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Devaluación y después: las 10 amenazas que complican las perspectivas de la clase media en 2014

El salto abrupto del dólar y la flexibilización del cepo no conforman una estrategia suficiente como para corregir los desfasajes de la economía
06/02/2014 - 06:44hs
Devaluación y después: las 10 amenazas que complican las perspectivas de la clase media en 2014

La abrupta devaluación cambió radicalmente el escenario político y económico del país. A punto tal que desde la oposición ya están exigiendo una urgente revisión del Presupuesto, dado que las estimaciones oficiales allí plasmadas sufrieron un fuerte desfasaje.

Desde la óptica de los analistas de la consultora Econviews, este salto del billete verde "trajo un recuerdo de los veranos calientes de los años ochenta, cuando el dólar y la inflación se transformaron en una obsesión diaria".

La decisión del Banco Central de convalidar un salto en el tipo de cambio oficial refleja un reconocimiento de los problemas que existen, ya que de continuar como hasta ahora, según la consultora, "la economía iba a enfrentar un evento disruptivo de mayores proporciones, una vez que las reservas alcanzaran un nivel peligrosamente bajo".

Sin embargo, destacaron que no hay sólo un problema por las presiones cambiarias e inflacionarias. "Lo más preocupante aun es que el Gobierno no tiene un norte y que se ha visto además una descoordinación total y absoluta en los anuncios económicos".

Pero claro que los problemas con los que, de ahora en más, deberá lidiar la administración kirchnerista no son sólo "endógenos", sino que el mundo también está comenzando a patear en contra, con Brasil y Estados Unidos (vía Reserva Federal) a la cabeza.

En este contexto, desde la consultora M&S, que dirige Carlos Melconian, advirtieron que los problemas contra los que deberá batallar el equipo que comanda Axel Kicillof, si bien tienen "más una impronta local que internacional, hay elementos donde el mundo ´talla´ bastante".

"Así, aunque la economía argentina está distanciada de la comunidad financiera internacional, su destino no está desacoplado y debe tomar nota del contexto que se está armando", advirtieron desde M&S.

A continuación, diez de los principales focos de conflicto que marcan un escenario pot devaluación complejo, tanto para el Gobierno como para la clase media:

1. Avanza el fin del "dólar barato"

La política de estímulos que llevó adelante la Reserva Federal de los EE.UU. funcionó como un "bálsamo" para la administración K durante los últimos cinco años.

Con una tasa de interés cercana al 0% desde 2008, hubo un aluvión de fondos hacia las economías emergentes, especialmente en América latina, lo que favoreció al fortalecimiento de las monedas de la región, como el real brasileño.

Esto le quitó presión al tipo de cambio en la Argentina, que a su vez se vio beneficiada por el sostenimiento de los precios de las commodities en niveles elevados.

Sin embargo, el mes pasado, la Fed cambió su estrategia y dio un paso clave hacia el fin de la era de la liquidez, tras reducir sus compras de activos mensuales. 

Así, expertos apuntan que la etapa de "viento de cola" para los países emergentes comenzó a cerrarse.

Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, destaca que este escenario "presiona a la baja el precio de las commodities e impulsa la salida capitales de los emergentes. A la Argentina le afecta en forma directa la baja en el precio de la soja, y en forma indirecta la salida de capitales de Brasil".

Sobre este punto, desde M&S destacaron que "para el resto de los países de la región no es mala noticia, porque con las devaluaciones ganan competitividad. Pero no es el caso de la Argentina, que debe lidiar con la alta inflación".

2. La soja dejó de cotizar "por las nubes"

El fuerte incremento de los subsidios, del orden del 50% en 2013, le impone un piso alto a la administración K de cara a este 2014. Si se suman las crecientes importaciones de energía, está claro que el Gobierno necesitará, más que nunca, de los "anabólicos" de la soja.

Sin embargo, este año el agro no acompañará las mayores necesidades del Ejecutivo: luego de moverse por encima de los u$s550 la tonelada durante buena parte de 2013, el precio de la soja para marzo -cuando irrumpa la cosecha argentina- se ubica por debajo de los u$s470. Además, orilla los u$s400 para el año próximo.

"Mantener las exportaciones este año en un nivel récord sería un logro", disparó Castiñeira.

