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Vuelve el 1 a 1 para automotrices, ventas retroceden y por un 0km hay que esperar hasta tres meses

Tras un enero negro, la industria buscaba una revancha. Pero el encarecimiento de los autos en términos de salarios sigue jugando en contra
25/02/2015 - 10:00hs
Vuelve el 1 a 1 para automotrices, ventas retroceden y por un 0km hay que esperar hasta tres meses

La disparada de precios que experimentaron los 0Km en el último año y los problemas en la oferta continúan arrastrando hacia abajo a las ventas

Con modelos masivos de marcas generalistas que se encarecieron hasta casi 65% desde enero de 2014 hasta la fecha, y salarios que fueron quedando "viejos", el poder adquisitivo al momento de acceder a un vehículo se terminó derrumbando.

Por cierto, este deterioro se profundizó pese a los esfuerzos del Gobierno por tratar de imponer el ProCreAuto y abaratar así el precio de los 0Km.

La iniciativa nunca terminó de arrancar y terminó fracasando rotundamente en sus dos fases, lo que obligó al Ejecutivo en enero a desactivarlo completamente.

Además, la industria también viene sufriendo un flagelo que se intensificó en el arranque de este 2015: la escasez de divisas.

Las terminales, que en los últimos días habían comenzado a negociar una ampliación del cupo de dólares que se había comprometido a entregarles el Gobierno, se encontraron con que el BCRA directamente les cerró el "grifo" para el pago de importaciones, lo que agravó los problemas derivados de la falta de unidades en stock, tanto en la alta gama como en el segmento de autos masivos.

Y esto lo están pagando tanto terminales como concesionarios, que asisten nuevamente a otro mes negro en materia de patentamientos.

Según datos de ACARA revelados a iProfesional, durante el primer tramo de febrero se comercializaron, en promedio, 2.093 unidades diarias.

Durante el mismo lapso de 2014 se habían vendido 2.800 0Km durante cada jornada hábil.

Esto implica que los patentamientos se vienen desplomando un ritmo del 25%, luego de un enero para el olvido, durante el cual los concesionarios habían sido testigos de cómo la demanda se "pulverizó" un 40 por ciento.

En diálogo con iProfesional, Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, destacó que la proyección que está manejando en estos momentos la industria -en base al promedio diario de ventas-, es de un total de 40.500 unidades comercializadas para todo el mes de febrero. 

De confirmarse, esta cifra implicará una baja del 30% en relación con el mismo mes del año pasado, lo que equivaldría a unos 17.500 vehículos menos.

Además, representaría el peor registro para este mes de los últimos seis años.

En efecto, habría que retrotraerse hasta febrero de 2009 para encontrar un nivel de ventas más desfavorable que el que se espera en la actualidad (ver gráfico).

Ahora bien, si además se consideran las cifras de enero, esto determina que la industria se está encaminando a cerrar un primer bimestre realmente negro.

En total, desde el primer día hábil de 2015 hasta el cierre de febrero, desde la consultora Abeceb estiman que se patentarán 106.000 unidades.

¿Qué implica esto? Significa que la rama de actividad que supo ser el gran emblema K del proceso de reindustrialización, coronará el peor arranque desde el año 2006, es decir, en casi una década, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Faltan dólares y se desploma el stock

Bajo la óptica del economista Jorge Vasconcelos, "el cierre temporal del acceso a las divisas por parte del Central que experimentaron los importadores, junto a la falta de un plan para normalizar las relaciones financieras con el exterior, muestran que la línea oficial es la de administrar pero no resolver la escasez de dólares que sufre la economía".

El problema que advierte este y otros analistas es que, si bien se contabilizan reservas en poder del BCRA por más de u$s31.000 millones, si se descuentan compromisos de corto plazo y los encajes de los depósitos en moneda extranjera, el neto se reduce a apenas u$s17.000 millones.

"Esa cifra luce muy limitada frente a compromisos financieros que este año se acercan a los u$s17.000 millones, a los que habría que sumar otros u$s5.000 millones que insume el sistema de ´dólar ahorro´", afirmó Vasconcelos.

Para el economista, "la escasez obliga al racionamiento de divisas", que se está traduciendo en la aplicación de cupos mensuales para el pago de importaciones.

En este sentido, Vasconcelos puso a la industria automotriz como uno de los sectores más castigados por la política de racionamiento que, con mano dura, viene llevando adelante el titular del BCRA, Alejandro Vanoli.

"Esta rama de actividad, en 2013 había demandado unos u$s500 millones mensuales, lo que le permitió vender cerca de 1 millón de vehículos en el mercado interno. Pero el año pasado debió restringir la gama de modelos por disponer de una ración de no más de u$s100 millones por mes", sostuvo el analista, lo que derivó en un desplome de casi 30% en el nivel de ventas.

El agravante es que en este arranque de 2015, las terminales "están recibiendo advertencias de los funcionarios de un ´cupo cero´ de dólares de aquí en más", advirtió Vasconcelos.

En diálogo con iProfesional, el vocero de una automotriz europea que está negociando en estos momentos con la Secretaría de Comercio Interior, confirmó que "desde hace dos semanas, no nos habilitan ni una sola operación de importación si no está calzada con otra de exportación, por el mismo valor, para compensar la pérdida de reservas".

