iProfesional

Puede fallar: Kicillof querí­a dólares para las industrias pero se los está gastando la clase media en Miami

En 2012, el funcionario anticipaba una nueva etapa: habría más divisas potenciar el "Made in Argentina" y menos recursos para compras de "bienes de lujo" 
19/03/2015 - 10:05hs
Puede fallar: Kicillof querí­a dólares para las industrias pero se los está gastando la clase media en Miami

"Puede fallar". Los memoriosos recordarán este latiguillo que pronunciaba en televisión un reconocido ilusionista argentino, allá por los años ochenta y noventa, antes de cada truco.

Con esta frase, el mentalista buscaba cubrirse de un eventual fracaso al intentar cualquier prueba durante sus espectáculos.

Una muletilla que, sin dudas, le hubiese servido a Axel Kicillof, que hace casi dos años y medio, durante una presentación del proyecto de Presupuesto en el Senado, anticipó que se venía una nueva etapa en la Argentina, a partir de la cual no iba a haber más dólares para compras de bienes superfluos y sí para potenciar el aparato productivo nacional.

"¿Cómo las divisas que necesito para hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan comprar bienes de lujo?", afirmaba, envalentonado, el funcionario.

Durante su exposición, fue más allá y llamó a "cuidar los dólares para que se dirijan a las importaciones fundamentales y así mantener el proceso de industrialización" porque, advirtió, el "mayor riesgo" es que los mismos se "terminen malgastando en productos de consumo suntuoso".

Muchos cambios hubo desde aquel 18 de octubre de 2012. No sólo en el plano profesional del funcionario kirchnerista, que en ese entonces era viceministro. También en la economía, que transitaba una realidad muy diferente de la actual.

Las reservas del Banco Central, por ejemplo, se ubicaban por encima de los u$s45.000 millones. La crisis con los fondos buitres casi no ocupaba espacio en los papers de las consultoras. La industria automotriz estaba viviendo un año a pleno y se preparaba para batir un récord histórico en ventas. La soja brillaba, con un precio por tonelada del orden de los u$s580. Sin dudas, era "otra" Argentina.

En la actualidad, todas esas variables pasaron a mostrar un claro deterioro: las reservas sólo se sostienen por encima de los u$s30.000 millones a fuerza de "contabilidad creativa", el mercado automotor atraviesa su peor momento en casi una década y el "yuyito" pasó a costar u$s200 menos la tonelada (-35%).

Pero el principal cambio está en que esta Argentina de hoy es muy parecida a aquella que presagió Kicillof ante el Senado, cuando advirtió sobre los riesgos de que se acabaran las divisas para "bancar" las importaciones que necesita la industria.

Lo paradójico es que, ahora que hay escasez, que Brasil devalúa y que la soja no brilla, esos dólares que tanto se iban a cuidar, se están destinando, en gran medida, a la compra de bienes de lujo por parte de la clase medio y no para "hacer torres de petróleo" o fomentar el aparato productivo nacional tal como presagiaba el ministro. 

Las cifras hablan por sí mismas: hoy en día, el Gobierno está habilitando ocho veces más de divisas a ahorristas turistas que, por ejemplo, a la industria automotriz para la importación de 0Km.

Vale otro ejemplo: los billetes verdes que la administración K debe entregarles, tal como señala, a esa "clase pudiente" que viaja a Miami, significan seis veces más que los fondos que le otorga a la industria tecnológica local. 

Así, esa nueva etapa que anticipaba el Gobierno, no se terminó plasmando en la realidad. Como decía aquel ilusionista antes de sus shows... "puede fallar".

Dólares: menos para producir, más para viajar

En 2014, el BCRA comenzó a restringir el acceso a los billetes verdes para el pago de las compras al mundo. 

Pero fue en este 2015 cuando su titular, Alejandro Vanoli, directamente pasó a "sentarse" sobre las reservas.

La consecuencia fue que dos sectores considerados estratégicos para el modelo K, como la industria automotriz y el polo tecnológico de Tierra del Fuego, se convirtieron en los grandes perjudicados por la escasez de divisas.

De hecho, Kicillof fue el responsable de pergeñar un rígido sistema de cupos mensuales para el acceso a los dólares, lo que está dificultando la entrada al país de componentes y hasta de bienes de capital, claves para la producción.

