Con ayuda de Dilma: Cristina apuesta a la persuasión de la brasileña para el planteo "antibuitres" en el G20
En estos días viajará parte la delegación argentina que participa en la cumbre del G20 en Australia, el evento diplomático más importante del que participa el país.
Cristina Kirhcner, por primera vez desde que se formó este grupo, no estará presente. Luego de su afección intestinal los médicos le indicaron diez días de reposo estricto con prohibición expresa de traslados lo cual determinó una imposibilidad ineludible de participar en esta reunión que implicaba un vuelo directo de más de 15 horas.
A primera vista podría considerarse que este es un severo traspié en la agenda diplomática de la Presidenta, quien siempre aprovechó este foro de alta visibilidad internacional para plantear sus críticas al establishment financiero global, organismos como el Fono Monetario y las agencias calificadoras de riesgo crediticio.
Pero este año, la cumbre del G20 tenía para Cristina una significación aún más importante que años anteriores porque era su oportunidad de plantear ante los principales líderes del mundo su visión sobre la acción "depredatoria" de los llamados fondos buitres.
Además, el discurso oficial suele enfocarse en la necesidad de una normativa financiera consensuada por las grandes potencias que garantizara la posibilidad de reestructuras de deuda soberana sin este tipo de litigios judiciales.
Sin embargo, acaso la ausencia de Cristina no sea después de todo un inconveniente irreparable para los objetivos diplomáticos del Gobierno.
Ocurre que gracias a la amistad y sintonía política existente entre la Presidenta argentina y su colega brasileña Dilma Rousseff, existe la posibilidad de que la mandataria del país vecino asuma el planteo argentino dentro de su propio discurso.
El hecho de que la portavoz del discurso "antibuitre" sea Dilma y no Cristina podría, lejos de debilitar la postura argentina, fortalecerla.
Dilma es una mandataria recién reelecta que no se encuentra en default ni en litigio con ninguna entidad financiera del mercado global y cuya voz es escuchada y respetada en todos los foros globales.
En consecuencia, que sea la brasileña quien plantee la preocupación por el accionar de los buitres transmitirá una idea de que la postura argentina ha tenido prédica y que no es la postura exclusiva de un país con reputación de incumplidor y cuyo Gobierno está necesitado de un discurso radical para ganar popularidad.
La agenda de Cristina Kirchner
La presidenta retomó desde el miércoles de manera "incipiente" la agenda gubernamental, aunque "en el marco de la prescripción médica de reposo" que se le indicó tras estar internada cerca de una semana, dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
La mandataria se reunió con funcionarios nacionales, entre ellos el ministro de Economía, Axel Kicillof, y repasó el nivel de volumen de reservas monetarias, de depósitos bancarios y de la recaudación fiscal, se indicó.
"La Presidenta de la Nación ha retomado ayer de una manera incipiente la agenda gubernamental, hecho que es muy trascendente", informó el jefe de Gabinete esta mañana, en su habitual encuentro con periodistas, aunque aclaró que "obviamente, en el marco de la prescripción médica de reposo".
El funcionario indicó que "en consecuencia, una de las reuniones más trascendentes ha sido precisamente con el ministro Axel Kicillof, sobre la base de la representación que tendrá Argentina junto al canciller Héctor Timerman en la reunión del G20 en Australia".
La Presidenta debe ausentarse de ese encuentro de mandatarios, precisamente a causa de la sigmoiditis que la afectó.
Capitanich reseñó que la jefa de Estado estuvo reunida ayer "con otros funcionarios de distintas áreas" y que se efectuó un "monitoreo del volúmen de reservas, del volúmen de depósitos, de la recaudación fiscal, y una supervisión de las variables macroeconómicas".
El jefe de Gabinete, no obstante, no precisó la agenda que tendría la mandataria para hoy, tarea que recae en el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro según consignó DyN.