Las automotrices le piden al Banco Central que les permita comprar el doble de dólares para producir más
El evento que desde hace siete años organiza la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), el Salón del Automóvil, abrirá sus puertas este viernes pero, en esta oportunidad, con un oscuro trasfondo que vive la industria en la Argentina.
Este sector se achicó cerca de 20% en lo que va del año, de la mano de la caída de mercados externos (sobre todo el de Brasil) y la restricción del acceso a divisas para importar partes y unidades.
"Para mantener un mercado interno de unas 600.000 unidades, las terminales estamos necesitando ampliar el cupo de acceso a divisas en al menos 100 millones de dólares adicionales por mes", dijo Isela Costantini, titular de General Motors y de ADEFA, en declaraciones relevadas por el diario Clarín.
El Banco Central le vende a las terminales 160 millones de dólares por mes para pagar la importación de vehículos y de autopartes. A la vez, la baja de la demanda de Brasil representó para las automotrices menos ingresos en dólares.
Si bien varias terminales incrementaron la producción de unidades dirigidas al mercado interno, sigue siendo un parque acotado de modelos. El 60% de la oferta local se compone de unidades importadas, principalmente de Brasil.
Aún así, según relevó el matutino, un mercado con 600.000 patentamientos anuales representaría una caída de 15% respecto del año anterior. "En el mejor de los casos se podría llegar a vender en las concesionarias unos 620.000 vehículos. Pero para eso, el Gobierno nos tendría que liberar casi u$s300 millones por mes, es decir, casi el doble que nos autoriza ahora", estimó otro ejecutivo, en diálogo con Clarín.
Costantini estimó que en 2015 se producirán casi 600.000 unidades, muy por debajo de las 680.000 que la propia ADEFA había calculado a comienzos de año.
Cristiano Rattazzi, titular de Fiat Chrysler Argentina, también planteó que tanto la producción como el mercado interno están atados a la disponibilidad de divisas: "A nosotros, la Fiat Brasil nos está apuntalando con la compra de unidades (de Palio y Siena) que podrían producir ellos sin inconveniente, mientras esperamos una definición. Estamos a la espera de que el Gobierno nos diga si hay divisas o no las hay".
No obstante, esta retracción del negocio no se notará en la apuesta del Salón del Automóvil. A su vez, la mayoría de las terminales tienen inversiones en marcha, lo cual opera también como un dique de contención contra las suspensiones.
Pero con la actividad fabril operando en la línea de equilibrio, hoy las automotrices tienen sus expectativas de rentabilidad concentradas en su actividad comercial.