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La pérdida de competitividad de la economía argentina desplomó el sector. Córdoba, que había apostado por las firmas de telemarketing, va perdiendo terreno
20/07/2015 - 13:25hs

En los últimos siete años se perdieron alrededor de 10.000 puestos de empleados de call centers en nuestro país.

Después de aquel pico de la actividad en 2008, con 25.000 trabajadores, actualmente el sector emplea entre 15.000 y 17.000 trabajadores. Las claves de la baja son dos: la Argentina se quedó sin centros que exportaran el servicio y los nuevos inversores eligieron provincias que ofrecen más beneficios, como Tucumán o Chaco.

Alrededor de 50.000 son los empleados que tiene registrada la Cámara Argentina de Centros de Contacto en todo el país; en 2008 eran 70.000. De los 24 call adheridos a la entidad -dicen que no perdieron socios- todos atienden el mercado interno; hace siete años cerca del 40% apuntaban al exterior.

"El punto máximo de la actividad coincidió con el mejor momento de las exportaciones", explica Mario Miccelli, director ejecutivo de la cámara. Admite que varios se fueron del país a Chile, Uruguay, Colombia y Perú. "Por el valor del dólar nos convertimos en no competitivos", reconoce ante una consulta del diario La Nación.

Por ejemplo, Jazzplat, filial de la empresa española de telecomunicaciones Jazztel, cerró el call center en Córdoba en 2013 y trasladó sus oficinas a Chile. Se había instalado en 2005 y llegó a tener 1500 empleados. Las agencias de promoción de inversión de los vecinos vinieron a buscar a las empresas para ofrecerles la relocalización en función de que la situación macroeconómica argentina no las ayudaba para seguir, agregó el matutino.

Miccelli dice que la decisión empresaria para el cambio de estrategia fue rápida y empezó el vuelco de la actividad hacia al mercado doméstico. "Si no hubiese sido así, la caída hubiese sido peor", dice. Explica que el 70% de las llamadas que reciben los centros son entrantes, lo que marca la alta dependencia del consumo.

El principal valor agregado que tiene Córdoba -y que explica que encabece el ranking de la actividad en el país- es la calidad de sus recursos humanos; el 75% de los empleados de los centros son universitarios. Ese esquema no se repite ni dentro ni fuera del país.

Junto a la experiencia acumulada, es un ingrediente clave, según Miccelli, para que los call "no salieran en estampida; hubo oscilaciones, pero que acompañaron lo sucedido en todo el país". En 2003, cuando la actividad empezaba a desarrollarse en la Argentina, el 80% del empleo se concentraba en territorio porteño y Córdoba tenía el 16%. Un lustro después, la provincia pasó al frente y nunca perdió ese puesto, aunque sí miles de empleos.

Beneficios

Walter Franzone es titular del sindicato que agrupa a los trabajadores de call centers en Córdoba. Hace un año firmaron el primer convenio colectivo de la actividad y es el único lugar del país donde los empleados no se encuadran en Comercio. Hay 15.000 puestos y, destaca ante La Nación, que "hubo relocalización en otras provincias". Y agrega: "Los nuevos no vienen por problemas de competitividad de Córdoba".

Con seis centros grandes (alrededor de 2000 empleados cada uno), el salario inicial en Córdoba para un operador es de $ 6800. Algunas mejoras para los trabajadores son adicionales por presentismo (6%), puntualidad (0,5%), asistencia perfecta (4%) y antigüedad (1%). Miccelli apunta que el costo para el empleador es "relativamente igual".

Córdoba mantiene la exención del impuesto a los Ingresos Brutos a la actividad, que es un denominador común en todos los distritos donde hay centros de contacto (Buenos Aires, Mendoza, Salta, Tucumán y Chaco). La diferencia la hacen Tucumán y Chaco, que a esa ventaja le agregan el pago de parte del sueldo y, en algunos casos, hasta la instalación de la empresa.

Desde 2008, Tucumán y, desde 2011, Chaco comenzaron con promociones para el sector. En el primer caso, el Estado se hace cargo del 30% del salario en el primer año y el porcentaje cae año por año hasta agotarse en el cuarto; también paga alquileres. En Tucumán, por caso, ya hay 7000 empleados.

En Chaco, donde los operadores suman 5000, el beneficio es similar. El Estado paga el 20% del salario al comienzo y el nivel se reduce con el paso del tiempo.

Miccelli apunta que el sector se recupera "levemente" de la mano de los servicios de moderación y posicionamiento de las redes sociales con empresas que, incluso, crearon sus propias plataformas de software para dar servicios a los clientes de sus clientes.