Desde la consultora Abeceb estiman que, por la baja en el precio del yuyito, el campo generará exportaciones por u$s25.000 millones, unos u$s1.450 millones menos que el año pasado.

Desde M&S, en tanto, sumaron una preocupación más: el escenario no cambió como para que haya incentivos para liquidar stocks". Es decir que podría agravarse el "retaceo" por parte de productores, lo que anticipa un escenario de fuertes roces con un Gobierno, que constantemente deja entrever la posibilidad de intervenir el mercado de granos.

3. Brasil "baja un cambio"

La economía dirigida por Dilma Rousseff inicia un 2014 con más dudas que certezas. Bajo la óptica de Melconian, "Brasil no juega a favor este año".

Entre los problemas que deberá enfrentar el principal socio comercial, el experto enumeró: bajo crecimiento, inflación en niveles "molestos" y luces de alerta en el frente fiscal. 

Directivos de la industria automotriz, por ejemplo, estiman que la producción de 0Km caerá entre el 7 y el 10% por la menor demanda brasileña. Un dato preocupante al tratarse del sector que más peso tiene a nivel fabril.

A esto se suma que la ventaja cambiaria que logró Argentina podría evaporarse en breve. Dante Sica, director de Abeceb, alertó en este sentido que "si a la devaluación se le añade la inflación, no se salió ganando tanto".

Así, los economistas coinciden en que el salto nominal podría quedar licuado de la mano de un primer bimestre "caliente" en materia inflacionaria.

Así las cosas, el diagnóstico crudo de M&S es que "a este 2014 no se le puede pedir demasiado, sólo que no ´desaporte´ a las exportaciones argentinas".

4. Se acentúa la escasez de dólares

Por el menor dinamismo de las agroexportaciones, el flojo desempeño de Brasil y el incremento de la "factura energética", las proyecciones para el comercio exterior no son positivas.

"Para los exportadores, el último ajuste cambiario no producirá mayores efectos si no se corrige la inflación", advirtió el consultor Marcelo Elizondo.

En este contexto, desde Econométrica, prevén una caída de las ventas al mundo del 5%, lo que implicará unos u$s4.400 millones menos que en 2013.

"Esto impone un claro límite al crecimiento económico", advirtió Castiñeira.

Para el experto, si bien es de esperar que este año disminuya el déficit por turismo, esta contracción "difícilmente sea suficiente como para evitar una caída de las reservas del BCRA".

Así las cosas, prevé que las arcas del Central se achiquen hasta los u$s22.000 millones hacia fines de este año, lo que implicaría unos u$s8.000 millones menos que al cierre de 2013.

5. Los sindicatos agudizan la puja por salarios

La presión inflacionaria y la pérdida de poder generaron un duro escenario en materia de paritarias.

La puja se presenta muy áspera, con sindicatos exigiendo alzas que van del 30% y que incluso llegan al 40%, frente a un Gobierno que pretende mejoras que se muevan no más allá del 20%.

"Nadie va a discutir por debajo del 35 por ciento", viene avisando el titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, especialmente tras el salto del dólar.

En este contexto de creciente conflictividad, los empresarios están pidiendo "cautela" a los líderes sindicales, al tiempo que agitan el fantasma de la pérdida de puestos de trabajo.

Como Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal, quien advirtió días atrás que "presionar por salarios haría correr el riesgo de afectar las fuentes de empleo".

6. Salarios que pierden la carrera frente a la inflación

Pero seguramente lo hará este año".

Luciano Cohan, economista de Elypsis prevé como "escenario optimista" un alza de precios del orden del 33%, pero con el riesgo latente de que espiralice si el Gobierno no avanza con cambios fundamentales.

La contracara de esto serán los salarios. Según Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), "las paritarias determinan la suba del mínimo de convenio. Pero los trabajadores en general ganan por encima de dicho mínimo. Entonces, aun cuando el convenio colectivo fije un incremento del 30%, el salario efectivo, en promedio, crecería mucho menos, en torno al 23%".

Así es como concluye que, con una inflación superior al 30% y aumentos salariales efectivos varios puntos por debajo, "en 2014 el salario real disminuirá".

Mariano Lamothe, economista jefe de Abeceb, coincidió en que "habrá una pérdida de poder adquisitivo. De modo que se espera una caída en el consumo", variable que además estará condicionada por el encarecimiento del financiamiento y el acortamiento de los planes de cuotas sin interés. 

