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Petróleo y algo más: el Gobierno ve en YPF el gran "atajo" para hacerse de dólares y financiarse barato

La compañía estatal no sólo está encomendada a que el país logre el autoabastecimiento. También, debe cargarse el obtener fondos frescos vía inversiones
18/02/2015 - 10:00hs
Petróleo y algo más: el Gobierno ve en YPF el gran "atajo" para hacerse de dólares y financiarse barato

"La Argentina no está desesperada por conseguir dólares".

Esta afirmación corresponde al ministro de Economía, Axel Kicillof, y data de hace apenas dos meses.

Lo cierto es que las recientes restricciones al acceso de divisas que impusiera el Banco Central al sector privado -y que se extendieran por tres días- dejan en evidencia que el discurso oficial va por un lado y la realidad por otro camino.

También, marca a las claras la preocupación del Gobierno por cuidar cada dólar de las reservas.

Esto, en un contexto en el que la balanza comercial se estrangula. En 2014, el saldo entre las ventas y compras al mundo fue de u$s6.700 millones, el peor nivel desde 2001.

Ese desplome es visto con suma preocupación por la administración K que, además, no pierde de vista lo que está ocurriendo con el resto de las monedas de la región.

Tal como diera cuenta iProfesional, en el "vecindario" se inició un proceso devaluatorio que abarata los bienes producidos en otros países y dificulta la entrada de productos argentinos -ahora más caros- producto de un dólar que el BCRA mantiene cuasifijo.

El siguiente cuadro permite apreciar cómo la competitividad cambiaria de la Argentina (en línea azul) frente al dólar pasó a ser la peor de la región, tras haber estado en el "podio" en enero de 2014:

La carrera devaluatoria se da en países como Brasil, Chile o México, que tienen una inflación de entre el 3% y el 6% anual, frente a un índice de precios local por encima del 35%.

Así las cosas, con estos limitantes:

•Saldo comercial en baja.

•Dificultades para vender afuera.

•Falta de crédito externo.

•Pocas inversiones que arriban al país.

•Vencimientos de deuda (u$s16.000 millones).

El Gobierno se ve obligado a hacerse de dólares por otras vías. Y una de ellas, quizá la más importante, son los que pueda conseguir YPF.

La petrolera estatal es una de las pocas alternativas para el ingreso de divisas genuinas, ya sea a través de inversiones que reciba para Vaca Muerta o de fondos que logra captar en el mercado financiero internacional.

Para un Gobierno urgido de billetes verdes, ambos caminos se presentan como una bocanada de aire fresco.

Más aun en un contexto en el que ha elegido sacar rédito político de la consigna "Patria o Buitres", lo que demora un posible acuerdo con los holdout y aleja las posibilidades de un acercamiento a los mercados de crédito.Inversiones "verdes" para el BCRA

La captación de dólares que tienen como destino final el Banco Central ha sido una constante en los últimos tiempos.

Sólo en el último año y medio YPF colocó en los mercados internacionales más de u$s2.200 millones.

También se capitalizaron ingresos fruto de los acuerdos que viene rubricando con compañías petroleras de todo el mundo.

Uno de ellos es el alcanzado con Chevron para extraer hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, que ya implicó desembolsos por encima de los u$s600 millones.

En YPF -también en el Gobierno- ahora esperan con marcada ansiedad el desembolso de u$s475 millones por parte de la estatal malaya Petronas.

Otra de las que está en proceso de pactar es la rusa Gazprom. La ministra Débora Giorgi dio por asegurada una inversión de u$s1.000 millones.

La china Sinopec también está con ganas de poner sus dólares en el país tras firmar una carta de intención con la petrolera argentina comandada por el "mago" Galuccio.

Además se avecina la segunda etapa inversora de Chevron en Neuquén con un desembolso piso de otros u$s600 millones.

Por el lado de acuerdos directos con Neuquén, Shell y Total Austral también invertirán u$s550 millones junto con la empresa provincial de energía Gas y Petróleo del Neuquén (G&P), para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta

Petrodólares en bonos

En febrero, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, anunció que la petrolera ampliará su programa de emisión -a través de Obligaciones Negociables (ON)- desde los u$s5.000 millones que tenía autorizados originalmente hasta los u$s8.000 millones.

En otras palabras, acrecentó un 60% su capacidad para tomar deuda en dólares.

