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Dólar versus plazo fijo: el "seguro de cambio" que ofrece el Gobierno hace que brillen a las colocaciones bancarias
14/06/2015 - 11:00hs

Luego de batir récord tras récord, en mayo la demanda de dólares por parte de ahorristas bajó un cambio y alcanzó los u$s443 millones, el nivel más bajo desde diciembre.

Y los números de junio muestran la misma tendencia decreciente: durante los primeros diez días hábiles, se concretaron operaciones por u$s287 millones, casi 6% menos que en igual lapso del período pasado.

El desarme de las expectativas de devaluación, al menos hasta diciembre, sumado a un billete verde que en lo que va de 2015 subió a una tasa promedio del 12% anual, más el seguro de cambio que ofrece el Gobierno (es decir, que no avanzará en una fuerte corrección por ser un año electoral), contribuyeron a que la dolarización por estas ventanillas perdiera terreno.

Con una divisa prácticamente "planchada" debido a que el Ejecutivo sigue apelando al tipo de cambio como ancla de la inflación, otra alternativa picó en punta en la city y pasó a captar una mayor atención por parte de ahorristas: los plazos fijos.

La ganancia de más del 20% en pesos en términos norminales atrajo a los particulares, a punto tal que, desde diciembre del año pasado, el stock de las colocaciones aumentó casi un 30%, cifra que, en términos interanuales, "significó una importante aceleración de la tasa de expansión", destacan desde Ecolatina. 

Agregan que en mayo pasado los depósitos crecieron 35% -lo que implicó unos $72.000 millones en nuevas colocaciones-, cuando en 2014 lo habían hecho al 27% anual. 

Según la consultora, otro factor clave fue que, luego de que asumiera al frente del BCRA -allá por octubre de 2014-, Alejandro Vanoli fijó un piso a las tasas de los bancos para los depósitos minoristas nominados en pesos, sobre la base de la tasa de las LEBAC.

Esta suba de los tipos de interés adquirió mayor relevancia en tanto se estabilizó el frente cambiario y la inflación volvió a una "velocidad crucero" del 2% mensual.

Así, con un billete verde incrementándose en promedio a un ritmo del 1% mensual, frente a colocaciones bancarias que casi duplican esa tasa, dio lugar a que más ahorristas se vuelquen a los depósitos. 

Si se miden los rendimientos en términos de blue, este resultado positivo se amplifica, ya que la divisa informal bajó un 10% respecto del año pasado.

Incluso, los plazos fijos hasta se dieron el lujo de coronarse como la mejor inversión del mes de mayo, habiéndole ganado al mercado bursátil y a su histórico rival, el dólar, algo que no sucedía desde hacía tiempo. 

Más allá de los mayores rendimientos que ofrecen los bancos, para Ecolatina está quedando en claro que esta herramienta financiera ha cobrado impulso por el "desarme de las expectativas de devaluación, en parte, por la estabilidad conseguida".

Los pronósticos de los analistas y del propio mercado de futuros de Rosario (Rofex), ven al tipo de cambio a un valor inferior a los $10 para diciembre próximo, lo que implica un alza anual de 17% para la divisa oficial, por debajo del rendimiento que ofrece un plazo fijo a 12 meses.

En el siguiente gráfico se puede observar cómo las colocaciones bancarias se han tomado su "revancha" y mostrado mejores retornos que el dólar a futuro, en los últimos meses:

Plazos fijos para arriba, dólar para abajoLa contracara al crecimiento de las colocaciones bancarias, la da el menor incentivo que se observa para la compra del dólar ahorro, 

Esto, en gran medida, porque al haberse reducido la brecha cambiaria, disminuyó el atractivo por realizar la "bicicleta", que consiste en comprar en el mercado formal y luego revender en el paralelo, para así hacerse de una diferencia.

Además, si bien todavía sigue primando la percepción de que la calma puede no ser duradera tras el cambio de Gobierno, la compulsión por hacerse de más billetes verdes a modo de resguardo se fue aquietando conforme el BCRA avanzara con su estrategia de "estirar" la pax cambiaria. 

