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Los asesores de Scioli le recomendaron al candidato que las mejoras que había anunciado el jueves 22 de octubre se concreten antes de la segunda vuelta 
30/10/2015 - 10:12hs

La falta de diálogo entre el kirchnerismo y Daniel Scioli se refleja también en el gabinete nacional. Un ministro lo reflejó de una manera directa: "La Presidenta nos ordenó atender si nos llamaban y colaborar, pero hasta ahora no se comunicó nadie con nosotros. No estamos coordinando ninguna política conjunta".

Aunque los colaboradores del actual Gobierno nacional están esperando llamadas para trabajar en conjunto, los ministros nombrados por el candidato a presidente por el oficialismo no se comunicaron con ellos. Y los que sí se comunicaron, indirectamente, recibieron la negativa desde el oficialismo para avanzar en propuestas. 

El avance de los últimos días de Daniel Scioli en propuestas como la suba del mínimo no imponible de Ganancias y, fundamentalmente, el anuncio de ayer de avanzar en la implementación del 82% móvil (algo que directamente Cristina de Kirchner vetó y ayer volvió a rechazar); son los reflejos más directos de la situación. Y, según fuentes del gabinete nacional, "no será la última diferencia en las propuestas". 

Hasta hoy persiste la negativa del Ministerio de Economía de Axel Kicillof de avanzar ya en la reforma del Impuesto a las Ganancias. Los asesores de Scioli le recomendaron al candidato que las mejoras que había anunciado el jueves 22 de octubre se concreten antes de la segunda vuelta y se anuncien oficialmente en estas jornadas, en lo posible dentro de la primera quincena luego de las elecciones.

Desde Economía se contestó que no hay intenciones de avanzar "per sé con las reformas, y que, en todo caso, sea la propia Presidente la que lo ordene y anuncie. Hasta ayer, y se proyecta hacia delante también, no habrá novedades en este sentido.

Lo que buscaba Scioli era que sea el actual Gobierno el que avance con la reducción de la presión del Impuesto a las Ganancias sobre los trabajadores en relación de dependencia. Para el sciolismo resulta clave establecer un vínculo sólido con la clase media de todo el país, y se entiende que, en términos económicos, un cambio en ese tributo es un paso fundamental. Obviamente la idea es que para el 22 de noviembre los trabajadores que reciban la mejora estén ya al tanto de que la promesa es un hecho, y vayan a votar con la convicción que sus salarios mejorarán. El problema para esto es claro: Kicillof cree que la presión es la correcta y que no modificar el impuesto es uno de las banderas que el kirchnerismo debe mantener. 

El anticipo sobre la modificación de Ganancias fue la última, y algo desprolija, carta que Scioli se jugó el jueves pasado en la última jornada de la campaña electoral. En el acto del Luna Park con que cerró su lanzamiento presidencial, anunció que prometía que el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias pasaría a unos $30.000 netos de bolsillo y que además se impulsaría una reforma por ley con una actualización que subiría anualmente al ritmo de la movilidad jubilatoria.

El volumen de incremento no tenía antecedentes en la era kirchnerista e implicaba una mejora para unos 577.400 trabajadores en relación de dependencia que cobran actualmente algo más de $40.000 mensuales. La idea primaria del anuncio era dejarlo sostenido en el tiempo para que sea la próxima composición de la Cámara de Diputados la que lo aprobara y reglamentara. 

Lo que quiere Scioli es que el Gobierno entierre la última modificación dispuesta en 2013, donde quedaban exentos de Ganancias los salarios inferiores a $15.000, computados para quien ganara ese monto entre el 1 de enero y el 31 de agosto de ese año.

Axel Kicillof había anunciado en mayo de este año una última actualización de $15.000 a $25.000 para el mínimo, con una mejora de entre un 5% y un 7%, pero tomando el mismo total de trabajadores que fueron alcanzados por la suba del mínimo de 2013. 

Otro traspié en la relación, mencionan ahora desde el costado del bonaerense, fue la decisión del lunes pasado de reducir de 150.000 a 75.000 dólares diarios los permisos de importación para las empresas. "Si hablamos de desarrollo y producción, lanzar esa medida nos hace quedar pedaleando en el aire", aseguraban a Ámbito Financiero sobre la medida anunciada por el Banco Central manejado por Alejandro Vanoli. 

La última separación con Scioli, conceptual, desde Economía es el anuncio de ayer de compartir la idea de Sergio Massa de subir las jubilaciones al 82% móvil. Ayer, dentro del gabinete nacional, se afirmaba que la propuesta del candidato bonaerense directamente es detonar la separación conceptual entre sus asesores económicos y el Palacio de Hacienda

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