El primer paso a este programa se concretó hace pocos días, cuando volvió a los mercados internacionales tras 10 meses de ausencia, a raíz del default técnico en el que ingresó el país.

En la city porteña señalan que la petrolera hizo los trámites con bastante apuro para ampliar estas colocaciones y adelantó unos diez días la fecha de adjudicación.

Según informó YPF a la Comisión Nacional de Valores, esto se debió "a la volatilidad en los mercados de capitales". Esta última autorizó "con carácter excepcional" a reducir el período de difusión de la oferta.

La captación de dólares por parte YPF se realiza en diferentes etapas. En la primera, intentó hacerse de u$s750 millones, aunque sólo logró embolsar u$s500 millones.

Algunos analistas remarcan que el resultado final fue pobre, mientras que otros afirman fue "aceptable" si se tiene en cuenta la elevada incertidumbre y el bajo precio del petróleo a nivel global.

"Si bien la demanda fue más alta que el máximo al que estábamos autorizados a emitir, decidimos tomar el monto que mejor combina costo financiero y plazo", destacó Daniel González, gerente financiero de YPF.

Según operadores del mercado, la firma habría recibido ofertas hasta por u$s1.000 millones, aunque muchos inversores pretendían tasas más altas de las que la compañía estatal estaba dispuesta a pagar.

"El hecho de que YPF pueda tomar fondos a una buena tasa es muy positivo para la empresa, para el mercado y para el Gobierno, ya que le conviene que ingresen dólares frescos", analizó Eduardo Fernández, operador de Rava Sociedad de Bolsa.

La colocación sirvió además como termómetro para medir el comportamiento de los mercados, en un contexto en el que los tipos de interés a nivel global están en niveles bajos.

Lo cierto es que los dólares que consigue van "sin escalas" a engrosar las reservas del Banco Central. A cambio recibe pesos que luego vuelca a su plan de inversiones.

En Wall Street, el dinero que recibe una compañía (en este caso YPF) no se desvía hacia uno de los accionistas (en este caso el Estado argentino, que posee 51% de la firma).

No obstante, al tener el Gobierno la mayoría accionaria puede forzar a que esos dólares se liquiden en Argentina.

Financiamiento más baratoAdemás de los fondos frescos en dólares, existe otro motivo por el que el Gobierno ha puesto énfasis en que YPF retome sus emisiones. Y éste tiene que ver con el menor costo.

La tasa de endeudamiento que consigue el Ejecutivo a través de la petrolera es unos puntos más baja de la que tendría que pagar el Gobierno por colocar bonos.

En otras palabras, le resulta más barato utilizar a la firma como "puente" para llegar al mercado financiero internacional.

"En la actualidad, la tasa de financiamiento de YPF es del 8% al 2018, mientras que el Gobierno debe pagar un 10% en dólares al 2017. Utilizar a la empresa como fuente de recursos le resulta más económico", resume a iProfesional Carlos Olivieri, docente de la Universidad Di Tella y director compañías cotizantes en Bolsa.

Cuando se realizó la operación a principios de febrero se hizo mediante la reapertura de dos emisiones.

•Una fue la de bonos corporativos (clase ON XXVI), emitidos originalmente por u$s590 millones a cinco años, con vencimiento en 2018.

Se fijó una tasa fija nominal anual de 8,87%. Se colocaron a principios de mes unos u$s175 millones.

•La otra fue a comienzos de mes (ON XXVIII), lanzada el 4 de abril de 2014 a diez años por u$s1.000 millones. De la misma se colocó ahora unos u$s325 millones.

El capital será amortizado en tres cuotas: 30%, 30% y 40% del capital en 2022, 2023 y 2024 respectivamente. Los intereses devengados se pagan semestralmente en abril y octubre.

Con ambas emisiones juntó u$s500 millones. Ahora se lanzó una nueva serie ofreciendo un interés en torno al 8,75% (vencimiento 2024).

Todos los títulos fueron colocados a una tasa que ronda el 8,5%, cifra a la que el Gobierno no puede acceder en forma directa.

Es por ello que la administración K utiliza a la petrolera como "puente" en su afán de conseguir billetes verdes que la ayuden a hacer frente a las necesidades del sector público y privado.

Ya sea por el lado de inversiones en Vaca Muerta o como captadora de fondos en los mercados financieros internacionales, YPF pasó a tener un rol preponderante para este Gobierno que no es, precisamente, lograr el autoabastecimiento energético.