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Estalló la primera gran crisis en el seno del macrismo, con epicentro en la Agencia de Inversiones
01/02/2016 - 09:15hs

Cumplidos los primeros cincuenta días en el poder, el Gobierno de Mauricio Macri todavía atraviesa el período denominado "luna de miel". 

Pese a las fuertes controversias generadas tras los miles de despidos con los que avanzó el Ejecutivo para acotar la estructura de la administración pública, el nivel de confianza en su gestión se mantiene elevado, superando el 60%, según se desprende de una encuesta realizada por la Universidad Di Tella. 

Sin embargo, en el seno del Gobierno macrista se terminó la convivencia pacífica y armoniosa entre funcionarios. 

La primera línea divisoria se empezó a generar hace unos días, tras el decreto que incrementó los fondos de la coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires y que derivó en la reacción de gobernadores y senadores peronistas, así como también de algunos aliados de Cambiemos. 

Esta decisión puso en aprietos al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien venía negociando con los referentes de cada provincia por ese tema, a quienes les pedía paciencia.

Del lado de enfrente, en tanto, quedó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien tiene buena sintonía con Alfonso Prat Gay. 

De hecho, el titular del Palacio de Hacienda debió salir a reconocer el error ante los gobernadores, prometiéndoles una corrección del decreto que le ampliaba los fondos a la Capital en casi 170 por ciento. 

Pero esta pulseada es apenas una fricción frente a la gran crisis política que estalló en el seno del macrismo, tras el enfrentamiento abierto entre dos carteras clave: el Ministerio de Producción, que conduce Francisco Cabrera, y la Cancillería, en manos de Susana Malcorra

El origen de la disputa está vinculada con el lanzamiento de la muy demorada Agencia de Inversiones, que iba a estar bajo el ala de Cabrera y que, además, significaría el regreso a la arena política de Marcelo Elizondo quien, años atrás, dirigió la Fundación ExportAr y se había convertido en una de las cartas fuertes del macrismo en el plan oficial para captar dólares para la economía. 

La presentación de la agencia iba a suponer el lanzamiento no sólo de la política de inversiones por parte del Gobierno. También, apuntaba a convertirse en la campana de largada de la estrategia para posicionar al "Made in Argentina" en las góndolas del mundo. 

La razón es que, además de contemplar una gerencia que se iba a encargar de sondear y gestionar desembolsos para proyectos de inversión en el país, dicha agencia también iba a contar con un área específica para el armado de misiones comerciales y promoción de productos nacionales en los mercados externos. 

En definitiva, tal como la había delineado Cabrera en una primera etapa, iba a ser una entidad con un altísimo poder político y con amplias funciones, que excedían el ámbito del ministerio de Producción y que tocaba áreas propias de la Cancillería

La Agencia debía estar en funcionamiento para fines de diciembre. Pero nada de eso ocurrió.

Luego, vino el viaje de Macri al Foro Económico Mundial de Davos, un compromiso clave en la estrategia para captar capitales y comenzar a delinear la futura estrategia comercial, pero desde el Gobierno optaron por hacer silencio. 

Hasta que la crisis explotó: el ministro Cabrera y la canciller Malcorra hoy día están duramente enfrentados en medio de una fuerte puja de poderes. 

El enfrentamiento es tal que ya se cobró su primera gran víctima.Elizondo, la figura que iba a ser designada para liderar la captación de desembolsos, terminó alejándose incluso antes de llegar a ser nombrado de manera oficial. 

Un miembro del macrismo, que participó de cerca del intento del armado de la agencia, es contundente en sus afirmaciones a iProfesional: "Su gestación estuvo muy manoseada desde el día uno".

"En lugar de planificar la agenda del comercio exterior de la Argentina para los próximos cuatro años, en vez de delinear la hoja de ruta para captar inversiones, lo único que se hizo en estos últimos treinta días fue pelear duramente para ver cómo se repartían los cargos", enfatizó. 

"Cancillería y Producción están enfrentados abiertamente por un tema de poderes", agregó la fuente, bajo estricto off the record. 

En tanto, Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, aseguró que "el alejamiento de Elizondo es algo que lamentamos enormemente, porque era una figura muy idónea para ocupar ese cargo".

Además, recalcó que "tan grave como este hecho es que se siga demorando la agenda de la competitividad de la Argentina".

Entretelones de una crisis

Según detalló Ponce, el primero en entender la importancia de lograr una sinergia entre el comercio exterior y la inversión fue el propio Macri

Incluso, antes de llegar al Gobierno, el ahora Presidente puso a trabajar a su equipo en el armado de una estrategia que vinculara la promoción de las exportaciones en los principales mercados con la captación de proyectos productivos en el país.

El armado de ese plan recayó, en una primera instancia, en Cabrera

Así fue como ya a mediados de diciembre, pese a no hacer ningún anuncio oficial, desde el oficialismo anticipaban con marcado entusiasmo la llegada la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Internacional.

La misma iba a estar bajo el paraguas del Ministerio de Producción. Además, se había confirmado que sería Elizondo el responsable de liderarla. 

Había dos alternativas: o se construía algo desde cero o se sumaban estructuras ya existentes. Se optó por esto último.

"La Agencia iba a pasar a integrar funciones de la Fundación ExportAr. Luego se amagó con sumar a los agregados comerciales de las embajadas y consulados de la Argentina en el mundo. Ahí fue donde estalló el conflicto", apuntó Ponce. 

El directivo dio más detalles: "La canciller Malcorra puso el grito en el cielo porque sentía que le estaban sacando gran parte del poder al meterse con las embajadas. Así, se inició una dura puja que fue escalando hasta derivar en lo que es actualmente la primera gran crisis política que debe enfrentar el propio Macri con su equipo económico". 

