Escándalo en la Legislatura: aprueban a IRSA el proyecto para construir el shopping en Caballito
La quinta tiene que ser la vencida. Esa parece ser la consigna puertas adentro de la desarrolladora IRSA, que este lunes dio un paso clave para para poder levantar su shopping en el barrio de Caballito.
De poder finalmente avanzar, la compañía conducida por Eduardo Elsztain podrá -al menos- compensar un año marcado por el fracaso en lo que ha sido su gran apuesta del último bienio: la apertura del centro comercial Distrito Arcos, un shopping a cielo abierto en Palermo que ya demandó una inversión cercana a los 60 millones de dólares.
En este sentido, a fines de 2013, IRSA había llevado a cabo su inauguración anticipada, convocando para tal fin a la prensa y a personalidades del ambiente artístico, entre otras. No obstante, una presentación conjunta de la Asociación de Abogados Ambientalistas y CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) impidió que pueda abrir sus puertas al público.
En concreto, acusaron a IRSA y a los empresarios Eduardo Gianna y Pablo Bossi de haber construido el shopping sin permiso previo y, además, de haberlo desarrollado en un área sin una zonificación acorde con dicha obra.
Como la Justicia hizo lugar al reclamo, el espacio se mantiene cerrado, pese a que el macrismo aprobara los estudios de impacto ambiental que exigía el juez en lo Contencioso Administrativo, Aurelio Amirato.
La controversia se mantiene porque, según precisaron a iProfesional quienes se oponen al emprendimiento, "los estudios recién fueron exigidos después de concluida la obra y por presión judicial".
El predio en discusión donde se ubica Distrito Arcos se encuentra entre las calles Paraguay y Santa Fe, entre Godoy Cruz y Juan B. Justo.

Se trata de unos 24.000 metros cuadrados pertenecientes a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (Adif).
Dicho predio fue cedido por la Adif -sucesora de la Onabe- a la firma de Eduardo Elsztain hasta el 2036. La licitación tuvo lugar en el 2004 y la beneficiaria fue la empresa Arcos Gastronómicos S.A., que actualmente es controlada por IRSA.
Fuentes cercanas a la causa judicial que demora la apertura de Distrito Arcos, afirmaron a iProfesional que "falta únicamente el último aval de la Justicia, porque se da por hecho que la Ciudad ya le entregó a la desarrolladora una habilitación para poder operar".
"IRSA está metiendo todo tipo de presión, hasta en los medios, para que la Justicia permita la apertura del shopping de forma inmediata. No quiere que le pase como el año pasado porque, de ser así, perderá otro verano de ventas. Algunos locales siguen montados y el parate le está saliendo muy caro a la empresa", expuso un experto legal, en estricto off the record.
Precisamente lo tortuoso que viene siendo todo este proceso derivó en que la desarrolladora vuelva a dirigir los cañones hacia Caballito y su iniciativa para el desarrollo de un centro comercial.
Escándalo y polémica por el shopping de Caballito
Este lunes, el proyecto del shopping en Caballito fue abordado en la Legislatura en medio de un verdadero escándalo.
No faltaron insultos, gritos, empujones, denuncias y hasta intentos de golpes de puño.
La iniciativa de IRSA, que es timoneada por el PRO, finalmente salió con dictamen, el proyecto no tuvo modificaciones y será tratado en el recinto en las próximas semanas.
La reunión contó con la presencia de legisladores oficialistas y de la oposición y también con más de 200 personas pertenecientes a grupos vecinales, de las cuales unas 30 participaron como oradores.
En relación con estas últimas, la mayoría de los que expusieron lo hicieron en contra del emprendimiento.
El clima se fue poniendo tenso y dos personas -que tuvieron que ser separadas por personal de seguridad- casi terminan a las trompadas.
Las críticas apuntan a que todavía hace falta un estudio previo de impacto ambiental. Los que hablaron a favor destacaron que el plan incluye espacios verdes, que es lo que reclaman los vecinos.
El proyecto discutido en la Legislatura avala la rezonificación para que se pueda construir el shopping y un predio que sería destinado a un parque.
El cruce entre legisladores también fue muy tenso. El que tomó la voz del PRO fue Helio Rebot, quien fue muy interrumpido, insultado y debió sortear algunos momentos desagradables.
La presidenta del bloque de legisladores de la CC-ARI (por Unen) Paula Oliveto Lago, afirmó: "Es el deber de los legisladores sancionar leyes en beneficio de los vecinos y no de IRSA, que sólo busca su ganancia. Hay que entender que se verán seriamente perjudicados con este emprendimiento, ya que su instalación compromete severamente la provisión de los servicios públicos y colapsaría el tránsito de toda la zona aledaña".
"Es una vergüenza que prime el interés de IRSA sobre el de la mayoría de los ciudadanos porteños", advirtió la legisladora.
Por su parte, la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, aseguró que "el kirchnerismo se opuso por el impacto que puede tener en Caballito este shopping y porque en el expediente no se reflejan, ni estudios urbanísticos, ni de impacto ambiental, ni contraprestaciones por parte de IRSA".
