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Megadevaluación, la palabra prohibida para los economistas de los precandidatos

En un encuentro organizado por la UIA, se refirieron a la actual transición y los problemas que deberán enfrentar en caso de llegar al poder 
04/06/2015 - 11:55hs
Megadevaluación, la palabra prohibida para los economistas de los precandidatos

Los economistas de los principales precandidatos a presidente coincidieron en rechazar una devaluación como salida a los problemas de competitividad y las distorsiones cambiarias, y se mostraron partidarios del "gradualismo" para intentar resolver las principales dificultades que dejará Cristina de Kirchner.

Entre esas asignaturas pendientes mencionaron la pérdida de competitividad, el cepo cambiario, las trabas a las importaciones, el déficit fiscal, la caída del superávit comercial y el debilitamiento de reservas.

La Unión Industrial Argentina convocó el miércoles a Miguel Bein (referente de Daniel Scioli), Rogelio Frigerio (Mauricio Macri), Marco Lavagna (Sergio Massa) y Javier González Fraga (Ernesto Sanz) para debatir sobre "La Argentina productiva 2016-2020".

En la sede de la central fabril, los economistas evaluaron qué debería hacer el próximo Gobierno y se pronunciaron a favor de impulsar el crédito y la inversión como eje de un país productivo.

Bein señaló: "No tenemos atajos o fantasías. Debemos ir por una agenda de inversión productiva. No alcanza sólo con empujar desde el consumo para sostener la producción".

"Es que para producir hacen falta las divisas que llegan gracias a la inversión. Y pensamos que con más inversión, más posibilidades de dar impulso a la producción orientada a la exportación", enfatizó.

González Fraga intentó, por su parte, saltar el dilema del aterrizaje suave. "No es ajuste o gradualismo, es ajuste o shock de confianza. Los que creen que no es importante la confianza, que sigan probando con desconfianza como en estos años".

El ex jefe del Banco Central propuso subir tarifas para el sector más rico de la población, eliminar la ley de abastecimiento y casi todas las retenciones, desdoblar el tipo de cambio y volver a los mercados externos.

También se opuso a una "megadevaluación". Porque, explicó, "una caída violenta de los salarios es éticamente reprochable y políticamente ingenuo. Y no genera inversión: los mismos que te piden devaluar no van a invertir porque, con una crisis, van a decir que no están dadas las condiciones".

Frigerio también cuestionó la política aplicada por Kicillof. "El Gobierno tiene un único objetivo: llegar a octubre sin devaluar; fomentar el consumo con retraso cambiario, y éste, con endeudamiento", dijo.

Y se adentró en un tópico que suele esgrimir el kirchnerismo sobre pronósticos "agoreros" incumplidos. "Algunos, no yo, hablaban de que no se iba a concluir el mandato. Pero eso, con una bonanza nunca antes vista en la historia del capitalismo, habría sido chocar la calesita."

Marco Lavagna le auguró al kirchnerismo un final no traumático: "Probablemente el Gobierno pueda mostrar, con parches, una recuperación: la gente va a ir a votar con plata en el bolsillo. Pero como no se solucionan los problemas de fondo, todo se va ir deteriorando".

Después insistió en la necesidad de inversiones. "El consumo interno tiene que ser una locomotora, y la inversión, su lubricante", afirmó, y propuso levantar las restricciones cambiarias. "El cepo se levanta si entran dólares. Van venir con la nueva inversión y para eso es importante un shock institucional: independencia del Indec y del Banco Central".

Sobre la inflación, se mostró partidario de soluciones en el tiempo. "En el primer año, hay que bajarla a la mitad; en el segundo, a un tercio, y después, a 4 o 5%, que es lo que debería tener la Argentina", concluyó

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