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Tras el "tope" del 7,5%, ya hay artí­culos tecnológicos que cuestan un 100% más que en el exterior

Tras el "tope" del 7,5%, ya hay artí­culos tecnológicos que cuestan un 100% más que en el exterior
31/01/2014 - 06:57hs
Tras el "tope" del 7,5%, ya hay artí­culos tecnológicos que cuestan un 100% más que en el exterior

El negocio de la tecnología se coló en la agenda oficial y se convirtió en causa de desvelo de algunos funcionarios, que hasta debieron improvisar una conferencia de prensa para hacer frente al creciente malhumor social tras detectarse faltante de productos y fuertes subas de precios.

Es que, luego del salto del dólar, las cadenas de retail comenzaron a sacar artículos de la venta y a stockear, al tiempo que avanzaron con importantes alzas, tanto de los artículos electrónicos importados como de aquellos ensamblados en Tierra del Fuego, dado que poseen más de 90% de componentes del exterior.

Así, en medio de jornadas agitadas, durante las cuales no hubo un valor de referencia, las compañías del sector decidieron preservar su inventario y retocar los valores exhibidos en las góndolas, con subas que fueron del 15% al 40%.

Frente a este escenario de caos que debieron enfrentar los consumidores, el ministro de Economía, Axel Kicillof, encabezó una conferencia de prensa en la cual trató de minimizar el impacto inflacionario que se generó tras la devaluación, haciendo hincapié en que se trataba de "celulares" o de "electrónica" y no de productos sensibles como alimentos o indumentaria.

Acto seguido, el ministro debió hablar públicamente de un tema "tabú" y del que ningún funcionario se había animado a hacer referencia en los últimos años: reconoció que toda la electrónica ensamblada localmente tiene "bastante" contenido importado.

Y esta "confesión" fue para justificar un aumento en esta gama de productos de hasta el 7,5%.

En definitiva, si bien durante la conferencia el Gobierno intentó comunicar como un hecho positivo el acuerdo con las cadenas de retail y la implementación de un tope a los valores al público de los artículos electrónicos, la realidad es que se terminó reconociendo que la devaluación indefectiblemente impactó en el poder adquisitivo de los consumidores, quienes hoy deben sacar más pesos de sus bolsillos para acceder a artículos electrónicos.

Luego de las fuertes subas, las páginas web de las principales cadenas de retail ya habían retrotraído algunos precios y así comenzaron a cumplir con la exigencia oficial.

En el caso de un iPad Retina de 64GB, por ejemplo, el miércoles llegó a "cotizar" a $9.200 frente a los $8.000 que costaba antes del salto del dólar, es decir, un alza del 15%.

Sin embargo, ayer este modelo ya se ofrecía a $8.600, es decir, un encarecimiento del 7,5% frente al valor "pre devaluación", en línea con la orden de Kicillof.

¿Dónde conviene comprar tecnología?

Si por algo se habían caracterizado los últimos años de la administración K fue por el revival de las épocas de la "plata dulce", es decir, esos períodos en la historia del país que, por efecto de las políticas cambiarias, los argentinos encuentran muy tentador tomarse un avión con destino al exterior, ir de shopping y hacer trabajar al máximo a sus tarjetas de crédito.

Conforme se profundizó el atraso cambiario -producto de un billete verde que fue utilizado como ancla de la inflación y de un índice de precios y salarios que fueron acelerando su ritmo de suba-, los ingresos se hicieron cada vez más fuertes en términos de billete verde.

Esto fue lo que contribuyó a potenciar el boom de argentinos viajando por el mundo y los consumos récord con tarjetas en el exterior. No es para menos: a mediados de 2012, cuando el dólar avanzaba de a cuentagotas y la AFIP todavía no aplicaba ningún recargo a los gastos fuera del país, comprar un artículo electrónico en un local porteño podía llegar a costar hasta tres veces más que en un shopping de Miami.

Y esto también repercutió en los servicios turísticos, lo que llevó a que, en los últimos veranos, fuese más barato viajar por el Caribe que descansar en algunas playas domésticas, como Cariló o Pinamar.

Sin embargo, la fuerte devaluación -con una disparada del billete verde de casi 20% en unas jornadas- pegó de lleno en el poder adquisitivo de los argentinos en términos de dólar, tanto a la hora de efectuar compras en el mercado local como en el exterior

A esto también hay que sumarle el recargo que aplica la AFIP a las compras con tarjeta en moneda extranjera, que a comienzos de diciembre último había sido llevado del 20% a una alícuota del 35%, lo que encareció aun más las compras en el exterior.

Cabe destacar que días atrás, cuando el jefe de Gobierno, Jorge Capitanich, anunció el levantamiento parcial del cepo, también había adelantado que el Gobierno avanzaría con una quita de 15 puntos al recargo. Sin embargo, esto luego fue desmentido por el propio Kicillof. Una marcha atrás que no hizo más que sumar incertidumbre a un contexto de por sí complejo.