Para Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, ya se cruzó esa "línea de riesgo" que anticipaba el ahora ministro de Economía, quien decía querer cuidar las reservas para evitar que la industria nacional tenga problemas a la hora de contar con insumos clave. 

"Lo que está dejando en claro el comportamiento del BCRA, es que los dólares no alcanzan para financiar el crecimiento del aparato productivo", sostuvo Ponce. 

Desde AFARTE, cámara que nuclea a los mayores fabricantes de artículos electrónicos del país, confirmaron a iProfesional que "hay jornadas durante las cuales el Central no autoriza nada. Y esto está perjudicando la llegada de partes y piezas para la fabricación de equipos, como celulares. De hecho, ya se frenaron varios embarques hacia la Argentina por la imposibilidad de realizar los pagos". 

Lo más llamativo en esta crisis por escasez de divisas es que un porcentaje importante de todos los billetes verdes que está resignando el BCRA, en realidad, se están destinando a fines a los que, allá por 2012, Kicillof se oponía abiertamente. 

En este arranque de año, la entidad está entregando más de u$s1.000 millones mensuales para bancar la compra de "dólar ahorro" y para financiar a los argentinos de clase media alta que viajan y hacen compras fuera del país, especialmente de ropa artículos electrónicos, como smartphones, tablets y notebooks, contrariando aquel discurso del funcionario. 

Cifras oficiales muestran que en diciembre y enero últimos, la demanda de divisas por parte de ahorristas y turistas pasó a superar el monto que el BCRA le habilitó a toda la industria nacional para costear las importaciones de bienes de capital.

En efecto: mientras que las empresas pudieron realizar compras al mundo de maquinaria y equipamiento por un promedio de u$s925 millones en ese período, la adquisición de dólares "cash", los viajes al exterior y el "tarjeteo" en moneda extranjera, insumieron casi u$s1.100 millones, lo que deja al descubierto el altísimo costo que tuvo y sigue teniendo para el Central la flexbilización del cepo y el atraso cambiario. 

El siguiente cuadro permite observar cómo en los últimos meses la demanda de particulares sobrepasó a los montos que el BCRA autorizó para la importación de bienes de capital, tan necesarios para reindustrializar el país como se entusiasmaba hace un par de años Kicillof: 

Al analizar la realidad de un sector en crisis como es el automotriz, también saltan a la luz paradojas del modelo K, como el de haber impulsado el ProCreAuto -un ambicioso plan para apuntalar las ventas de vehículos- pero, por otro lado, no tener los dólares suficientes para poder abastecer a las terminales.

En enero, mientras el ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunciaba la "partida de defunción" de la iniciativa, el Gobierno estaba habilitando ocho veces más de divisas a ahorristas y turistas que a las automotrices para la importación de 0Km.

En efecto: los u$s1.122 millones que "aspiraron" los particulares, contrastó con los magros u$s150 millones que terminó recibiendo esta golpeada industria (ver cuadro). 

Esto implica que en sólo tres jornadas hábiles, por "dólar ahorro" y "turista" se ha "evaporado" el equivalente a todo lo que el BCRA le suministra a las automotrices durante todo un mes para la compra de autos en el exterior. 

Desde AFARTE destacaron que los últimos 30 días, el Central le pudo dar a las terminales electrónicas de Tierra del Fuego menos de u$s200 millones para cubrir compras de teclados, pantallas, memorias, placas y circuitos, entre otros componentes. 

Es decir que, en contra de las aspiraciones de Kicillof, ahorristas y turistas recibieron un monto casi seis veces mayor que estas empresas que requieren de insumos fundamentales para sostener empleos y abastecer al mercado nacional de artículos como celulares, equipos de aire acondicionado computadoras.

El agravante es que esta brecha tiene lugar luego de que la industria electrónica haya cerrado 2014 con un desplome cercano al 20% en sus niveles de producción, lo que terminó impactando en el empleo (ver cuadro). 

Dólares para bancar turismo

irónico es que el Gobierno se está endeudando con China a través de los swaps con el objetivo de financiarle el ´dólar ahorro´ a los trabajadores en relación de dependencia que tienen salarios iguales o mayores a los $10.000 mensuales, muchos de los cuales los guardan bajo el colchón o hacen la ´bicicleta´, vendiendo luego esos billetes a un valor más elevado".

