Luego de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, su par de Planificación Federal, Julio de Vido, y el canciller Héctor Timerman, firmaran en el marco de la cumbre del G20, millonarios contratos con autoridades chinas para construir la cuarta y quinta represa hidroeléctrica en territorio nacional, en el macrismo están en alerta. 

Funcionarios cercanos al candidato presidencial de Cambiemos advirtieron que, en caso de que Mauricio Macri acceda a la Presidencia, se revisarán tanto esos acuerdos como los firmados con otra potencia emergente, Rusia, en materia de energía nuclear. El mismo jefe de Gobierno porteño así lo dijo a sus allegados.  

Sucede que en el seno del partido opositor están preocupados por los compromisos millonarios firmados por el kirchnerismo que comprometen las finanzas del próximo gobierno.

El secretario de Relaciones Internacionales de PRO, Fulvio Pompeo, confirmó esta preocupación por el desconocimiento que hay sobre los detalles técnicos de estos contratos, y no descartó que una administración de Macri utilice los mecanismos constitucionales para dar marcha atrás.

También el asesor macrista en política energética, Emilio Apud, dijo al diario La Nación que "resulta sospechoso el apuro del Gobierno por firmar contratos millonarios con China y Rusia a menos de un mes de irse del poder". Y apuntó que se comprometió al país no solo desde lo financiero sino desde el aspecto técnico, ya que las centrales acordadas con China serán con tecnología Candu (uranio natural) y con uranio enriquecido.

Analistas internacionales señalan que, si la Argentina no cumple a futuro con esos acuerdos, el país contratante podría recurrir a tribunales internacionales como el Ciadi para reclamar, apuntó el matutino.

Pero el malestar de Macri no sólo es con Cristina Kirchner, sino también con las diplomacias rusa y china. El líder de PRO había comprometido a los embajadores de esas naciones en Buenos Aires a no avanzar en las negociaciones con la Argentina hasta que haya un cambio de gobierno, el 10 de diciembre.

Y no solo Kicillof logró un contrato con el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la República Popular China, Xu Shaoshi, para avanzar en un "plan nuclear argentino", con estas nuevas represas, sino que además De Vido se reunió en la Cumbre de Turquía con el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novaky, para profundizar el proyecto para la construcción de la hidroeléctrica Chihuido I, que se levantará en Neuquén.

Según informó el Ministerio de Planificación, el consorcio adjudicatario de la construcción de la presa y central hidroeléctrica está conformado por empresas argentinas, la española Isolux Ingeniería y la rusa Inter Rao, que tendrá a su cargo la financiación del proyecto, a través del Banco de Desarrollo y Comercio Exterior de Rusia (Vnesheconombank), que financia el 85% del costo total del proyecto.

"Es probable que en el caso de China el Gobierno haya apurado los contratos por el salvataje financiero con swaps que recibió de Pekín en los últimos meses y los salvó de los agujeros fiscales. Pero en el caso de los acuerdos con Rusia se entiende mucho menos el apuro del Gobierno", dijo Apud a La Nación.

En tanto, Pompeo expresó que "en un escenario de segunda vuelta como el que existe ahora el Gobierno debería haber frenado todos los proyectos y contratos que condicionarán a futuro a la Argentina para que sea el nuevo presidente quien tenga la posibilidad de decidir si son viables o no".