Otro de los que se mostró en contra fue el diputado Aníbal Ibarra, del Frente Progresista y Popular: "Nos oponemos, como todos los años lo hicimos. Esta es una iniciativa que sólo beneficia a IRSA y que impacta negativamente tanto en el barrio como en el comercio de la zona".
"Lo paradójico es que la empresa IRSA no presentó un sólo papel, siendo la dueña de ese predio, y es el Gobierno de la Ciudad quien promueve y gestiona para que se construya el shopping ahí. Está tan mimetizado con los intereses empresariales que el Ejecutivo de la Ciudad aparece en el expediente y en el proyecto prácticamente como si fuera el apoderado de IRSA", expresó.
Por su parte, Pablo Bergel y Gustavo Vera (del bloque Bien Común) se mostraron en apoyo de los vecinos que se oponen al shopping.
Aún resta por verse qué pasará con la condición impuesta (para otorgarle a IRSA el permiso final) respecto a a la construcción de un puente sobre las vías del ferrocarril Sarmiento, un jardín maternal y una sala de primeros auxilios en torno al futuro shopping.
De avanzar con estas contraprestaciones, la empresa que comanda Eduardo Elsztain no hará más que replicar la estrategia utilizada para el desarrollo del shopping DOT de Saavedra, también de pasado controvertido.
La compañía adquirió los terrenos para dicho emprendimiento en 2006, tras habérselos comprado a Auchan. Casi de forma automática se había comprometido a efectuar obras similares a las que podría tener que llevar a cabo en Caballito.
En este sentido, el antecedente no es bueno: la empresa incumplió lo acordado y eso le costó postegar la inauguración que tenía programa para abril de 2009, por decisión del juez Roberto Gallardo.
Tras depositar casi $4 millones y acordar un nuevo contrato con la Ciudad, la firma logró abrir las puertas del DOT en mayo.
"Aunque se comprometió a realizar las obras en seis meses, el convenio le otorgó un plazo de 2 años, con una multa diaria por incumplimiento de 300 pesos", destacaron a iProfesional desde la Asociación de Abogados Ambientalistas.
Y remarcaron que "la terminación de las obras por parte de IRSA sólo se realizó luego de una importante presión por parte de los vecinos del barrio de Saavedra y legisladores".
El plan para el shopping en Caballito
"IRSA ya tiene el espacio, porque el terreno es de la empresa, pero necesita la rezonificación. Ya veía apostando a que en un año previo al electoral iba a encontrar voluntad política para avanzar", remarcó una fuente consultada.
El centro comercial ocupará dos manzanas sobre la avenida Avellaneda, en terrenos linderos al club Ferrocarril Oeste.
Serían unos 70.000 metros cuadrados cubiertos, con una altura de al menos 10 pisos, estacionamientos y oficinas. Pero, para avanzar, necesita que sea modificada la zonificación del área, por ser de tipo residencial.
El proyecto se empezó a discutir en 2008. Ante las polémicas suscitadas, el macrismo decidió retirarlo. En 2009 llegó al recinto y, una vez más, sufrió un revés . Se retomó en 2011 y a fines de 2013, sin haber tendio avances. Ahora, se lo impulsará por quinta vez.
La organización SOS Caballito, se opone a la iniciativa de Elsztain. Al consultársele sobre el por qué de la negativa, argumentan que ese tipo de construcción tendrá consecuencias directas sobre los servicios y la infraestructura de la zona.
Consultado por iProfesional Jonathan Baldiviezo -uno de los referentes de la Asociación de Abogados Ambientalistas-, sostuvo que la voluntad de los vecinos de Caballito para desterrar la posibilidad del shopping se mantiene "sin cambios desde el principio".
"Lo que está haciendo el PRO es directamente hacerse cargo del plan en nombre de la desarolladora. Es una movida política, muy vinculada con el escenario electoral que viene, tendiente a asegurarle ese negocio a IRSA", disparó.
Baldiviezo remarcó que "las compensaciones que haría la empresa las están armando los propios diputados del partido, de modo tal de seducir a los legisladores que faltan para que se apruebe el proyecto".
¿Regalito de Navidad?
El diputado del MST Alejandro Bodart no dudó en afirmar que este proyecto es el "regalito de Navidad de Macri a IRSA".
"Los legisladores del PRO han vuelto a poner este proyecto en el tapete, que sólo beneficia al negocio inmobiliario y traerá graves perjuicios para quienes viven en el barrio, por su impacto en los servicios e infraestructura de la zona", dijo.
En este sentido, advirtió que "quizás estén buscando canjear este 'regalito' por apoyo para la campaña electoral de 2015".
Ante estas acusaciones, iProfesional contactó al vocero de IRSA, Sergio Dattilo, que se negó a dar respuestas a las preguntas formuladas por este medio.
"En una ciudad que ya sufre cortes de luz e inundaciones, lo que se necesita es más espacio verde público y no seguir cementando", indicó el legislador.
Bodart afirmó: "Por supuesto que voy a rechazar este nuevo intento del macrismo y seguiré acompañando el reclamo de los vecinos que piden hacer de esos terrenos un parque público".
Por último, resta decir que el polémico shopping es rechazado por la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), que pone el foco en el impacto que tendrá entre los pequeños comerciantes de la zona.