"Volvió el 1 a 1 que había impuesto Guillermo Moreno", se quejó el directivo, que aseguró que se está afectando la llegada tanto de autos terminados como de autopartes para completar procesos productivos. 

"Recién hace un par de días flexibilizaron un poquito la entrega, pero por un monto más bajo del que se había comprometido el Gobierno y, encima, no se lo dieron a todas las terminales", acotó. Demoras de hasta tres mesesDesde Abeceb, Dalmasso alertó que la falta de dólares se está traduciendo en fuertes caídas en los volúmenes importados, situación que se agravó en los últimos meses ante la negativa de casas matrices y proveedores del exterior a seguir financiándoles la compra de autopartes y vehículos a las terminales locales, debido a la imposibilidad que éstas tienen a la hora de girar divisas.

Estas líneas de financiamiento, hoy casi totalmente cortadas, terminaron engrosando una deuda de entre u$s2.200 y u$s2.500 millones. 

"Las importaciones se están desplomando mes a mes y esto está llevando a un fuerte achicamiento del stock de la industria automotriz", confirmó Dalmasso.

De acuerdo con datos de ADEFA, la cámara que nuclea a las terminales, a lo largo de 2014 la industria envió a los concesionarios unas 614.000 unidades. Esta cifra se ubicó por debajo de los 684.000 autos patentados. Esa diferencia se cubrió con stock, tanto de las fábricas como de los concesionarios.

Según Dalmasso, "las automotrices y las agencias ya se ´comieron´ un inventario cercano a los 115.000 vehículos".

Y el deterioro de los niveles de inventario se profundizó en enero: las terminales despacharon a los comercios unas 34.100 unidades, el nivel más bajo de los últimos seis años y que implicó casi la mitad de lo que vendieron los concesionarios.

Desde la industria advierten que, en la medida en que el Gobierno siga retaceando divisas, entonces más profundo será el impacto sobre las ventas.

En este contexto cada vez más complejo para operar, están creciendo las quejas entre los directivos de concesionarios, que aseguran que, si bien la demanda viene más floja, podrían comercializar un volumen mayor si contaran con más unidades en los salones de venta.

"Hace un año teníamos casi 120 unidades en stock y ahora apenas tenemos 50. Es decir que el inventario se nos cayó más de la mitad, por encima de lo que bajaron los patentamientos", aseguró el gerente comercial de una agencia oficial Toyota de Ciudad de Buenos Aires.

El directivo confirmó además que "en determinados modelos o versiones tenemos demoras que van de uno a tres meses. Incluso, nos está pasando con un vehículo muy demandado y de producción nacional como la Hilux".

En algunos casos, las agencias se manejan con el inventario que tienen disponible en el local. Otras, para no perder ventas, están apelando a las listas de espera. El riesgo para el cliente es que el comercio no puede garantizar el color de la unidad, así como tampoco el precio final de venta, que queda abierto hasta que se pueda facturar la operación, lo que expone al comprador al riesgo cambiario y a la inflación.

El vocero de una marca europea confirmó que "efectivamente hay demoras en las entregas". 

"Dependiendo del modelo, pueden llegar a los 90 días. Esto pasa porque las terminales en general ya no contamos con el financiamiento del exterior y los dólares para importar van y vienen. El flujo de divisas es muy errático e impredecible", agregó.  

Los precios, otra variable crítica

El futuro de los precios marca un verdadero dilema para las automotrices: actualizarlos, no hace más que agrandar la brecha respecto de los salarios, que el año pasado corrieron 20 puntos por debajo.

Subirlos y recuperar algo de la erosionada rentabilidad, encima con un mercado brasileño que devalúa su moneda y está demandando cada vez menos, profundizará el enfrentamiento con el Gobierno, que las amenaza con seguir dejándolas sin dólares hasta nuevo aviso.

Las terminales se encuentran en plena negociación con el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, quien dio la orden de reducir hasta el mínimo la entrega de divisas en tanto y en cuanto no haya un compromiso del sector privado para fijar una pauta de precios de cara a los próximos meses. 

Para ello, y al mejor estilo Moreno, ordenó que presenten planillas completas que contengan datos tan diversos como previsiones de inversiones, empleo, producción, exportaciones, costos y valores al público para cada modelo y versión.

En función de los números que muestre cada automotriz, desde el Gobierno aseguran que irán liberando billetes verdes. 

En este contexto, Dalmasso advirtió que "si no se introduce rápidamente ningún cambio en la política oficial, entonces no consideramos que sea posible lograr un buen nivel de ventas". 

Por lo bajo, en la industria ya se habla de que, en el afán del BCRA por cuidar las reservas, los patentamientos podrían incluso desplomarse por debajo de las 600.000 unidades, casi 40% menos que el récord de 2013. 

Esto no haría más que agravar la crisis, dado que las fábricas pasarían a operar a menos de la mitad de la capacidad instalada, la cual, con todos los turnos trabajando a full, permite producir 1,2 millones de unidades anuales.

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