aéreo o un hotel en un destino internacional al tipo de cambio actual.

"Todos buscan aprovechar cerrar la compra de pasajes y paquetes a un cambio de $7,20, que es un valor que perciben que está barato", relató el empresario.

En tanto, en sucursales de LAN también se vivió un día de gran efervescencia. En la agencia que la compañía aérea posee en el shopping Unicenter, por ejemplo, en varios tramos del día el local permaneció lleno, con gente en espera para ser atendida. 

Paralelamente, en la sucursal de Asatej de Lomas de Zamora, una de las responsables de ventas confirmó que "está todo bastante revolucionado. La gente no sabe qué va a pasar con el dólar y trata de cerrar su compra lo antes posible".

En la misma línea, el directivo de una agencia con cuatro sucursales en Capital y Gran Buenos Aires, también confirmó el furor de compras ante la posible irrupción del llamado "dólar Kicillof", es decir, un tipo de cambio que rija para turismo y autos importados, que podría ubicarse muy cerca del blue. 

Si bien aún no hay certeza de que esto se materializará en la práctica, lo cierto es que muchos particulares actuaron como si la medida estuviera por implementarse. 

"Lo que se vivió este martes fue muy parecido a lo que ocurrió durante los días previos a que comenzara a aplicarse el recargo del 20% en marzo. Es calcado: hay dudas, preguntan, todos están ansiosos por comprar antes de que se les encarezca", relató.

Entre las consultas que suelen hacer, destacó que la más frecuente es si el precio al que compran un paquete o un aéreo se mantiene una vez cerrada la operación o si puede haber algún tipo de "medida retroactiva" que modifique la tarifa.

Frente a este panorama, el economista Gabriel Caamaño Gómez, del Estudio Ledesma, aseguró que "es como si estuviéramos en una etapa de liquidación de viajes. La gente está previendo que lo que hoy se cotiza a un dólar de $7,20, en unos días le puede salir $8 o más".

"La verdad es que es muy entendible toda esta ansiedad", aseguró el experto.

No es para menos. El siguiente ejemplo permite analizar cómo se fue encareciendo viajar al exterior -fruto de la aceleración de la tasa de devaluación y del recargo del 20% que implementó la AFIP-, y cómo impactaría una hipotética irrupción del llamado "dólar Kicillof":

• Una familia que en noviembre de 2012 contrató un paquete a Disney para dos adultos y dos menores, por 9 días, con aéreos, hoteles y pases a parques incluidos, valuado en u$s9.300, debió desembolsar el equivalente a $43.800.

• A comienzos de noviembre de este 2013, quien se decidió por esta misma alternativa (para viajar en 2014) debió desembolsar cerca de $65.900, es decir, un 50% más. Esto se debió a la irrupción del recargo del 20% de la AFIP (que en 2012 no estaba vigente) y el efecto devaluatorio.

•En caso de que finalmente el Gobierno avance con el desdoblamiento del tipo de cambio para la actividad turística y que éste se ubique entre los $8 y los $9, el valor de este mismo paquete pasaría a cotizar a un valor cercano a los $80.000. Esto implica, cerca del doble que en 2012.

Claro que aun faltaría dilucidar un punto clave: si la irrupción de un eventual "dólar Kicillof" supone la supresión del recargo del 20% fijado por la AFIP o, por el contrario, si pueden llegar a convivir ambas medidas.

No es un dato menor, dado que el segundo escenario implicaría que descansar en el exterior pasaría a ser incluso más oneroso para la clase media.

Autos importados: furor de ventas

Lo que se vivió este martes en el sector turístico tuvo su correlato en la actividad automotriz. Más precisamente, en las agencias que comercializan unidades importadas.

Los autos que llegan del exterior también están en la mira del Gobierno, por el hecho de que ingresan al tipo de cambio oficial y ni siquiera se ven alcanzados por un recargo como el que sí afecta al turismo. 

Hace un tiempo, Kicillof había dado pistas claras cuando aseguró que uno de los mayores riesgos para la economía era que los dólares recibidos por exportaciones terminaran "malgastándose" en lo que denominó "productos de consumo suntuoso".

"¿Cómo las divisas que necesito para hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan comprar bienes de lujo?", disparó el funcionario, dejando en claro que tarde o temprano se podría terminar la "fiesta" del dólar barato para la adquisición de, entre otras cosas, autos importados.

El temor a que el desdoblamiento cambiario también llegue a esta actividad, con un valor del dólar para la importación más cercano al blue, derivó en un boom de consultas y de operaciones en estas últimas jornadas.

Desde una agencia oficial BMW ubicada sobre Avenida Del Libertador, el gerente de ventas confirmó que "creció mucho el nivel de consultas. La gente que estaba evaluando adquirir una unidad está volcándose a cerrar la operación cuanto antes".