Lo cierto es que mientras más se alejan las expectativas de devaluación y más se opaca el billete verde, más brillan las colocaciones en pesos. 

De hecho, un nutrido grupo de consultoras y bancos ubican a la divisa estadounidense para fines de 2015 a un precio más bajo respecto al que reflejaban en sus previsiones de meses anteriores.

Los sondeos dan cuenta de que las expectativas de devaluación ya han bajado hasta un 30% desde octubre pasado. En efecto: 

• Hace ocho meses, los principales bancos internacionales y agencias locales, preveían un tipo de cambio a $13,50 para diciembre próximo.

• Ahora, hacen referencia a un valor promedio de $10,30, según el relevamiento de FocusEconomics, (ver cuadro).

En el mercado, el consenso es que no habrá saltos bruscos hasta el recambio de Gobierno.

La visión que prima es que la administración K sigue firme en su intención de utilizar al dólar como ancla de la inflación.

A esto se suma el hecho de que nadie apuesta a que el Ejecutivo toque el tipo de cambio justo antes de las elecciones por tratarse de una medida "piantavotos".

"Boom" de plazos fijos: ¿hasta cuándo? 

Con las reservas sostenidas, la apuesta oficial de atrasar el dólar oficial y permitir una recuperación de los salarios que, a su vez, redunde en un mayor consumo, estaría rindiendo sus frutos.

Si a esto se suma que los plazos fijos en pesos han venido moviéndose en franco ascenso y que la compra de dólar ahorro dejó de batir récords, entonces todo indica que la estrategia del Gobierno -de tener una transición calma hacia las elecciones- tiene altas chances de cumplirse. 

Claro que esa "pelea" entre colocaciones en pesos y fuga en dólares se está jugando íntegramente en el corto plazo.

El 80% de la expansión de las colocaciones en bancos, desde enero a esta parte, corresponde a dinero puesto a menos de 90 días.

Esto pone de manifiesto la incertidumbre de los ahorristas de cara al mediano plazo, ya que el stock de depósitos mayores a un año no sólo no creció sino que se contrajo un 2% en términos nominales.

Según datos del Banco Central, el 60% de los plazos fijos del sistema vencen a mediados de julio. Ya para el 15 de agosto, deberá renovarse el 75% del total.

"La confianza en la moneda local está atada al corto plazo, ya que los agentes reconocen la estabilidad cambiaria alcanzada en los últimos meses pero descreen de la posibilidad de mantener este escenario en el mediano término", aseguran desde Ecolatina.

"Las presiones sobre el billete verde están anestesiadas pero, a medida que se acerquen las elecciones y se profundice el escenario de atraso cambiario, las tensiones pueden resurgir", subrayan. 

Un punto clave que señalan desde la consultora es que casi la mitad del stock nominal de los plazos fijos corresponde a clientes minoristas. De modo que cualquier reversión de las expectativas sobre la estabilidad cambiaria podría revivir las presiones sobre el paralelo, "algo que se vuelve más preocupante en un contexto en el que la base monetaria creció un 30%".

En un tono similar se expresa Miguel Ángel Boggiano, CEO de Carta Financiera, para quien "el déficit fiscal en febrero fue más del doble que el de un año atrás. Al no haber financiación externa y siendo este 2015 electoral, el gasto público va a seguir creciendo. ¿Cómo se va a cubrir esto? Con emisión monetaria".

El analista afirma que esa mayor base, sumada a los incrementos de sueldos, los aguinaldos y los "pesos sueltos" que surjan de las colocaciones que no se renueven "podrán generar un combo que volverá a presionar sobre el mercado informal". 

Así, en momentos en que desde el Gobierno se jacatan al decir que la Argentina va por "doce veranitos" y que ya se prepara para la temporada número trece, los ahorristas e inversores siguen disfrutando bajo el calorcito que brindan los plazos fijos pero siempre con un ojo puesto en el horizonte, anticipando posibles "chaparrones".

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