Para Chevrolet y también para la industria automotriz nacional, se trató de un hecho histórico: el 5 de mayo se reveló un plan que estuvo rodeado de misterios y que contempló el lanzamiento del primer modelo global que la marca producirá en la Argentina. 

El lanzamiento del nuevo Cruze sin dudas marca un antes y un después para la firma a nivel regional.

La presencia en el país de la número uno de General Motors en el plano global, Mary Barra -considerada una de las cinco mujeres más influyentes del mundo-, no hizo más que confirmar la trascendencia de este anuncio. 

Además de la importante inyección de fondos, la trascendencia de este anuncio responde a otros motivos.

Por un lado, es el primer vehículo global de la marca en el país. Se trata de una tendencia que, poco a poco, están dando todas las automotrices y que consiste en fabricar el mismo modelo para abastecer la demanda en todo el mundo.

En segundo término, es fundamental la renovación de la planta porque pasó a estar preparada para comenzar a producir las nuevas generaciones de vehículos de la marca que, en un futuro, motorizarán el recambio de modelos. 

Este paso es clave para la industria argentina, que está peleando palmo a palmo con México y también con Brasil -pese a la crisis que atraviesa- por la radicación de nuevos proyectos. 

Carlos Zarlenga, número uno de Chevrolet en la Argentina, aseguró a iProfesional que en los próximos diez años la industria experimentará más cambios que los que sufrió durante el último medio siglo.

Y planteó que el desafío de la compañía es el de estar preparada para dichos cambios. En este sentido, un punto fundamental es que las nuevas instalaciones están en condiciones de producir vehículos con un altísimo contenido tecnológico, entre ellos, los eléctricos. 

Algunos detalles del "Proyecto Fénix"

El Cruze II se exportará desde la planta de Alvear a varios países de la región.

En una primera etapa contará con motores 1.4 turbo nafteros, importados de México. Pero, a partir de 2017, esos impulsores también se producirán en Santa Fe.

Otro dato interesante es que el Cruze II será el primer auto de Chevrolet vendido en la Argentina con el sistema de asistencia OnStar y el primero que se fabrique en el país con esta tecnología.

Se trata de un servicio de asistencia personalizada, que llegará 21 años después de su presentación en Estados Unidos.

Es un sistema que, al sincronizarlo con el teléfono del usuario, permite tener contacto directo con un servicio de asistencia de General Motors con sólo presionar uno de los tres botones ubicados –en el caso del Cruze II- justo arriba del espejo retrovisor interno.

La tecnología cuenta con un posicionador satelital que facilita saber dónde se encuentra el vehículo.

El servicio operará las 24 horas del día y no tendrá costo extra para el propietario del auto durante el primer año. Después habrá que pagar un abono cuyo costo todavía no se conoce.

Con el OnStar se pueden hacer llamadas de emergencia, denuncias de robos, pedir asesoramiento sobre navegación, realizar acciones remotas sobre el vehículo (en los OnStar más avanzados se puede encender el motor a distancia) y tener un diagnóstico sobre el estado de la mecánica, sin necesidad de llevar el auto a un taller.

Un año con metas ambiciosasChevrolet cerró 2015 como número dos en ventas, con el 13% de market share, de la mano de más de 86.00 unidades comercializadas.

Quedó por detrás de Volkswagen, que ocupó el primer puesto con el 18% del total de los patentamientos. 

Pero este 2016 lo arrancó con grandes ambiciones: en el primer cuatrimestre logró achicar esa diferencia con la alemana a tan sólo un punto y medio, gracias a una expansión de sus ventas de más del 21% respecto al mismo período del año pasado.

No sólo eso. La compañía propuso convertirse en la marca más vendida en el mercado argentino.

Con ese fin, puso en juego descuentos y promociones muy agresivos. Esto le permitió comercializar en apenas cuatro días lo que suele vender a lo largo de dos semanas. 

Ahora la automotriz irá por más. Con el nuevo modelo General Motors busca dar pelea en un segmento muy competitivo en el que las demás marcas también cuentan con propuestas renovadas. 

Allí se encuentran el Toyota Corolla como el más vendido, seguido de modelos como Ford Focus, Peugeot 408 y 308, Volkswagen Vento y Citroën C4 Lounge.

Son todos vehículos que se actualizaron recientemente, conformando una categoría que es muy codiciada por las automotrices, dado que ofrecen una mejor rentabilidad que los modelos más chicos. 

Impacto políticoAdemás del impacto positivo a nivel industrial, la presentación oficial de este proyecto no es un dato menor para el Gobierno, que ha hecho de la llegada de nuevas inversiones su principal bandera en lo que respecta al posicionamiento del "Made in Argentina" en el mundo. 

De hecho, el anuncio estaba comprometido para 2015. Sin embargo, finalmente se postergó y se conrectó en plena gestión macrista. 

Para el Ejecutivo, el hecho de que este plan se active en estos momentos tiene un peso simbólico muy importante, al tratarse de un modelo global. 

En el Gobierno ven este anuncio como una señal de confianza tras las largas negociaciones que se mantuvieron con los holdouts y que permitieron volver a insertar a la Argentina en los mercados financieros internacionales. 

Lo mismo hizo Toyota con la ampliación de sus instalaciones en Zárate. La marca japonesa, que invirtió u$s800 millones, presentó la nueva Hilux y la SW4 que se producen allí desde fines 2015, pero decidió postergar la inauguración oficial de la fábrica para 2016.

Hasta allí se acercó Mauricio Macri, donde fue protagonista del primer acto oficial en una planta automotriz en la nueva era, con un marco muy diferente: no hubo bombos, platillos, ni cánticos, como sucedía durante la anterior gestión de Cristina Kirchner. 

Las señales de acercamiento entre la industria automotriz y el nuevo Gobierno quedaron plasmadas al otro día de la jura del mandatario.

El fin del cepo, la eliminación de las trabas para importar, la posibilidad de regularizar las deudas en dólares con proveedores y filiales del exterior y la reducción al mínimo del controvertido impuesto interno fueron muestras concretas del apoyo que el Ejecutivo le dio a esta industria. 

En las automotrices hay plena convicción de que el cambio ha sido positivo.

A las medidas económicas y tributarias, los directivos suman otros factores, como el estilo de negociación que tiene el macrismo, que se ubica en las antípodas del perfil intimidatorio y confrontativo que solían mostrar los funcionarios kirchneristas de los ministerios de Economía y de Industria, así como también de la Secretaría de Comercio. 

Más allá de estos factores positivos, los CEO de las automotrices consideran que aún hay cosas por resolver.

La devaluación, por ejemplo, que fue positiva para recuperar algo de la competitividad cambiaria erosionada durante los últimos años del kirchnerismo, ahora se ve recortada por la suba de costos en el mercado interno. Con el agravante de que las firmas no se pusieron completamente al día con el traslado a precios. 

Además, el CEO de General Motors, Carlos Zarlenga, hizo hincapié en la situación de Brasil: “No esperamos que al país vecino le vaya bien en 2016. De hecho nuestras proyecciones prevén una caída del 20%. Pero para 2017 vemos una recuperación y eso es clave, porque el 80% de la producción de nuestro nuevo auto se va a exportar al mercado brasileño". 

Zarlenga asumió su cargo a comienzos de 2016, luego de que Isela Costantini, anterior CEO de la compañía, fuese convocada por Macri para dirigir Aerolíneas. 

Es el primer argentino que encabeza General Motors desde que la automotriz estadounidense regresara al país en 1995. En esas dos décadas pasaron por la presidencia ejecutivos canadienses y brasileños.