En este escenario, surge la inevitable pregunta: tras la devaluación y el aumento del recargo, ¿dónde conviene adquirir artículos electrónicos?

Si bien la respuesta depende del tipo de productos, la realidad indica que, tras el salto del dólar y luego de la "readecuación" del 7,5% en los precios internos, comprar un artículo tecnológico en un comercio local puede costar hasta un 100% más -en pesos- que hacerlo en otras plazas tradicionales en las que los argentinos suelen hacer shopping, como Estados Unidos (ver infografía).

Como se observa, en aquellos productos cuyo precio supera el límite de u$s300 a partir del cual se deben pagar tributos aduaneros, la balanza se inclina a favor de realizar la operación en el país.

Esto es lo que sucede con algunos celulares liberados y tablets.

En el caso de los smartphones, en los principales comercios de Miami se puede conseguir un Samsung Galaxy Note 3 por u$s963. Considerando el tipo de cambio actual, el recargo del 35% y el tributo aduanero, este producto cotiza al equivalente de $13.000.

En un local porteño, en tanto, este mismo modelo -con la suba permitida por Kicillof del 7,5% en el año- pasó a costar cerca de $9.700.

De este modo, adquirir este producto en la Argentina cuesta un 26% menos en moneda local, con la ventaja de poder pagarlo en 12 cuotas y contar con garantía oficial. 

Sin embargo, a medida que el producto queda exento del tributo aduanero, las brechas se disparan.

En el rubro consolas de juegos, por ejemplo, las diferencias de precios van del 29% a casi el 80%.

Eso es lo que sucede con algunos modelos de la popular Wii: mientras que en Miami pueden "tarjetearse" al equivalente de $1.159 -incluyendo recargo de AFIP-, en la Argentina este producto ya cotiza a más de $2.000.

En lo que respecta a las notebooks, las diferencias de precios son incluso más holgadas. En el caso de un modelo de Asus, como por ejemplo la X200, adquirirla en un local porteño implica desembolsar unos $6.000, frente a los menos de $3.200 que saldría hacerlo en un comercio de Estados Unidos, lo que estira la diferencia hasta el 90%.

En el segmento de las cámaras, la brecha incluso supera el 100%, como sucede con algunos equipos de Olympus o videocámaras de Sony con calidad HD.

La "cuentita" que hacen los turistas

En este contexto de marcados cambios tras las medidas implementada por el Ministerio de Economía, se instaló una pregunta recurrente entre los argentinos que viajan: ¿hasta qué punto conviene comprar electrónica en el exterior -que tiene que ser pagada "cash" cuando llega el resumen de la tarjeta para evitar las altas tasas de interés- frente a la opción de hacerlo en un comercio local, aprovechando los planes de cuotas en pesos y a tasa cero, con la posibilidad extra de ganar por el "efecto licuación" ante a la suba de precios?

Frente a este interrogante, hay un "número mágico" a la hora de estimar la conveniencia de comprar afuera y pagar todo de una vez o hacerlo dentro del país y financiarlo a lo largo de 12 meses.

El mismo establece que, en la actualidad, cuando un producto en la Argentina resulta hasta 14% más caro que en otra plaza, como Estados Unidos, al consumidor le convendrá realizar la compra en un comercio doméstico, dado que se beneficiará con dicho "efecto licuación".

Sin embargo, no todo es tan lineal. En cada caso empezarán a pesar las decisiones y los juicios de valor de cada particular.

En el anterior cuadro, por ejemplo, se puede observar que una PlaySation Vita en un local porteño cuesta un 29% más que en Miami, una vez pagados todos los tributos aduaneros.

Si bien este gap hace que la ecuación analizada en un sentido puramente financiero se vuelque a favor de realizar la operación en el exterior -dado que el 29% supera al "número mágico" de referencia-, esos 15 puntos marcan una diferencia baja y pueden llevar a que el consumidor privilegie otras cosas, como el hecho de adquirir esta unidad en el país y así acceder a la garantía o, incluso, que opte por el plan de cuotas y evitar pagar todo en efectivo con el riesgo de afrontar un mes con bolsillos más "apretados".

Como quedó de manifiesto, distinto es el caso para los productos que superan con creces el gap del 14%. Esto se da generalmente en aquellos artículos que cuestan menos de u$s300 y, por lo tanto, no están alcanzados individualmente por las cargas aduaneras.

El interrogante que se plantea a futuro es qué sucederá con los precios domésticos. Es decir, cuánto durará el "tope" convalidado por el Gobierno del 7,5% y en qué medida las cadenas de retail cumplirán con el acuerdo. 

También influirán en la decisión de los consumidores las menores opciones de financiamiento. Hasta la semana pasada, por ejemplo, se podían adquirir celulares y otros dispositivos electrónicos con planes de 24 cuotas. Sin embargo, tras la devaluación, los plazos se acortaron y en general no superan los 12 meses. 

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