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Con 71 allanamientos siguió la "caza de brujas" en la city pero el blue salió de su letargo y subió a $13,15

Unos 250 agentes realizaron procedimientos por "inconsistencias fiscales" en distintos domicilios de Capital Federal y el interior del país   
11/11/2014 - 20:10hs
Con 71 allanamientos siguió la "caza de brujas" en la city pero el blue salió de su letargo y subió a $13,15

En otra agitada jornada financiera, el Gobierno intensificó su política de intimidación en la city porteña con un megaoperativo de la AFIP. Por una denuncia de la Administración Federal de Ingresos Públicos allanó bancos, casas de cambio, financieras y cooperativas de todo el país.

No obstante, a diferencia de lo que ocurrió en las últimas jornadas -cuando el temor provocado por estos operativos impulsó una fuerte baja del dólar paralelo- estos allanamientos no pudieron evitar que ocurriera lo que muchos analistas habían predicho: que tarde o temprano el blue experimentaría un rebote

Tras haber cerrado ayer en $12,63 -su cotización más baja desde julio- comenzó a experimentar un empuje alcista hasta alcanzar este martes el precio de $13,15.

Por su parte, el dólar oficial se negoció sin variantes a $8,52, por lo que la brecha trepó al 54,3%.

En tanto, el dólar ahorro se colocó en los $10,22 y el dólar turista o tarjeta en los $ 11,50. 

En cuanto al dólar "contado con liquidación", retrocedió hasta los $12,68, mientras que el dólar MEP o "Bolsa" se negoció con una caída de 4 centavos y cotizó a 12,75 pesos. 

Megaoperativo de la AFIP

Al menos "250 agentes de la AFIP llevaron a cabo procedimientos de manera simultánea en 71 entidades, entre ellas Banco Mariva, Transcambio, Banco Columbia, Banco Voii, Caja de Valores y otras Cooperativas y entidades financieras", señaló en comunicado el organismo dirigido por Ricardo Echegaray.

En tanto, el presidente de la Caja de Valores, Horacio Torres, aseguró: "Como somos la única entidad depositaria del país, desde la AFIP vinieron a buscar el cruce de información sobre las cuatro empresas investigadas, ya que operaron con títulos. Pero no estamos denunciados ni vinculados con esta investigación, ni presentamos ningún tipo de irregularidad, sino simplemente fue a modo de requerimiento de información".

La denuncia de la AFIP se inició por acciones de control y cruces sistémicos de los sistemas de AFIP que detectaron cuatro empresas que operaron con títulos por $120 millones, a través de sociedades de bolsa, y mostraban inconsistencias fiscales.

Según informaron, "las cuatro empresas que realizaron las operaciones de compra venta de títulos actuarían como empresas pantalla para ocultar a los verdaderos beneficiarios y así permitirles la fuga de capitales".

El fisco nacional detectó que bancos, sociedades de bolsa y entidades financieras colaboraron con el entramado financiero. Una de las sociedades de bolsa con las que operaban estas empresas celebró operaciones de compra venta de títulos con otra sociedad de bolsa vinculada a nivel societario con bancos y entidades financieras.

Esta maniobra fue denunciada por AFIP ante la justicia, habiendo tomado intervención en el caso el Juzgado Federal de Quilmes a cargo del Dr. Armella, Secretaría del Dr. Wilk, con intervención de la Fiscalía Federal de Quilmes.

El magistrado dispuso librar órdenes de allanamiento a 71 domicilios en Quilmes, Campana, Morón, San Isidro, San Martín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, las que fueron diligenciadas por más de 250 agentes de esta Administración Federal de Ingresos Públicos.

La AFIP inactivó el CUIT de los contribuyentes involucrados en la maniobra, notificó de la situación al Banco Central, a la Comisión Nacional de Valores, al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y emitió un Reporte de Operación Sospechosa de lavado de activos a la UIF.

Bajar las expectativas devaluatorias

El plan del Gobierno de atacar con firmeza el precio del blue y del conta con liqui está directamente asociado con una objetivo más de fondo.

Este es el de reducir las expectativas que hay en buena parte de la sociedad sobre una futura devaluación.

Es que la administración kirchnerista observa que una corrección alcista y abrupta del dólar, lejos de darle más competitividad a la economía, terminaría produciendo un mal mayor.

Es decir, se repetiría la situación posterior a enero en la cual el Gobierno se quedó con la peor de las combinaciones: con todos los costos y sin los beneficios de una alza del tipo de cambio.

