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Estos programas son cada vez más necesarios para que las empresas aprovechen la enorme cantidad de datos que generan los usuarios y sensores de todo tipo
02/10/2015 - 14:01hs

Los dispositivos móviles, como los “smartphones” y las tabletas, desplazan a las computadoras de escritorio y portátiles como los equipos tecnológicos con los que más interactúan las personas.

Una de las claves de esta transformación del escenario tecnológico son las aplicaciones, los programas que se instalan en los teléfonos móviles “inteligentes” y las “tablets” e interactúan íntimamente con la computación en la nube.

Estos programas son cada vez más necesarios e imprescindibles para que las organizaciones del Estado y las empresas aprovechen la enorme cantidad de datos que generan los usuarios de los celulares.

Además, las aplicaciones comienzan a vincularse con sensores de todo tipo que comparten información con otros equipos, conformando la Internet de las cosas (IoT, sigla en inglés).

Una de las principales vetas a explotar por los desarrolladores son las aplicaciones para la IoT, que ya hoy, por ejemplo, pueden recomendar a un productor agropecuario si es un día ideal para fumigar o no.

Para cualquier organización, resulta clave disponer de aplicaciones propias, aunque su costo se eleva a valores muy altos, debido a la complejidad de su desarrollo, la escasez de profesionales capacitados para este trabajo y la diversidad de sistemas operativos y dispositivos donde deben trabajar.

La lista es larga, pero comienza con Android, iOS (iPhone y iPad) y Windows Phone, los “vestibles” como los relojes “inteligentes”, los Smart TV (televisores conectados a Internet) y continúa con otros sistemas y dispositivos, sin contar los sensores que se encuentran presentes en vehículos, carreteras, electrodomésticos y hasta en animales.

“El precio de (el desarrollo de) las aplicaciones va creciendo, pasó de 25 mil dólares a 75 mil y hasta 100 mil dólares sólo para Android y demora (su llegada al mercado) entre tres o cuatro meses”, estimó ante iProfesional Nicolás Jodal, cofundador y CEO de GeneXus, una empresa uruguaya creadora de una herramienta homónima para crear aplicaciones de misión crítica en múltiples plataformas utilizando inteligencia artificial.

Jodal habló con el enviado especial de este medio acerca del presente y el futuro del negocio de las aplicaciones en Montevideo, la capital uruguaya donde GeneXus llevó a cabo esta semana su 25° encuentro anual con su comunidad de desarrolladores, socios y clientes.

Gigante uruguayo

Los números de esta compañía la convierten en el principal actor del negocio del software del país oriental y con gran proyección internacional: tiene 400 empleados, facturará este año por 30 millones de dólares y está presente en 45 países, entre ellos los Estados Unidos, Japón, Taiwán, México y China, donde más de 100 mil desarrolladores utilizan GeneXus para atender a unos 8.500 clientes que van desde grandes organizaciones (DHL, HSBC, NEC, Sancor, Sony Y Honda) hasta pymes.

La plataforma de GeneXus permite reducir en forma sustancial el tiempo de desarrollo de software en múltiples plataformas

Para ello, se crea una representación de las aplicaciones, independiente de la tecnología, llamada “base de conocimiento”, que le permite generar las aplicaciones en forma automática en servidores, PC, móviles y la nube informática, y lenguajes.

En las jornadas participaron unas 3.500 personas provenientes de 30 países, quienes escucharon a más de 180 expositores en unas 200 actividades como conferencias, talleres y laboratorios de pruebas.

Serás móvil o no serásPuesto a describir la situación actual de las aplicaciones, Jodal (en la foto superior) señaló que al momento de desarrollarlas se debe tener una versión para la web, además de ser nativas e interactuar con la nube.

Sin embargo, la web desciendo en cuanto al uso, debido a los usuarios prefieren acceder desde un dispositivo móvil, como un teléfono una tableta, y no desde una computadora.

¿Por qué, entonces, sigue siendo necesario estar en la web? Porque Google relega en sus resultados de búsquedas a las páginas de Internet que no ofrecen una versión adaptada a un móvil.

Para Jodal, las aplicaciones deben desarrollarse para los siguiente sistemas operativos: Android 6.0, iOS 9 y Windows 10, además de los entornos para vestibles o electrodomésticos, como los “smartwatchs” o los televisores “inteligentes”.

