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Se trata de Paraná Metal, una autopartista de Villa Constitución que fue adquirida por el empresario K en 2009 y que ahora envió telegramas de despido
01/10/2015 - 18:52hs

La empresa Paraná Metal envió telegramas de despido a 180 trabajadores y avisó este jueves a la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica que no dará marcha atrás con la decisión, aunque habrá una reunión clave el lunes.

La productora de piezas y partes fundidas para la industria automotriz perteneciente desde diciembre de 2009 al Grupo Indalo podría cerrar sus puertas debido a la baja de la productividad por un desplome de la demanda de sus productos.

La planta perteneciente al empresario K Cristobal López comenzó con sus operaciones en 1957 en la localidad santafesina de Villa Constitución y cuenta actualmente con unos 205 operarios en relación de dependencia, aunque 180 de ellos fueron cesanteados mediante telegrama.

El secretario general de la UOM de Villa Constitución, Héctor Ibarra, dijo a NA que la empresa sigue su marcha sobre la decisión tomada de despedir a la mayoría de los operarios, por lo que sólo existe incertidumbre en la planta.

La comisión interna gremial de la planta de producción y la UOM iniciaron contactos con terminales automotrices para ofrecer los servicios, con el objetivo de recuperar niveles de actividad que permitan evitar los despidos, según informó NA.

También hubo contactos con las empresas estatales Fabricaciones Militares (organismo dependiente de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa en el ámbito del Ministerio de Defensa) y Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria.

Si bien aún no hubo avances en las tratativas por obtener nuevos clientes, los delegados de la Comisión Interna y sindicalistas de la UOM se reunirán el lunes a las 14 con representantes del Grupo Indalo en el ministerio de Trabajo de Santa Fe.

Desde el interior de la planta, los trabajadores señalaron que la larga historia de Paran Metal podría terminar el 31 de octubre (seis días después de las elecciones), porque esa sería la fecha prevista para el cierre definitivo.

La planta, que se originó como una firma satélite de Acindar, pasó de ser una de las fundiciones más importantes del país, con más de 1.300 trabajadores, a una industria casi abandonada con 205 empleados.