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Aconsejó a los empresarios que no salgan de vacaciones en enero y febrero por las medidas de shock económico que la nueva administración deberá tomar
12/09/2015 - 14:15hs

El salteño Ricardo Arriazu es el economista que más escuchan los empresarios.

Fue el primer expositor del seminario "La Argentina que queremos", de la Fundación Mediterránea, realizado ayer en la provincia de Córdoba. Cree que, como consecuencia del fin del viento de cola de los precios internacionales de las materias primas, las reservas del Banco Central alcanzan hasta fin de año. 

Sentenció que el próximo presidente no podrá aplicar un ajuste gradual y tendrá que tomar medidas antipáticas en los primeros meses de la gestión. Sin embargo, prevé un crecimiento del PBI para 2016.

Arriazu hizo primero un panorama pesimista para este año con datos económicos concluyentes: la cosecha tendrá un valor inferior en u$s4.000 millones, el déficit fiscal terminará en torno al 8% del PBI y los precios de los commodities no se van a recuperar en el corto plazo por la fortaleza del dólar en el mundo.

2015, año perdido"Brasil acumuló reservas, Chile armó un fondo anticíclico, nosotros nos gastamos todo. Hemos tenido una oportunidad que no aprovechamos. Esta vez no habrá crisis financiera de otras veces pero este es el estancamiento que tenemos", afirmó Arriazu.

Para el economista, este año está prácticamente perdido porque toda la política económica apuntó a las elecciones (gasto público e impuestos en niveles récord, inflación al 25% y una devaluación en torno al 12 por ciento).

Arriazu no espera que esto se modifique cuando cambie el presidente en diciembre.

"Este Gobierno no le va a hacer el ajuste al próximo. No se vayan de vacaciones entre enero y febrero. De a poquito no se puede corregir la cosas, no se puede corregir el tipo de cambio real de a poco, tiene que ser de golpe", afirmó.

La gran preocupación para Arriazu es la falta de dólares y el cepo.

"Las restricciones son tales que gane quien gane, los problemas son los mismos. Alcanzan las reservas para cancelar el Boden 2015 pero sólo para cuatro meses, hasta fin de año", remarcó.

"La posibilidad de seguir con esta política es nula salvo que se siga el camino de Venezuela con represión y más restricciones. Las compras de dólar ahorro van a aumentar sino va a subir el paralelo", fue según tn la frase más fuerte de la mañana.

Arriazu, ex asesor del Banco Central, cree un gradualismo pero con políticas de shock y ajuste en algunos sectores a partir de diciembre para atraer inversiones.

Sostiene que de la energía, las comunicaciones, el campo y la minería vendrán los tan esperados dólares.

Está convencido de que sin más ingreso genuino de de capitales y si no se levantan las trabas a las importaciones como las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI), el año que viene será recesivo.

El fantasma del ajuste

"El ajuste que hay que hacer no es de baja de gasto. Argentina necesita bajar el gasto y aumentar el gasto que está gastando de menos, que sea de inversión. Tengo que dar incentivos y que el inversor diga el lugar que tengo que estar es Argentina y no el resto del mundo", afirmó.

Se mostró moderadamente optimista para el año próximo. Pronostica que si los recursos no convencionales en Vaca Muerta atraen las inversiones esperadas, estimadas entre 7.000 y 10.000 millones de dólares por año, la economía puede crecer entre 1,5% y 2 por ciento.

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