Un alto ejecutivo de una automotriz líder viajará la semana próxima a la casa matriz, en Europa, para presentar el plan que ejecutará la compañía en los próximos 10 años en la Argentina. Incluye desde proyecciones de ventas hasta lanzamientos y nuevos productos.

Hoy, apenas unas horas antes de partir, se encuentra "descolocado", tomando decisiones en un escenario incierto, el menos previsible de los últimos meses.

Esto se repite en muchas empresas de diferentes rubros, las cuales trabajan a largo plazo y deben cumplir objetivos para justificar su estadía en el país. La diferencia es que, en el caso de las automotrices, la incertidumbre se apoderó en muy poco tiempo y las consecuencias se hacen sentir demasiado rápido, lo que obliga a actuar de forma inmediata.

Así, el incremento del precio del dólar oficial se convirtió en un golpe duro para el sector y el jueves, en medio de la disparada abrupta de la divisa, la decisión fue suspender todo tipo de operaciones, que las terminales no facturen a la red de concesionarios y que estos no lo hagan al cliente.

"No podemos vender un auto a un precio que no sabemos si mañana alcanzará para su reposición", explicó un alto ejecutivo de una firma.

La posterior flexibilización del cepo al dólar tampoco trajo mucha claridad al sombrío escenario. Lo cierto es que el impacto está dado por el incremento del dólar oficial, y más allá de liberar la compra, decisión que afecta únicamente a particulares y no llega aún a las empresas, la suba real en 24 horas modifica automáticamente los precios que las marcas están manejando al día de hoy, por lo cual el mejor negocio es "no vender".

De acuerdo a los primeros trascendidos, el lunes ya habría una nueva lista de precios con subas de 10 a 15%, todo depende del modelo y la automotriz. Además hay que tener en cuenta que, aunque se trate de un auto de fabricación nacional, la mayoría tiene un promedio de 60% de piezas importadas, por lo cual el precio final se vería ampliamente modificado.

Las autopartes también tomaron cartas en el asunto y suspendieron sus ventas de manera automática.

Otro balde de agua fríaLa medida se sumó a los cambios que vive el sector desde diciembre y que todavía no terminaron de "asimilarse", cuando se decidió aplicar un impuesto al lujo que terminó incrementando el valor de algunos modelos hasta 140 por ciento.

Si bien se justifica en que sólo el 9% del mercado se ve afectado por el incremento, muchas marcas generalistas tuvieron que modificar el precio de modelos muy importantes en el portfolio de productos. Y por eso la medida parece ser más grave, ya que no se limita únicamente a la alta gama importada sino que hasta afecta a los vehículos de fabricación nacional.

Al impuesto se sumó otra mala noticia que fue la reducción del cupo de importaciones que se irá actualizando cada tres meses, y la necesidad de reprogramar todos el portfolio de productos para acomodar la oferta. El porcentaje se establece en base a las ventas del mismo período del año anterior, limitando el accionar de las marcas.

Por último, y como consecuencia de los cambios de precios que habrá en el sector, también se esperan subas de precios en las cuotas de los planes de ahorro, ya que estos se modifican cuando el valor del auto aumenta; en las patentes y los seguros.

Los dos últimos ya se modificaron con el impuesto, pero si hay nuevas listas de precios oficiales para todas las marcas, seguramente vendrá un nuevo ajuste.