El directivo destacó que "creció tanto el nivel de patentamientos en estos días que prácticamente ya no tenemos más unidades en stock del Serie 1, Serie 3 o de la X6. Vendimos todo y hasta enero no nos llegan más vehículos".

Acto seguido, reconoció que "esto incrementó la ansiedad entre nuestros clientes, porque las señas que se toman para enero quedan con precio abierto, no podemos fijar el valor en pesos".

Paralelamente, desde una agencia de Toyota de Capital, confirmaron a iProfesional que se "dispararon" las consultas para la compra de camionetas importadas.

"En esta época del año siempre crecen las averiguaciones por las SUV, porque son vehículos ideales para irse de vacaciones. Pero durante los últimos días, especialmente este martes, hubo mucha más actividad. Como son unidades cuya cotización está atada al dólar, saben que el precio puede dispararse", relató el responsable de ventas.

Los valores de los vehículos importados no pararon de encarecerse en los últimos meses, conforme se aceleró la tasa de devaluación.

Sin embargo, la posible aplicación de un tipo de cambio desdoblado más alto, le pondría fin al sueño de muchos argentinos de llegar a un 0Km de alta gama, como viene sucediendo hasta ahora.

No es para menos:

•Al inicio de este año, era posible adquirir, por ejemplo, un BMW Serie 1 de 170 caballos a $221.400.

•Ya en junio, el valor de esta unidad había saltado hasta los $257.000.

•En tanto que, de cristalizarse en la realidad un "dólar Kicillof" para el rubro automotriz, ese mismo modelo podría llegar a cotizar a valores cercanos a los $410.000. Es decir, un nivel que casi duplicaría al vigente a principios de 2013.

El Gobierno, cercado por la necesidad de dólares

Cabe destacar que estas medidas restrictivas tienen como finalidad evitar el continuo drenaje de divisas que están provocando el derrumbe de las reservas del Banco Central, que lleva perdidos más de u$s11.000 millones en lo que va del año y que enfrenta un panorama aun más complejo de cara al 2014. 

Esto no sólo le mete presión al tipo de cambio, sino que implica un "cepo" al crecimiento, dado que por el achicamiento del superávit comercial, al BCRA le queda la responsabilidad de "bancar" las importaciones necesarias para que el país se mantenga en la senda del crecimiento.

El turismo es uno de los grandes responsables de esta sangría: Belén Olaiz, analista de la consultora Abeceb, estima que este año los millones de argentinos que viajen al exterior le "quitarán" a la entidad ahora conducida por Juan Carlos Fábrega la friolera de u$s8.000 millones, unos u$s5.000 millones más que el saldo registrado en 2012 (ver infografía).

En el caso del sector automotriz, se prevé que este año también succionará unos u$s8.000 millones. Sin embargo, el grueso de ese déficit es por importaciones de autopartes, necesarias para fabricar unidades localmente.

Por lo tanto, con un eventual desdoblamiento, el Gobierno apuntaría a desalentar sólo el ingreso de 0Km premium.

Este año, esas operaciones le estarían "succionando" al Central unos u$s2.000 millones, si se incluyen las unidades de marcas de lujo y los tope de gama importados de las compañías llamadas generalistas.

Cabe destacar que este año, de la mano de la falta de alternativas de inversión y por la brecha entre el blue y el oficial, una docena de automotrices del exterior están logrando marcas históricas en los niveles de patentamientos en la Argentina.

Así, firmas como Land Rover, Alfa Romeo o BMW están cerrando el 2013 con un crecimiento en los niveles de ventas que van del 90% al 170%.

Este boom es el que, justamente, buscaría atacar el Gobierno con un desdoblamiento cambiario.

Al trazar posibles escenarios y augurar éxitos o fracasos, Caamaño Gómez destacó que la única posibilidad que tiene el Ejecutivo para, al menos en el corto plazo, lograr detener el furor de ventas de autos importados o de turismo en el exterior, es si el hipotético nuevo tipo de cambio no queda fijo.

"Si un eventual valor del dólar especial para estas actividades no se actualiza periódicamente, el crecimiento del blue hará que pierda toda su efectividad", destacó el experto.

El otro punto débil del Gobierno en su cruzada contra el turismo está en el amplísimo menú de financimiento, de la mano de bancos y compañías aéreas que ofrecen planes de pago hasta en 24 cuotas sin interés y en pesos.

Cualquier eventual encarecimiento en moneda local de un paquete o un aéreo, en un contexto inflacionario como el actual, hace que se "diluya" de la mano de la cancelación a lo largo de varios meses.

Para Olaiz, "es llamativo que a nivel oficial hasta ahora no hayan tomado alguna medida para limitar el financiamiento, porque el pago en cuotas es clave para explicar el boom de argentinos en el exterior".

Por eso no descartó que, en esta nueva cruzada para sostener las reservas del Central, el Gobierno finalmente salga a ponerle un límite a los planes de pagos.