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El funcionario que juró este lunes se mostró duro con su antecesor: "La AFIP de Echegaray tuvo discrecionalidades; en parte por los denominados carpetazos"
15/12/2015 - 12:02hs

El flamante titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, comenzó a dar las primeras precisiones respecto a las medidas y los desafíos a afrontar.

En primer término, Abad se mostró duro con su antecesor: "La AFIP de Echegaray tuvo discrecionalidades; en parte por los denominados carpetazos".

"Hubo un mal manejo de la gestión, y una medición no inteligente de ingresos y gastos", agregó Abad respecto a la gestión de Echegaray.

Abad consideró central para el organismo "reconstruir la relación de la administración tributaria con la gente, eliminar la discrecionalidad, ser muy transparentes a la sociedad y rendir cuentas periódicamente".

En declaraciones radiales, Abad se refirió al tope del Monotributo y dijo que "hay que revisar ese número porque es cierto que los aumentos de precios en los últimos tiempos han distorsionado esto, lo vamos a ir haciendo en el contexto de otras modificaciones que están en marcha, como Ganancias sobre aguinaldo, Ganancias en general y derechos de exportación".

"Hay una situación de delicado equilibrio. El tema central es que un país con niveles altos de inflación no soporta ningún impuesto porque en el mero transcurso de seis meses se desordenan todas las relaciones. Hay una vocación del Gobierno de ordenar todas las situaciones de inequidad, fundamentalmente para las personas de menores ingresos", aseguró.

Por otra parte, dijo que "hay que reordenar toda la lógica del Impuesto a las Ganancias siendo racional en el mínimo no imponible y también en escalas más elongadas. El presidente (Mauricio Macri) anunció que para marzo se va a presentar un proyecto en ese sentido, así que estamos trabajando en esa línea".

"Tiene que haber modificaciones en el impuesto al cheque, en Bienes Personales, pero las modificaciones en la estructura de ingresos van a ir asociadas con las obligaciones y los gastos, porque si se van a hacer unas modificaciones tarifarias sin castigar a la gente de menores recursos, si se bajan las retenciones, no se cobra Impuesto a las Ganancias en aguinaldos, si readecuamos todo eso, hay una lógica de equilibrios", explicó.

Abad señaló que "lo que este Gobierno se ha propuesto es reordenar los desequilibrios macroeconómicos, esto significa trabajar en todos los frentes ordenadamente y no generar situaciones que después terminan con déficit de 7% del producto, sin reservas en el Banco Central, con el comercio exterior lastrado, la competitividad de las economías regionales en crisis; en fin, creo que toda la sociedad entiende que tenemos que reordenar todo esto orgánicamente, respetando que la gente de menores ingresos no sufra las readecuaciones obvias que tenemos que hacer en la economía".

En este contexto, dijo que el organismo "es una organización muy grande, tiene 23 mil personas, tiene cuadros técnicos de primer nivel, así que ponerla en marcha no es un desafío complejo. El número de empleados es prudente pero hay que lograr mayor asignación de funciones inteligentes y en línea con sus capacidades".

Señaló que "AFIP durante estos últimos tiempos tuvo algunas discrecionalidades que yo no creo que estén en línea con como tiene que manejarse la relación entre la administración tributaria y los ciudadanos; lo que tenemos que hacer es reconstruir la relación de la administración tributaria con la gente, eliminar la discrecionalidad, ser muy transparentes a la sociedad y rendir cuentas periódicamente".

"Es básico el secreto fiscal, uno de los grandes desafíos es volver a respetar ese pacto entre la administración tributaria y el contribuyente", concluyó.

Transformación de la AFIP

Entre 2002 y 2008, bajo la gestión Abad, la AFIP cambió por completo. Entre los mayores logros, se destacan los planes antievasión, el régimen de control del sector inmobiliario, la reducción en la evasión del IVA del 35% al 20%, la compra de escáneres para la Aduana y la puesta en marcha de planes de facilidades de pago sin moratorias, entre otros ejes.

Expertos tributaristas y ex funcionarios del fisco nacional destacan que una de las claves de la gestión Abad fue "facilitar el pago de impuestos valiéndose de todas las herramientas tecnológicas que tenía a su alcance".

También remarcan la importancia que tuvo al "crear percepción de riesgo" como componente fundamental a los fines de la fiscalización. En este sentido, una de las herramientas más poderosa que potenció Abad, es la base de datos online que dispara inspecciones sobre la base de un trabajo previo de inteligencia fiscal. 

Los expertos tampoco dudan en reconocer que bajo la gestión Abad se puso en marcha el régimen de factura electrónica, el sistema Mis Aportes y la informatización para presentar declaraciones juradas, entre otros avances tecnológicos que aún perduran.

Los expertos consultados por este medio destacaron "la tecnificación y el uso de internet, lo cual aporta al control de la AFIP sobre el cumplimiento de los contribuyentes", subrayó.

"Alberto Abad llevó a cabo una eficaz acción al formar conciencia tributaria, fomentar el cumplimiento voluntario de la obligación impositiva y de lograr equidad incorporando nuevos actores para hacer más justa la atribución de la carga fiscal", señalaron las fuentes consultadas.

Otros aspectos que se destacan sobre la gestión Abad refieren a la potenciación del cruce de datos con otros organismos públicos y a las acciones tendientes a reforzar la cultura tributaria.

Trayectoria

Alberto Abad estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó comocontador público. Comenzó su actividad laboral en un estudio global de auditores y posteriormente se desempeñó en el sector público y privado. Realizó distintas funciones en empresas públicas y fue designado síndico en representación del Estado en varias de ellas, hasta ser designado Presidente de la Sindicatura General de Empresas Públicas en 1991.

En 1994 fue nombrado primer Síndico General de la Nación. Durante el primer semestre de 1995 fue Interventor del PAMI. Participó activamente en la puesta en marcha de la Jefatura de Gabinete de Ministros (julio de 1995), siendo Secretario de Control Estratégico de la misma hasta su renuncia en 1997.

En el 2000 fue designado Vicepresidente Ejecutivo del Grupo BAPRO -holding de empresas del Banco Provincia de Buenos Aires- que nucleaba sociedades con significativa presencia en la actividad de AFJP, ART, Seguros, Bolsa, Inversiones inmobiliarias y Leasing. En el 2002 volvió a la función pública como titular de la AFIP. Posteriormente fue designado presidente del Centro Internacional de Administraciones Tributarias. Renunció a su cargo en AFIP en marzo del 2008.

En el 2008, la Fundación Konex lo premió como una de las cinco mejores figuras de la última década en la disciplina de Administradores Públicos.

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