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El valor que perciben por su producción no supera en casi todos los casos el incremento de costos y no compensa la inflación        
13/07/2015 - 11:12hs

A diferencia de lo que sucede en la industria, los productores rurales no discuten paritarias, sino que perciben un salario en el que rara vez pueden influir. 

Según un relevamiento del diario Clarín, sobre 33 actividades rurales, la mayoría cobrará en 2015 menos de lo que recibió el año pasado y en sólo dos rubros se esperan incrementos que superen a la inflación anual, que se estima en 28 por ciento. 

La responsabilidad es, por un lado, del atraso cambiario, y por el otro la baja internacional de los valores de las materias primas.

De esto último no se salva ni siquiera la soja, destacó el matutino: en mayo de 2014 valía 2.560 pesos la tonelada cuando ahora se paga apenas por arriba de 1.900. Y sobre esas ventas el productor sufrió un descuento del 25%.

La misma suerte corrieron los otros cultivos: el trigo vio una baja del 13% en pesos, el maíz del 31%, el girasol del 21,5%, el sorgo 5% y el arroz un 16 por ciento.

Asimismo, los precios de la leche subieron entre ambos años apenas 3%, casi una décima parte de la inflación, lo que impactó fuertemente en la actividad tambera.

Los precios de los huevos en granja subieron solo 4%, los de la lana un 24% y los de un cerdo capón el 19,6%. A nivel mayoristas, en cambio, el pollo cayó 3,5%.

De esta ecuación salieron mejor parados los ganaderos, porque el kilo vivo de novillo en Liniers trepó 14,8%. Pero a nivel de criadores, el precio de un ternero para invernada se elevaron 42%.

El otro rubro que no quedó por debajo de la inflación, según Clarín, es la carne de cordero en Santa Cruz, que subió 38% desde mitad de 2014.

Pero casi todos los productores reciben menos plata que hace un año atrás o han cobrado sus productos con subas insuficientes para compensar el aumento de sus costos, indicó el matutino.

Asimismo, mediciones del mercado de Mendoza indican que entre un año y el otro el precio promedio del vino bajó 2,3%, el de una buena uva Malbec 6,6%, el de los duraznos para conserva 58%, el de la aceituna 43,7% y el del tomate para industria 19%. El valor del ajo ganó 3,8% y el aceite de oliva un 22%. Siempre por debajo de los costos.

Los productores frutihortícolas tampoco están de festejo: el valor promedio de una naranja ombligo se desplomó 33%; las manzanas se mantuvieron en 1,20 pesos por kilo; la pera perdió 21,3% de su precio; y el limón de Tucumán solo subió 13%.

El peor escenario, asegura Clarín, es el de las ciruelas en fresco, que de valer 7,6 pesos por kilo en 2014 ahora pasaron a pagarse a 1,8 pesos (-76%).

El precio que percibe el productor de azúcar aumentó 10%, el nogal lo hizo 9%, el tabaco se mantuvo, el algodón retrocedió 5% y por el poroto se paga ahora 53% menos.

El único producto que por ley tiene una "paritaria" -ya que su valor se negocia con el Gobierno- es el de la yerba mate, cuyo precio subió solo 14%.