7. Más cautela empresaria para tomar personal

Para Colina, de IDESA, todas estas perspectivas fijan un horizonte poco optimista para la generación de empleo, lo que contribuirá al malhumor social.

"Todas las encuestas muestran que el empleo en blanco del sector privado no va a crecer este año", destacó el experto, quien agregó que "juegan en contra los costos laborales en alza y un nivel de actividad poco dinámico".

De este modo, consideró que el empleo total crecerá entre 1 y 2% pero por una mayor expansión del trabajo en negro y no del formal, que "va a permanecer estancado".

Según Lamothe, "se empieza a ver un estancamiento en cuanto a la generación y sostenimiento del empleo. De hecho, ya se observan movimientos en las provincias referidos a eliminación de puestos de trabajo, mientras que tendremos una reducción de turnos y de horas extras en la industria".

8. Malhumor social por suba de tarifas

Desde la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), estiman que en 2013 los subsidios alcanzaron un récord de $150.000 millones, un 50% más que durante el período anterior.

Sin embargo, como el frente fiscal apremia y la caja verde se achica, el Gobierno está avanzando en distintas direcciones para achicar la "factura".

El año arrancó con una suba del 66% en el precio del boleto en el área metropolitana de Buenos Aires. Paralelamente, autorizó incrementos del orden del 12% para los pasajes aéreos y así mejorar la ecuación "gastos-ingresos" de Aerolíneas Argentinas. A esto se suman las continuas alzas en naftas y peajes.

En este sentido, desde la Federación de Entidades de Combustibles de la provincia de Buenos Aires, alertaron que el precio de la nafta podría subir hasta los $20 el litro luego de la devaluación.

"Todos estos movimientos irremediablemente van a terminar afectando el poder adquisitivo de los argentinos", acotó Colina.

Desde ASAP confirman la compleja tarea que enfrenta el Gobierno: reducir "apenas" 17% los subsidios vía subas de tarifas, implicará un alza de casi 7 puntos en el costo de la canasta de consumo.

9. Un blue difícil de domar

En pleno salto del dólar oficial, el paralelo tampoco se quedó quieto. Y si bien Kicillof intentó llevar algo de confianza al mercado y calmar las expectativas con el anuncio de la flexibilización del cepo, la realidad es que la brecha se mantuvo en torno al 60%. 

Para Gastón Rossi, director de la consultora LCG, "el valor del blue indica la incertidumbre de la gente y no tiene correspondencia con el tipo de cambio real actual".

Por su parte, Belén Olaiz, de Abeceb, destacó que "claramente, el mercado no está convalidando un dólar a $8. De hecho, para sostenerlo, el BCRA sigue perdiendo reservas, lo que es un reflejo de que la oferta de divisas no aparece".

Cabe destacar que un gap en los niveles actuales continuará pegándole a la inversión, dado que, en tanto y en cuanto no se desarme el cepo, las empresas no estarán dispuestas a ingresar divisas al cambio oficial, para luego tener que manejarse con costos al ritmo del blue.

10. Importaciones que deberán seguir "pisadas"

Si bien tras la asunción de Kicillof como ministro de Economía el Gobierno había anticipado más dólares para mantener abastecida a la industria, los resultados todavía no están a la vista.

Desde el sector importador aseguran que el ritmo de autorizaciones de las importaciones no es bueno y que poco cambió desde la partida de Guillermo Moreno.

No sólo eso: la escasez de dólares agravó las dificultades que tiene el Gobierno para seguir "bancando" el ritmo de consumo.

De hecho, durante los últimos días, el BCRA frenó el pago de importaciones para no vender tantas divisas. 

No sólo eso: el Ejecutivo también castigó a dos sectores clave, como el automotriz y el de la electrónica, obligándolos a que achiquen sus importaciones entre un 20% y casi 30% hasta marzo.

Todas estas son medidas que, sin dudas, repercutirán en la oferta y en los precios internos que deberán pagar los argentinos.

A modo de conclusión, Lamothe advirtió que "todos estos factores, en particular lo relacionado al consumo, hacen que no se pueda esperar un desarrollo positivo de la economía, al menos para los primeros seis meses de este año".

En este sentido, alertó que "esperamos que haya un decrecimiento en el PBI. Es decir que, al menos durante la primera mitad del 2014, la economía argentina entrará en recesión".