Si bien el economista reconoció que esta práctica es funcional a los intereses oficiales, dado que es una de las razones por las cuales el blue se encuentra amesetado, consideró "una paradoja" que en momentos de escasez de reservas, el Central termine destinando más divisas a la especulación financiera o para atesoramiento, "justamente cuando Kicillof, durante toda su gestión, atacó el ahorro en dólares".

Pero sin dudas, uno de los pasajes más controvertidos de la "estabilidad financiera" que persigue Vanoli -quien protege las reservas, le niega recursos a la industria y, atraso cambiario mediante, abarata su acceso a la clase media- es que la mayor parte de esta "sangría" tiene como destino hacer frente a gastos de turismo y shopping fuera del país o a través de páginas de Internet del exterior.

En efecto: mientras que en este último período la compra de dólares "cash" por las ventanillas que habilitó la AFIP representó casi u$s500 millones mensuales, los viajes y las compras con tarjeta insumieron unos u$s600 millones cada mes, un 20% más.

De ese total:

•Casi un 70% corresponde a gastos con "plásticos" en moneda extranjera.

•Un 16% es explicado por la adquisición de pasajes.

•El 14% restante son giros realizados por agencias de turismo.

Fuentes del polo de Tierra del Fuego confirmaron que los gastos con tarjeta, en general, están relacionados con la compra de tecnología fuera del país.

"Para nosotros es un sinsentido que, teniendo una ley de promoción industrial, se deje sin dólares a las plantas que se instalaron en el sur del país para producir artículos electrónicos y esas mismas divisas finalmente se terminen yendo por operaciones realizadas en el extranjero", alertaron.

Un dato que preocupa al Gobierno es que los saldos por compras con tarjeta cerraron febrero bordeando los u$s450 millones, el nivel más alto desde noviembre de 2013, antes de que la AFIP elevara el recargo al 35% (ver cuadro).

El panorama se agrava al considerar que, a medida que se vayan generalizando los aumentos salariales durante marzo y abril, los argentinos pasarán a tener un mayor poder de compra a la hora de sacar sus tarjetas en el exterior.

A mediados de 2014, por ejemplo, el ingreso neto promedio nacional equivalía a 930 "dólares turistas" (oficial + recargo del 35%). Ahora, con una mejora prevista del 30% y considerando una cotización del billete verde en los mismos niveles que los actuales, un sueldo medio pasará a rendir casi u$s1.100.

Para los expertos esta tendencia no hará más que potenciar el fenómeno de la microimportación, que tuviera su auge allá por 2012 cuando, según CAMOCA -entidad que reúne a fabricantes de tecnología-, los turistas argentinos trajeron en sus valijas casi 1 millón de dispositivos electrónicos.

¿Y las torres de petróleo?

El giro que tomó el relato, que ahora privilegia el cuidado de la "estabilidad financiera", aun a costa de enfriar la actividad industrial, resulta aun más paradójico al analizar qué sucedió con la producción de crudo en la Argentina, luego de que Kicillof anticipara que no iba a haber más dólares para costear las compras de bienes de lujo y para "levantar torres de petróleo". 

Según Abeceb, la extracción de este recurso cerró 2014 con casi 30,9 millones de metros cúbicos, su peor nivel desde 1991.

Respecto de la generación de gas, 2014 concluyó con una caída del 6% respecto del nivel de hace dos años, ubicándose en el valor más bajo desde 1998.

Desde Abeceb destacaron que "si bien tras la nacionalización del 51% del paquete accionario de YPF, la compañía revirtió su tendencia incrementando su producción, esto no fue suficiente para evitar que continuara la merma en el total".

Y en el sector energético se da otra gran paradoja: mientras que allá por 2012 el Gobierno más dólares para "hacer torres", ahora está cerrando la tercera operación de importación de petróleo crudo en once meses, básicamente porque comprarlo afuera le es más barato que extraerlo

Mientras sigue descendiendo la generación hidrocarburífera y faltan recursos para acompañar a la producción industrial -que acumula 18 meses consecutivos de caída-, se espera que este año la demanda de ahorristas y turistas alcance los u$s12.000 millones, lo que equivale al 70% de las reservas líquidas en poder del BCRA, según cálculos de Economía & Regiones. 

En definitiva, el discurso a veces difiere de la realidad. O, como diría aquel ilusionista antes de cada presentación... "puede fallar".