Futuro conectadoPuesto a delinear el futuro de las aplicaciones, el CEO de GeneXus describió tres tendencias que modificarán el tipo de programas que se harán, a partir de recursos que “eran escasos y que se están volviendo abundantes”.

Uno de ellos son las API, una sigla en inglés por “Aplication Programming Interface”, una serie de servicios o funciones que el sistema operativo ofrece al programador.

Las API son imprescindibles para conectar las aplicaciones con los grandes proveedores datos.

Un ejemplo de esto que se exhibió en las conferencias en Montevideo fue un programa creado en febrero pasado por GeneXus para la liga mexicana de fútbol.

La App Liga tiene hoy un millón de usuarios que la descargaron, 400 mil de los cuales se conectan el fin de semana, llegando a picos de 35 mil usuarios conectados al mismo tiempo con el programa.

La plataforma envía hasta 200 mil notificaciones de goles o resultados de partidos ¡por segundo! a los teléfonos y tabletas donde está descargada la aplicación, que incluso tiene una versión para relojes “inteligentes”:

Los datos de los partidos son cargados en tiempo real por una decena de empleados de la liga a un depósito que está en la nube y de donde la aplicación toma la información y hace el resto del trabajo.

Otros grandes depósitos y generadores de datos son los sistemas de administración y gestión de recursos empresariales (ERP, sigla en inglés). GeneXus desarrolla conectores con las API de esos sistemas, como SAP y K2B.

Un área con posibilidades de gran crecimiento es el comercio electrónico. En el encuentro de Montevideo, Jodal anunció un acuerdo con Mercado Libre para conectar esta tienda virtual con otros jugadores del mercado, como concesionarios automotrices, para que se suban al “e-commerce”.

“Cada vez es más fácil acceder a datos de terceros de forma programática. Por ejemplo hay un movimiento mundial de ’open data’ cada vez más fuerte que brega porque los gobiernos expongan sus datos”, destacó.

La segunda tendencia que debe tenerse en cuenta con los sensores: “Cada vez hay más y mejores, en el cuerpo, en los hogares, en el trabajo”, señaló Jodal, quien advirtió que estos registradores “son interesantes si están conectados con la Internet de las cosas".

Al respecto, afirmó que esta red entre máquinas “significa para los desarrolladores la Internet de los datos, con una cantidad monstruosa de datos”.

“Para nosotros esto significa un nuevo tipo de aplicaciones, donde los datos no son algo escaso sino abundante”, afirmó.

Estas “cordilleras” de información obligan a cambiar el enfoque al momento de desarrollar aplicaciones. “Hasta ahora se ponía foco en la entrada de datos. Pero esto se automatiza. El problema será qué hacemos con todos esos datos y cómo los visualizamos”, afirmó el CEO de GeneXus.

Por ejemplo, una compañía del ecosistema de GeneXus desarrolló una aplicación de clima para la producción agropecuaria, llamada OkaraTech.

El programa muestra datos como humedad, temperatura, etc., que se obtienen de sensores o de proveedores de clima.

“Lo difícil de la ‘app’ no es obtener esos datos, es cómo mostrarlos de tal manera que sean significativos”, advirtió Jodal.

¿Cómo se resolvió el problema en esta aplicación? “Averiguando lo qué la gente del agro quiere saber, así resultó que una de las cosas que querían saber era si se podía fumigar o no”, una decisión que “se define en función de una combinación bastante compleja de los valores de temperatura, humedad, precipitaciones, etc.”.

Sin embargo, esa compleja ecuación se muestra de manera muy simple: un avioncito en pantalla que si está en verde se puede fumigar y si está en rojo no se puede.

La tercera tendencia es abstracta: las ideas, que hoy sobreabundan pero que, según Jodal, no tienen valor en sí cuando se las vincula con quienes tienen capacidad de implementarlas.

Para superar esa brecha, GeneXus anunció la creación de ThalesLab, una compañía constructora de empresas que están en etapa de emprendimiento dentro su comunidad de desarrolladores.

La empresa aprovechó su encuentro 25° para anunciar su cambio oficial del nombre Artech a GeneXus, para unificar su marca. 

Jodal negó ante iProfesional que el cambio de nombre sirva de puente a una posible salida a la bolsa.

“Somos una empresa de capital privado, no tenemos ningún interés (en salir a cotizar), tenemos mucho más libertad” así, justificó.

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