La contraofensiva de Cancillería

Apenas se conoció la decisión de Cabrera de centralizar más poder, Malcorra inició una fuerte contraofensiva

¿Qué hizo? De acuerdo con el experto, "sabemos de primera fuente, porque nos lo confirmaron embajadores y agregados comerciales, que la funcionaria dio instrucciones precisas para que cada repartición diplomática -en todos los países en los que tiene presencia el Estado argentino- comenzara a elaborar estudios y trabajos de campo para detectar oportunidades de negocios y posibilidades de inserción para los productos nacionales”. 

En otras palabras, Malcorra, viendo el avance de Cabrera sobre un área que hasta ese momento le pertenecía –como la promoción de exportaciones-, no quiso que su poder se vea amenazado.El segundo paso de la canciller en esta contraofensiva tuvo lugar en Davos, foro al cual no viajó el ministro de Producción.

En la ciudad suiza, el equipo de Malcorra no sólo le organizó a Macri reuniones relevantes con CEOs de primer nivel, sino que también se anotó un punto trascendental al negociar con John Kerry, secretario de Estado norteamericano, una reunión entre el Presidente argentino y el líder de la Casa Blanca. 

"Acordamos llevar una agenda común en energías renovables y la posibilidad de que Macri y Obama se vean a fines de marzo", afirmó con entusiasmo la funcionaria.

"La canciller terminó demostrando expertise y esto sedujo a Macri", apuntó Ponce. 

La contraofensiva de Producción

La decisión de Malcorra de comenzar a activar trabajos de prospección de mercados a través de distintas embajadas y consulados encendió una luz de alerta en el área de Cabrera

Según Ponce, "a partir de allí, desde Producción se inició un operativo para que Macri le dé un espaldarazo al ministro".

"El argumento elegido fue que Malcorra no provenía del riñón del PRO, a diferencia del ministro. Y que era una jugada un tanto arriesgada entregarle todo el manejo de la agenda empresaria a la canciller", detalló. 

La fuente consultada por iProfesional -que participó en diversas reuniones orientadas a definir el futuro de la agencia- reconoció que este tironeo constante fue lo que terminó alejando definitivamente al candidato que el macrismo había designado ya en diciembre para que se hiciera cargo de esa tarea. 

"El cargo de director general -que ocuparía Elizondo- iba a tener inicialmente un rol muy ejecutivo, para así aprovechar todo su expertise en materia de comercio exterior", sostuvo a este medio.

"Finalmente, la pelea por el poder amenazó en un momento con convertirlo en un operador político. Es decir, el riesgo era que terminara siendo un articulador de intereses más que un encargado de salir a captar inversiones", añadió. 

Por ahora, todo es tensión y peleas internas. De hecho, no está para nada definido qué sucederá (y cómo se comandará) la promovida Agencia de Inversión y Comercio Internacional de Macri.

Desde el Ministerio de Producción prefieren no hablar de la pelea, conscientes de la sensibilidad y de las derivaciones que pueda traer este tema.

Se limitan a decir que están enfocados en trabajar para apurar el demorado lanzamiento de ese organismo, que podría ver la luz recién a mediados de febrero. 

Ahora, aseguran, están redefiniendo los objetivos que tendrá esa cartera, lo que demuestra que ya no contará con toda esa influencia que iba a tener en un arranque. 

Desde Cancillería, en tanto, redoblan la apuesta: aseguran que Macri le transfirió la responsabilidad a Malcorra de promocionar las exportaciones argentinas.

En medio de este tironeo, la funcionaria prefirió no definir aún quién será el que finalmente ocupe un puesto clave como lo es el de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales.

Para Ponce, se buscará minimizar esta puja y la salida de Elizondo de una manera elegante, a fin de que no cobre mayor repercusión.

"Cabrera conservará parte del protagonismo con una agencia, aunque tendrá un poder limitado. Podrá mantener algo del manejo del comercio exterior pero sólo en lo que respecta al control de importaciones. Es decir, en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que fue el que reemplazó al régimen de DJAI", amplió el directivo. 

En tanto, Cancillería intentará darle un rol relevante a la Fundación ExportAr en lo que hace a promocionar los productos argentinos en el exterior.

Claro que será el Ministerio de Relaciones Exteriores quien defina qué mercados serán considerados clave, tarea que se realizará con el aporte de embajadas y consulados

"Cualquiera sea el desenlace, todo indica que la agencia que resulte no va a tener ni las funciones ni el poder con los que se venía especulando desde el arranque", afirmó el experto. 

Por cierto, esta disputa tiene lugar en un momento poco oportuno.

En primer lugar, porque ocurre a poco más de un mes de la asunción del nuevo Gobierno.

En segundo término, todavía no llegó la "lluvia" de dólares que se había prometido.

En tercer orden, porque las iniciativas tomadas por la Argentina en este primer tramo del nuevo mandato y el comportamiento de los funcionarios designados son seguidos muy de cerca por inversores, analistas y empresarios del mundo entero

En tanto, desde varios sectores vienen advirtiendo que la competitividad cambiaria para actividades industriales y para las economías regionales no mejoró sustancialmente pese a la devaluación. 

En este contexto, para la Argentina era vital contar con una Agencia encargada de captar inversiones y promocionar los productos nacionales.

El problema es que el proyecto, tal como fue concebido, se truncó antes de arrancar a raíz de una puja de poderes con final por ahora incierto. Problemas de cartel en el Gobierno de los CEOs.