En buen romance, el incremento del billete verde sería acompañado por el resto de los precios de los bienes y servicios, de modo tal que el país quedaría más caro en dólares y encima sin ningún repunte en la competitividad cambiaria.

¿Qué es lo que hace que ahora ya no exista margen para una devaluación exitosa? Los expertos señalan varios factores que están jugando en contra.

El primero es la alta probabilidad de conflictividad social: si el dólar se dispara, los sindicatos agudizarán sus reclamos por una pronta reapertura de paritarias, lo cual pondría más presión a los precios de bienes y servicios.

Este era un factor que no estaba tan presente en otros momentos de la historia reciente.

El otro gran tema es el déficit fiscal, la muletilla preferida por los economistas críticos.

Enrique Szewach lo describe como un "círculo vicioso": "El Banco Central emite pesos, luego los retira colocando deuda por la cual paga intereses. Para eso debe emitir más pesos, entonces necesita compensar con una devaluación. Pero se encuentra con el problema de que al subir el dólar también lo hace la inflación, con lo cual se licúa el salario y se vuelve al mismo lugar".

En tanto, el consultor Gabriel Rubinstein advierte: "Si no se resuelve primero el déficit fiscal y sin crédito externo, maxi-devaluar sería acelerar la huída del peso. Se generará más inflación y mayor brecha".

El Gobierno coincide con estos pronósticos.

"Con la idiosincrasia argentina, con una devaluación como la que quieren volver a forzar los sectores concentrados, todo lo que aumente el tipo de cambio será acompañado por un aumento de precios", sostiene Vanoli.

El temor a la caída en la demanda de dinero Hay, además, un factor preocupante que hace que el Gobierno busque calmar las expectativas devaluatorias, "pisando" el precio del blue y del conta con liqui.

Y tiene que ver con los riesgos que trae aparejado el hecho de que la sociedad le dé cada vez más la espalda a la moneda local.

Es decir, la tendencia de los argentinos a desprenderse más rápidamente de los pesos que tienen en sus bolsillos.

En la jerga técnica se denomina "caída en la demanda de dinero".

Es un fenómeno asociado a momentos de alta inflación y que en la Argentina tuvo su manifestación más aguda hacia fines de los años '80.

En aquella época se llegaba al extremo de que, aun cuando el Banco Central moderaba la emisión, la inflación igual se aceleraba. No porque haya más billetes dando vueltas en la economía, sino porque éstos pasaban más rápido de mano en mano (por su desvalorización).

Esta mayor rotación generaba un efecto similar en los precios.

Ya hay varios expertos que están dando fuertes advertencias en este sentido.

Creen que, con el nivel de inflación actual y con la incertidumbre política, se está incubando otra vez este "monstruo".

También coinciden en que una devaluación brusca podría generar una huida masiva del peso en pos de buscar refugio en otros activos.

"Hay razones fundadas para temer que, con un nuevo ajuste de la divisa estadounidense, la reacción de las variables nominales sería la de una aceleración abrupta y sin rezagos", argumenta el economista Federico Muñoz.

"En enero, la devaluación de casi 20% derivó en tres meses de inflación que promedió poco más del 4% mensual. En las actuales circunstancias, el pass through de dólar a precios sería más rápido y directo. Y no puede descartarse una espiral alcista de todas las variables nominales", completa.

En tanto, la consultora Economía & Regiones advierte que el Banco Central no tiene instrumentos para atacar en forma efectiva y permanente la caída de la demanda de dinero.

"A lo sumo puede intentar contenerla un tiempo, subiendo las tasas de interés de los plazos fijos. Pero esto se termina diluyendo si no se solucionan los problemas de fondo de la economía que son, precisamente, los causales de que la gente no quiera quedarse con pesos en la mano", apunta.

"Los efectos de la caída de la demanda de dinero pueden ser fulminantes, en el sentido de que operan rápidamente y suelen acelerarse", señalan.

Lo paradójico de este momento es que, aunque parece haber cierto consenso respecto de lo negativo que sería una devaluación, los especialistas consideran que -en la medida en que no ingresen dólares del exterior- su ocurrencia será inevitable.

Como siempre, los ahorristas entienden estos temas más rápido que los funcionarios.

No por nada la demanda de dólares, en sus versiones "ahorro" y "turista", están batiendo récords.

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