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Los analistas alertan sobre la baja incorporación de personas al mercado laboral, en un contexto con la industria en recesión y el empleo privado estancado
24/08/2015 - 10:45hs

La fuerte caída de la desocupación registrada por el INDEC no muestra necesariamente una mejora de la actividad económica.

A esa conclusión llegaron diversos economistas consultados por iProfesional, que relativizaron el impacto de los datos oficiales frente a la baja incorporación de personas al mercado laboral, el estancamiento del empleo privado y la caída de la industria.

La última Encuesta Permanente de Hogares indicó que el desempleo bajó al 6,6% durante el segundo trimestre del 2015, por debajo del 7,5% registrado en el mismo período del año pasado. De ese modo, los desocupados pasaron a ser 783.000, en lugar de los 890.000 que había entre abril y junio del 2014.

Se trata de una cifra inédita en las últimas décadas, que rápidamente despertó reacciones de optimismo en las esferas oficiales, desde donde atribuyeron la mejora a las "medidas expansivas" del Gobierno.

La propia Presidenta se refirió el jueves pasado al informe de empleo como un síntoma de la buena performance que experimentaría la economía, ubicando a la Argentina entre los países con menor tasa de desocupación en el mundo.

"Nunca desde 1991, habíamos tenido un índice tan bajo", dijo Cristina Kirchner durante un discurso por cadena nacional.

Sin embargo, los economistas son más cautelosos y sostienen que el menor desempleo está lejos de reflejar un repunte de la actividad.

Uno de los principales motivos de la caída del desempleo fue la caída de la tasa de actividad que se redujo del 44,8 al 44,5% entre abril y junio, respecto del mismo trimestre del año anterior, tocando uno de los niveles más bajos de los últimos 12 años.

Así, según la EPH, sólo se incorporaron 39.000 personas al mercado laboral en busca de un empleo, justo cuando las autoridades sostienen que la economía empezó a recuperarse. El dato llamó la atención a los especialistas porque significaría que la baja en la desocupación se debe en parte a un "efecto desaliento" que reduce la Población Económicamente Activa. En otras palabras, hay menos gente que demanda un trabajo.

Como resultado, la población crece más rápido que la cantidad de gente que se incorpora al mercado laboral. "Lo relevante es que la tasa de aumento de gente que entra al mercado laboral es muy baja (0,3%) en consideración a que la población total aumenta al 1% anual. Aquí se ve que es poca gente la que se incorpora a trabajar, por eso es baja la desocupación", dijo el analista Jorge Colina, de IDESA.

En tanto, el diputado opositor y economista Claudio Lozano advirtió que los datos oficiales sobre el nivel de actividad no son creíbles, por lo que estimó que, de calcularse correctamente, el desempleo sería del 10,6% (762.000 personas más que las reconocidas oficialmente).

"Pretenden hacernos creer que en los últimos dos años, que han sido de destrucción de empleo y de deterioro en el poder adquisitivo de trabajadores dependientes de planes y jubilados, la gente no busca trabajo. Es más, cada vez son menos. Es como si los que perdieron el empleo decidieron sentarse en su casa a mirar televisión", dijo.

Números bajo la lupa

Otro dato que sorprendió a economistas es que, según el INDEC, el empleo pasó del 41,4% a 41,5%, lo que significó la creación de 147.000 nuevos puestos de trabajo en el segundo trimestre del 2015, en relación con el mismo período del año previo.

Al intentar dar una explicación de las estadísticas, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, las atribuyó a la "recuperación de la construcción, de la mano de la obra pública, y a un fuerte repunte de algunas actividades industriales, que han acelerado la creación de puestos de trabajo en el último tiempo".

"No hay escenario de suspensiones", afirmó el funcionario. 

La argumentación resulta insuficiente si se tiene en cuenta que el sector inmobiliario creó sólo 20.000 empleos, según el último informe oficial sobre la actividad de la construcción, mientras que la Evolución de Puestos de Trabajo medida por el INDEC mostró que en el primer trimestre la industria perdió 10.000 puestos, respecto de igual lapso del año pasado.

En ese período, además, el índice de obreros ocupados en la industria también fue negativo, siendo inferior al registrado en los últimos cuatro años. 

El deterioro del empleo privado se vio reflejado en las 4.000 suspensiones y despidos registrados en el sector manufacturero, en sus ramas automotriz y siderúrgica, tal como lo adelantó iProfesional a principios de agosto. Asimismo, los supermercados se deshicieron de más de 1.000 empleados en lo que va del año, según confirmó también este medio.

En rigor, las cifras oficiales evidencian que la industria se encuentra en recesión, una palabra que tanto los funcionarios como los empresarios prefieren evitar. Desde agosto del 2013 la producción fabril sufrió 21 bajas interanuales en forma consecutiva hasta mayo de este año, cuando experimentó la primer alza en dos años para luego volver a caer.

Aunque en los últimos meses surgieron algunos síntomas de recuperación -el Estimador Mensual de la Actividad Económica creció un 2,2% interanual en mayo-, las estimaciones privadas son menos alentadoras, dado que calculan una variación que va de un muy leve repunte del orden del 0,6% hasta una caída de del 0,3% en lo que va del año.

"Hay una recuperación del consumo y la construcción pero no de la industria ni de la intermediación financiera", señaló Soledad Duhalde de Abeceb.

Por ello, los economistas creen que la generación de empleo sigue siendo motivada principalmente por el sector público, que en el primer trimestre del año aportó cerca de 100.000 puestos, creciendo a una tasa del 4,5%, muy por encima del ritmo de expansión de la población como de la ocupación privada.

"Son escasos los datos y dudosos para entender el menor desempleo. No se sabe a qué lo atribuye el INDEC, pero sí se sabe que hace varios años el empleo privado está estancado", dijo Javier Lindemboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (CEPED), dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).

El investigador advirtió que las nuevas estadísticas no alcanzan para compensar el deterioro que venían mostrando otros indicadores, como la Encuesta Anual Urbana de Hogares. En base a una muestra más amplia que la EPH, la última publicación del estudio indicó que el año pasado se perdieron 400.000 empleos, más del doble de los creados en 2015.

En contraste con esos números, la última EPH dio lugar a situaciones polémicas, como por ejemplo el desempleo "cero" registrado en Resistencia, provincia de Chaco, una de las regiones donde históricamente los indicadores muestran cifras desfavorables. 

Incluso, la intendenta de la ciudad y candidata a gobernadora por la UCR, Aída Ayala, salió a rechazar que existiera pleno empleo en esa localidad.

"La gente tiene hambre y come de los basurales, mientras desde el propio oficialismo dicen que es una cuestión cultural", concluyó.